Aunque el objetivo primordial a nivel mundial es batallar contra este coronavirus, una lecci¨®n ya aprendida es que no hay que descuidar otros posibles virus y menos si son similares al actual. Por ello, se ha actuado r¨¢pidamente tras el hallazgo de los primeros coronavirus encontrados fuera de China estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2, publicados en la revista cient¨ªfica Nature.

Han sido hallados concretamente en dos laboratorios asi¨¢ticos, uno en Camboya y otro en Jap¨®n, y de nuevo de origen animal, en murci¨¦lagos de herradura que se encontraban congelados. Precisamente, mismo esp¨¦cimen que el que se considera posible causante de la COVID-19. Est¨¢ por determinar por parte de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud si fue una transmisi¨®n de manera directa al ser humano o con alg¨²n animal como intermediario, como por ejemplo el pangol¨ªn.

Por las caracter¨ªsticas del descubrimiento, se puede llegar a la conclusi¨®n de que los virus ¡®parientes¡¯ del coronavirus son comunes en murci¨¦lagos Rhinolophus, est¨¦n o no en China. De hecho, entre 2015 y 2019 se encontraron coronavirus relacionados con el pand¨¦mico en murci¨¦lagos y pangolines.

Lo que se sabe de los dos coronavirus

Por un lado, est¨¢ el de Camboya, encontrado en dos murci¨¦lagos de herradura Shamel, o Rhinolophus shameli, que se estima que fueron capturados en el norte del pa¨ªs en el a?o 2010, y ambos estaban congelados en un laboratorio. Todav¨ªa no se ha secuenciado completamente el genoma, algo que ser¨¢ tarea de Etienne Simon-Loriere, vir¨®logo del Instituto Pasteur de Par¨ªs. Su informaci¨®n podr¨ªa ser muy importante de estar muy relacionado con el actual.

Por otra parte, en Jap¨®n, se ha detectado el virus Rc-o319, en las heces de otro murci¨¦lago de herradura, en este caso el Rhinolophus cornutus, que fue capturado m¨¢s tarde, en 2013. De este s¨ª se sabe que comparte con el SARS-CoV-2 el 81% de su genoma, una cifra demasiado lejana si en teor¨ªa deber¨ªa superar el 97% seg¨²n los cient¨ªficos.

En cualquier caso, lo que es seguro es que ha pillado desprevenidos a los investigadores. ¡°No esperaba encontrar un pariente del SARS-CoV-2¡±, afirma Shin Murakami, vir¨®logo de la Universidad de Tokio que particip¨® en el an¨¢lisis de las muestras, a la revista Nature.

Un aliciente para seguir buscando

La realidad es que solo algunos de los virus de la familia del coronavirus est¨¢n relacionados de manera estrecha con el pand¨¦mico encontrado en Wuhan. El m¨¢s cercano conocido hasta ahora es el RaTG13, localizado tambi¨¦n en murci¨¦lagos de herradura, Rhinolophus affinis, en la provincia china de Yunnan, en el a?o 2013.

Ahora el objetivo es continuar con la b¨²squeda ante la pista de que puede haber m¨¢s sin haber sido analizados. ¡°El SARS-CoV-2 probablemente no fue un virus nuevo que apareci¨® de repente. Los virus de este grupo exist¨ªan antes de que nos di¨¦ramos cuenta de ellos en 2019¡±, cuenta Tracey Goldstein, directora asociada del One Health Institute de la Universidad de California en Davis, que particip¨® en el hallazgo de Camboya.

De hecho, precisamente el ¨²ltimo, el detectado en Jap¨®n, es uno de los m¨¢s alejados del SARS-CoV-2, ya que no puede unirse al receptor de las c¨¦lulas humanas que usa este para entrar en nuestro organismo. Por lo tanto, ah¨ª encuentra una dificultad para infectar, al menos mediante ese proceso. As¨ª, la apuesta pasa por buscar m¨¢s murci¨¦lagos, analizar m¨¢s muestras, y encontrar los que s¨ª est¨¦n muy vinculados.