La Vuelta arde en el infierno
El Angliru rompi¨® el empate, pero estrech¨® la general. Gan¨® Hugh Carthy, Carapaz desbanc¨® a Roglic... Y los cuatro primeros est¨¢n metidos en 35 segundos.


El Angliru rompi¨® el empate, pero no aclar¨® la Vuelta. Gan¨® Hugh Carthy, un larguirucho brit¨¢nico de 1,93 metido en un cuerpo de 60 kilos, un ciclista de 26 a?os que hab¨ªa dado sus primeras pedaladas profesionales en Espa?a¡ Y aqu¨ª ha logrado su mayor ¨¦xito, que puede ser el trampol¨ªn hacia muchos otros. Carthy dom¨® el coloso asturiano, se aup¨® a la tercera plaza de la general y se situ¨® a 32 segundos del l¨ªder a falta de una semana, aunque s¨®lo tres por delante de Dan Martin. Ese maillot rojo lo viste ahora Richard Carapaz, que reconquista la t¨²nica, pero ¨²nicamente con diez segundos de ventaja sobre Primoz Roglic, que pas¨® apuros, sufri¨® de lo lindo, pero sigue agarrado a la Vuelta. Falta la contrarreloj del martes en ?zaro, supuestamente favorable al esloveno, y la subida a La Covatilla, el ¨²ltimo s¨¢bado. Con cuatro candidatos en poco m¨¢s de medio minuto.
Carapaz recuper¨® el maillot con un escudero de renombre. Las dos veces que Chris Froome ha ganado la Vuelta se subi¨® el Angliru. En 2011 lo hizo como gregario de Brad Wiggins, en defensa de un maillot que les arrebat¨® Juanjo Cobo y que hered¨® ocho a?os despu¨¦s, por descalificaci¨®n del c¨¢ntabro. En 2017 ya era el gran campe¨®n de la ¨¦poca, y subi¨® reluciente de rojo, en las puertas de Madrid, acompa?ado por Wout Poels y a una distancia prudencial de Alberto Contador, que pegaba el ¨²ltimo disparo de su carrera deportiva en la cima asturiana. Es posible que Froome diera tambi¨¦n este domingo uno de sus ¨²ltimos tiros, al menos con el equipo Ineos, antes Sky. Y dispar¨® como en sus or¨ªgenes, como dom¨¦stico. El africano es un ciclista agradecido con el deporte que ama. Froome lanz¨® un ataque a d¨²o con Carapaz en el Cordal, el puerto que precede al Angliru. No avanz¨® mucho, pero dio gusto verle ah¨ª.
Carapaz, con un equipo debilitado, nada que ver con la todopoderosa m¨¢quina que coronaba a Froome, hab¨ªa perdido antes su soporte m¨¢s fiel, Andrey Amador, que sufri¨® una ca¨ªda. Froome le abrig¨® en esa soledad previa al Angliru, que era donde hac¨ªa falta, porque una vez que llegas al infierno, ya importa poco quien tengas al lado. Las rampas diab¨®licas de Riosa son una prueba de supervivencia individual despu¨¦s de sus primeros cinco kil¨®metros. Hasta ah¨ª entr¨® el Jumbo en cabeza, a¨²n ordenado, con cuatro ciclistas con Primoz Roglic. Arropadito. El infierno asomaba unas rampas m¨¢s arriba. Les Cabanes, al 20%. La Cue?a les Cabres, al 23%. Las tinieblas.

A falta de cuatro kil¨®metros, Vingegaard a¨²n tiraba de Roglic con un ritmo terror¨ªfico. Carapaz ocupaba las ¨²ltimas plazas. Un mal s¨ªntoma. O una jugada de p¨®quer. Enric Mas apretaba los dientes. Sufriente. Dan Martin tiraba de ri?ones. Ag¨®nico. Cada uno se enganchaba como pod¨ªa. Faltaba que alguien moviera el ¨¢rbol para conocer la realidad, para saber qu¨¦ fruta estaba madura. Enric Mas fue el primer valiente, con un ataque a 3,6 km. Se acabaron los disimulos. Era la hora de la verdad.
Enric Mas abri¨® un hueco m¨ªnimo, aunque dif¨ªcil de cerrar, pero Hugh Carthy no perdi¨® nunca la estela. En el Angliru, un metro es una marat¨®n. Roglic y Carapaz se marcaban, empatados a tiempo, sin dar pistas de qui¨¦n andaba peor. A dos kil¨®metros, el l¨ªder mostr¨® su lado humano. Sepp Kuss casi se olvida del jefe, pero le esper¨® para darle cari?o, porque aqu¨ª es dif¨ªcil marcar ning¨²n comp¨¢s. El ecuatoriano vio la herida y meti¨® el dedo. Se fue hacia arriba, alcanz¨® a Mas. Estaba en juego la Vuelta. Tambi¨¦n la etapa. Carthy jug¨® su carta, que fue la definitiva. El balear no resisti¨® esa arrancada, lleg¨® tercero, junto al emergente Aleksander Vlasov. No gan¨®, pero confirm¨® su progresi¨®n. Y que es ciclista de ¨²ltima semana, lo que puede ser bastante bueno, si aprende a mejorar en las dos primeras.
El Angliru no fue juez de la carrera. No suele serlo. Aunque suene contradictorio, las rampas tan duras impiden abrir diferencias. Pero s¨ª aseguran el espect¨¢culo. El final fue ag¨®nico, emocionante¡ Y movi¨® el suelo que sosten¨ªa a los favoritos. Carapaz arrebat¨® el maillot rojo a Roglic. Y Carthy desplaz¨® a Dan Martin de la tercera plaza del podio. Pasaron cosas, pero ninguna definitiva. Los cuatro primeros siguen metidos en 35 segundos. Se rompi¨® el empate. Se estrech¨® la Vuelta.