En una nueva entrega de 'Horizonte. Informe COVID', Iker Jim¨¦nez se adentr¨® en la naturaleza del coronavirus. Con la participaci¨®n de varios expertos, se analiz¨® su supervivencia en diferentes superficies, su resistencia al fr¨ªo o el descubrimiento de un nuevo gen oculto en el genoma del pat¨®geno.

La supervivencia del coronavirus

El primero de los especialistas en hablar fue Trevor Drew, director del Centro Australiano de Preparaci¨®n frente a las Enfermedades, que explic¨® la investigaci¨®n que hab¨ªan realizado para determinar el tiempo de supervivencia del pat¨®geno.

"El prop¨®sito de nuestro estudio fue tratar de medir la supervivencia del SARS-CoV-2 a diferentes temperaturas y en distintas superficies. Realizamos un estudio en completa oscuridad porque sabemos que la luz ultravioleta puede inactivar el virus y por supuesto, ese tipo de iluminaci¨®n var¨ªa mucho seg¨²n la ¨¦poca del a?o, del pa¨ªs en el que nos encontremos o incluso del grado de ventilaci¨®n", afirm¨® Drew.

"Los coronavirus que conoc¨ªamos hasta ahora necesitan una cantidad concreta de part¨ªculas para que una persona tenga una probabilidad de infectarse del 50%. Tomando eso como base, pudimos demostrar que a 20? C este nuevo SARS-CoV-2 sobrevive en la mayor¨ªa de las superficies, y que lo hace en cantidad suficiente como para poder infectarte durante unas dos semanas. Este resultado supone, probablemente, el peor escenario posible sobre cu¨¢nto tiempo podr¨ªa sobrevivir el virus", a?adi¨® el especialista.

Adaptaci¨®n a los humanos

Nikolai Petrovsky, catedr¨¢tico y director de investigaci¨®n de la vacuna desarrollada por la Universidad de Flinders (Australia), destac¨® que "la propiedad m¨¢s singular que describimos en nuestra publicaci¨®n cient¨ªfica es que el SARS-CoV-2 parece perfectamente adaptado a los seres humanos desde el primer caso conocido. Normalmente, un virus es bastante d¨¦bil al principio, ya que no est¨¢ adaptado a las c¨¦lulas y fisiolog¨ªa humana. Al comienzo, se propaga lentamente, le cuesta. Y a medida que infecta a m¨¢s personas y se adapta, se vuelve m¨¢s y m¨¢s fuerte. Vimos eso con el SARS 1, con el MERS o con el ?bola, pero no con el SARS-CoV-2".

"La otra caracter¨ªstica que nos cuesta explicar es el sitio de corte de furina, es decir, por d¨®nde accede el virus a nuestras c¨¦lulas. Es una enzima presente en ¨®rganos de nuestro cuerpo. Esta propiedad es fundamental para que el SARS-CoV-2 sea altamente infeccioso en humanos y es extra?o encontrarla en otros coronavirus. Esta peque?a secuencia en la prote¨ªna S es fundamental para la adaptaci¨®n del virus en humanos, pero no podemos explicar su procedencia. La pregunta obvia es '?Alguien lo puso ah¨ª?'".

La ausencia de firma

Por ¨²ltimo, intervino Milton Leitenberg, investigador asociado del Centro de Estudios Internacionales y de Seguridad en Maryland, que explic¨® las t¨¦cnicas realizadas en Wuhan: "El Instituto de Virolog¨ªa de la ciudad comenz¨® su programa de investigaci¨®n de ganancia de funci¨®n para coronavirus de murci¨¦lago en 2015 utilizando un virus natural. Los investigadores practicaron, y cito literalmente, "sustituciones en su ARN para hacerlo m¨¢s transmisible". ?Qu¨¦ es la ganancia de funci¨®n? Significa que un cient¨ªfico en el laboratorio utiliza t¨¦cnicas de gen¨¦tica molecular".

Leitenberg dio m¨¢s detalles sobre el funcionamiento de esta t¨¦cnica: "Se toma una pieza de ADN y se inserta en un virus para dotar a esta nueva construcci¨®n propiedades que antes no ten¨ªa. El tipo de ganancia de funci¨®n m¨¢s importante es el cambio de anfitri¨®n, una peque?a pieza que al a?adirse hace que el coronavirus de murci¨¦lago pueda infectar a los humanos. Otra opci¨®n es hacer que el virus sea transmisible por aerosoles. Mientras que antes, el pat¨®geno de un murci¨¦lago s¨®lo pod¨ªa afectar a alguien si el animal mord¨ªa o era mordido".

Por este motivo, mantiene sospechas sobre el coronavirus: "Imaginemos que alguien hiciera esto en un laboratorio. ?Dejar¨ªa rastro? La respuesta es no, ahora no. Hace 15 a?os s¨ª, habr¨ªa sido visible. Pero hace 15 a?os, los cient¨ªficos descubrieron c¨®mo no dejar rastro. Se hacen cambios y no queda huella alguna. Hay un nombre para esto: ausencia de firma. Tecnolog¨ªa de clonaci¨®n infecciosa sin rastros. En otras palabras, no se ven las huellas en caso de modificaci¨®n. El Instituto de Virolog¨ªa de Wuhan public¨® tres art¨ªculos en 2015, 2016 y 2017, donde afirman que utilizaron esta tecnolog¨ªa".