La muerte desde la l¨ªnea de tres

Miami, South Florida. Sol, playas, vibraci¨®n latina¡­ y un pabell¨®n, el Kaseya Center (durante m¨¢s de dos d¨¦cadas American Airlines Arena), que aprieta de verdad cuando la ocasi¨®n lo merece. M¨¢s de 19.600 aficionados de los Heat disparar¨¢n el volumen en el primer partido de unas Finales en Miami desde 2014, cuando los Spurs pasaron por encima de la ¨²ltima versi¨®n del gran big-three, los Heatless, LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. En ruta hacia el 4-1 que veng¨® su derrota en siete partidos en 2013, la Final del ic¨®nico triple de Ray Allen, una de las mejores de siempre, los Spurs ganaron los dos partidos de la serie que se disputaron en Miami. Y por un +40 total.

Despu¨¦s, los Heat jugaron (perdieron contra los Lakers) las Finales 2020, pero eso fue en la burbuja de Disney, a menos de 400 kil¨®metros pero ya fuera de Miami, mucho m¨¢s cerca de Orlando, hogar de los Magic. As¨ª que las Finales se reencuentran con la que fue su casa durante cuatro a?os (2011-14), los cuatro de LeBron en una ciudad al nivel del mar, nada que ver con los m¨¢s de 1.600 metros de altitud, la Mile High, que asfixia a los rivales en Denver. Miami, el Kaseya Arena, tiene ahora las llaves del t¨ªtulo: la victoria de los Heat el domingo, en el segundo partido, rob¨® un factor cancha que entra en juego hoy para los de Erik Spoelstra: si amarran tres partidos ante su p¨²blico, ser¨¢n campeones.

Denver, por su parte, tiene que ganar al menos uno a domicilio. Y le ir¨ªa de maravilla que fuera el de hoy, claro: de 40 veces en que las Finales se han puesto 1-1, en 32 (el 80%) el campe¨®n ha sido el que ha ganado el tercer partido. Eso s¨ª, tres de las ocho en las que se ha remontado el 2-1 han llegado en la ¨²ltima d¨¦cada. Los Heat, precisamente, a los Spurs en 2013. Y dos veces los Warriors, a los Cavs en 2015 y hace un a?o, cuando fundieron a los Celtics (4-2) tras caer en el tercer partido, el primero en Boston. Denver perdi¨® el tesoro (9-0 en playoffs hasta el domingo) de su tremendo factor cancha: 34-7 en casa en regular season (solo mejorado por los Grizzlies) pero solo 19-22 a domicilio, fuera del top-10 de la temporada.

M¨¢s all¨¢ de las matem¨¢ticas, la Final tambi¨¦n busca due?o por sensaciones. Denver Nuggets gan¨® con mucha comodidad el primer partido, con una notable superioridad. Pero Miami Heat golpe¨® muy duro en el segundo, en el que fue mejor en muchos tramos pero en el que tambi¨¦n tuvo que remontar 15 puntos, ocho en un prodigioso ¨²ltimo cuarto en el que firm¨® el mejor rating ofensivo de cualquier partido y cualquier equipo en las ¨²ltimas dos temporadas: 189,5. 36 puntos en 19 posesiones. 1,89 puntos por posesi¨®n¡­ que se elevan a 2,12 si se miden solo ataques en est¨¢tico, en jugadas que no partieron de un robo previo. Un dato incre¨ªble.

O no. Los Heat promedian en todos los playoffs 1,25 puntos por posesi¨®n en ¨²ltimos cuartos. El mejor dato de la ¨²ltima d¨¦cada solo por detr¨¢s de los Warriors del a?o pasado, que fueron campeones. En diferencia pura de puntos, apilan un -11 en el primer cuarto, un -11 en el segundo, un -12 en el tercero y un demoledor +90 en el ¨²ltimo. As¨ª que lo del domingo no fue una casualidad ni una de esas cosas exc¨¦ntricas del baloncesto. Fue, simplemente, la perfecci¨®n de un m¨¦todo que lleva semanas en aplicaci¨®n. Una Mona Lisa de la f¨®rmula Spoelstra.

La marca del gran superviviente

En gran parte por eso, claro, los Heat han ganado ya cuatro partidos en estos playoffs en los que han cerrado el tercer cuarto con al menos ocho puntos de desventaja. De nueve totales en los que han estado en esa situaci¨®n: un 4-5 que contrasta con el 1-41 del resto de equipos en estas eliminatorias de 2023. Tambi¨¦n han igualado otro r¨¦cord de playoffs en el ¨²ltimo cuarto de siglo: siete remontadas de m¨¢s de diez puntos. Lo hab¨ªan hecho, otra vez, los Wariors del a?o pasado, y dos versiones de esos Heat de LeBron y Wade (2011 y 2012). Es el sello de un superviviente, un equipo que fuma puros en las alambradas: 44 partidos, entre regular season y playoffs resueltos por 5 puntos o menos. M¨¢s que nadie pasados los a?os setenta. Los Heat ya son, desde luego, el mejor seed 8 de la historia. S¨¦ptimo en regular season, pero octavo por perder el primer play in (un bochorno en su pista contra los Hawks) y ganar por los pelos el segundo, en el que estaban por detr¨¢s (y a punto de irse de vacaciones) a tres minutos del final, contra los Bulls.

Ganaron, y ahora son el segundo octavo que juega unas Finales y el primero (los Knicks de 1999, a?o extra?o y comprimido por el lockout, no lo hicieron) que gana un partido a domicilio en la lucha por el t¨ªtulo. Hasta ahora nadie ha sido campe¨®n desde m¨¢s abajo del seed 6 de los Rockets de 1995, defensores del t¨ªtulo pero sextos del Oeste con un balance de 47-35, tres victorias m¨¢s que estos Heat (44-38). Que tambi¨¦n son el primer equipo que juega unas Finales con balance de anotaci¨®n negativo, m¨¢s puntos recibidos que anotados en una temporada regular en la que fueron tambi¨¦n el ¨²nico equipo que no lleg¨® a 9.000 puntos (8.977). Los otros tres que ni alcanzaron los 9.100 fueron Rockets, Pistons y Hornets, tres de los cuatro peor clasificados. Y equipos que se pasaron la temporada, al menos buena parte de ella, so?ando con Victor Wembanyama.

Por si fuera poco, a esta Cenicienta no se le aclar¨® el camino en ning¨²n momento: ha jugado las cuatro series, obviamente al partir desde el octavo puesto, sin factor cancha. Y se ha encontrado en el camino del Este con los dos mejores equipos del curso por balance, y los dos grandes favoritos al anillo por consenso: Milwaukee Bucks y Boston Celtics. Ahora juega las Finales contra el mejor del Oeste y cuarto mejor en global (el tercero fue Philadelphia 76ers). Adem¨¢s, Spoelstra se qued¨® a las primeras de cambio, en el arranque contra los Bucks, sin un especialista defensivo como Victor Oladipo y sin Tyler Herro, l¨ªder en regular season en minutos y tercero en puntos (20,1) y asistencias (4,2). Entre los principales de la rotaci¨®n, por ¨²ltimo, hay un n¨²cleo esencial de jugadores que llegaron a la NBA como no drafteados: Gabe Vincent, el base que ahora mismo es segundo en las cuentas de la NBA para el MVP; Caleb Martin, el h¨¦roe de la final del Este contra Boston Celtics; Duncan Robinson, que ha reaparecido despu¨¦s de casi desaparecer tras firmar su renovaci¨®n multimillonaria; Max Strus, Haywood Highsmith¡­

Desde el play in ning¨²n equipo, hasta que lo han hecho a lo bestia este a?o Lakers y Heat, hab¨ªa superado la primera ronda de playoffs. Pero es que estos Heat vienen realmente de la tumba, de lo que parec¨ªa la nada, un a?o de transici¨®n y decisiones por tomar. El peor equipo en anotaci¨®n, uno de los ¨²ltimos en rebotes (27?) y asistencias (25?) y un desastre desde la l¨ªnea de tres: 34,4% colectivo, la cuarta peor cifra de toda la NBA un a?o despu¨¦s de ser, adem¨¢s de l¨ªder del Este, el mejor de la regular season en punter¨ªa exterior (37,9%).

Y es ah¨ª, en la l¨ªnea de tres, donde est¨¢ el gran secreto, la llave que ha abierto esta vez las compuertas de esa Heat culture que parec¨ªa mustia, en a?o sab¨¢tico. El vuelco desde el triple de los Heat en estos Playoffs 2023 es una historia fascinante. Con una parte imposible de explicar, pura cuesti¨®n de confianza y energ¨ªa positiva, pero tambi¨¦n una obvia evoluci¨®n sist¨¦mica hacia un ataque que gu¨ªa constantemente al error a los rivales, no da respiro y explota cada desajuste, muchos provocados por una combinaci¨®n letal de cortes sin bal¨®n y circulaci¨®n perfecta.

Lo que est¨¢n haciendo los Heat desde la l¨ªnea de tres provoca cortocircuitos en rivales que deber¨ªan ser superiores y que pasan de creer que todo es cosa de un d¨ªa iluminado a plantearse por qu¨¦ demonios sigue pasando y de ah¨ª a, finalmente, apagarse; consumidos por la angustia y la impotencia, llevados a su peor versi¨®n por un equipo que castiga en ataque y se aplica en defensa en formato mara?a, con Spoelstra orquestando cambios constantes, zonas estrat¨¦gicas, cualquier recurso a mano para sacar a equipos te¨®ricamente mejores de ritmo, de sus zonas de confort.

Los n¨²meros de una explosi¨®n abrumadora

Esto es un resumen num¨¦rico, una ensalada prodigiosa (con n¨²meros de Ben Rohrbach, Couper Moorhead y John Schuhmann) de esa mutaci¨®n que est¨¢ reventando los playoffs 2023 y propiciando una de las historias m¨¢s incre¨ªbles de siempre en la NBA:

Los Heat se quedaron el domingo a un paso (17/35 final) de ser el segundo equipo (el otro son los Cavs 2016-17) con cinco partidos en un 50% lanzando al menos 25 triples en unos playoffs. Los undrafted (Vincent, Strus, Martin, Robinson) llevaron el peso con un 11/21. Tres de las cuatro veces en las que han anotado m¨¢s de la mitad de sus triples se concentraron en la serie contra los Celtics. Las mismas tres que hab¨ªan sumado en toda la regular season.

Entonces, en los 82 partidos de fase regular, fueron uno de los cinco equipos con un porcentaje en triples inferior al 34,5%. Los otros Raptors y tres de los cuatro peores de la NBA: Hornets, Spurs y Rockets. Desde que en la temporada 2016-17 la media de la Liga super¨® los 25 triples lanzados por franquicia y noche (34,2 este curso), solo siete hab¨ªan tenido un porcentaje tan bajo y hab¨ªan conseguido entrar en playoffs. Seis perdieron en primera ronda sin ganar m¨¢s de dos partidos¡­ y el s¨¦ptimo es esta versi¨®n imposible de Miami Heat que lleva siete noches de eliminatorias tirando al menos 20 triples y metiendo como m¨ªnimo el 45% de ellos. El tope de esa combinaci¨®n mortal es ocho (los citados Cavs 16-17). Y que han superado el 45% en seis de sus 13 victorias en las eliminatorias. El patr¨®n, por lo tanto, es obvio.

En total, los Heat est¨¢n en un 39,2% desde la l¨ªnea de tres en playoffs, pero el dato est¨¢ rebajado por su 30% contra los Knicks, un rival de segunda ronda sin la potencia ofensiva de Bucks, Celtics, y Denver. Cuando hace falta, la precisi¨®n est¨¢ ah¨ª: en las nueve victorias que llevan contra esos tres rivales han firmado un 46,9% con un 48,7 en los que fueron lanzados con un defensor encima. En total, un 45% contra los Bucks, un 43,4% contra los Celtics y, por ahora, un 40,9 contra los Nuggets. Si separamos, al contrario, los triples lanzados sin rivales cerca, est¨¢n contra los tres cocos en un 50% cuando son totalmente liberados y un 44% cuando tienen el suficiente espacio para lanzar sin demasiado incordio. Sus rivales, en esos mismos baremos, est¨¢n en un 39 y un 33%.

De 12 triples anotados y 34,8 lanzados, un 34,4%, en regular season, el equipo de Spoelstra ha pasado a 13,3 anotados, en 23 lanzados, un 39,2% con el que lideran los playoffs. Su rating ofensivo ha pasado de 113 a 115,9, de 25? de toda la Liga a quinto de los playoffs. ¡°Metemos tiros, eso es lo que hacemos y as¨ª es como se gana en esta NBA de ahora¡±, simplifica Jimmy Butler. Y mucho de eso hay, porque han sido esas explosiones anotadoras de alta eficacia las que los han sacado de muchos apuros. Hasta el punto de que esta vez explican m¨¢s cosas que la defensa, generalmente la gran se?a de identidad made in Spoelstra. Los Heat acumulan siete de los diez mejores partidos (y los cuatro mejores) en diferencia entre porcentajes estimados seg¨²n sus tiros y porcentajes reales. En el triunfo en Denver, por ejemplo, el valor de sus tiros les proyectaba a 98,5 puntos. Acabaron con 111. Es equilibrio de esa medida, los Nuggets habr¨ªan ganado 105-98.

Nadie ejemplifica mejor que el tr¨ªo undrafted Vincent-Martin-Robinson la transformaci¨®n que ha sobrevenido con el inicio de estos playoffs. En regular season combinaron un 33,9% en triples con 13 lanzados por partido. En playoffs est¨¢n en un 43% con 16,3. Una barbaridad: en fase regular solo dos jugadores (Al Horford y Luke Kennard) anotaron al menos un 44% con 4,5 o m¨¢s lanzados. Por poner perspectiva (y v¨¦rtigo): en 2017 el tr¨ªo Stephen Curry, Klay Thompson y Kevin Durant (el no va m¨¢s si hablamos de tiradores) produjo en los playoffs de los Warriors 151 triples con 364 lanzados, un 41,5%. Vincent, Martin y Robinson van camino de mejorarlo: por ahora, 135/314 (43%).

Todo lo necesario para hacer sudar a Jokic

El resto, donde no basta con la iluminaci¨®n en el tiro exterior, lo pone uno de los mejores trabajo t¨¢cticos, hasta ahora, en la extraordinaria carrera de Erik Spoelstra. Zonas 2-2-1 press (con esa rompi¨® el pick and roll de los Nuggets en el inicio del ¨²ltimo cuarto, el domingo), 2-3, 1-3-1 (un arma para que Nikola Jokic no juegue desde el poste)¡­ defensas individuales de cambios en las cinco posiciones o m¨¢s conservadoras tras los bloqueos¡­ alternativas constantes para que los rivales siempre tengan que pensar, salgan de sus guiones preferidos. Jokic baj¨® de 31 pases a los que siguieron tiros de sus compa?eros en el primer partido a solo 13 en el segundo.

Los Heat est¨¢n obligando al serbio a trabajar en defensa, a no hundirse tras los bloqueos y tener que jugar arriba, donde m¨¢s se cansa y menos efectivo (por lento) resulta: 1,33 puntos por posesi¨®n cuando Jokic se queda por fuera en el bloqueo contra 0,55 cuando se hunde). El serbio pas¨® de tirar 12 veces a 28 entre el game 1 y el game 2. De dar 14 asistencias con 2 p¨¦rdidas a quedarse en 4 (su m¨ªnimo de la temporada) y 5. En la derrota, 2,07 dribblings de media antes de lanzar, el tercer dato m¨¢s alto de su vida en playoffs.

Esa es la f¨®rmula: que Jokic se canse, baje la guardia en defensa y tenga que sudar m¨¢s de la cuenta en ataque, con m¨¢s responsabilidad anotadora y menos creaci¨®n por varita m¨¢gica. Esta temporada, los Nuggets est¨¢n 3-8 si su jugador franquicia se queda en 6 asistencias o menos. 7-13 si no pasa de 8¡­ y 46-16 si va a nueve o m¨¢s. La moraleja es obvia. Adem¨¢s, los Heat convirtieron el partido en un paseo por el barro, el m¨¢s lento en todos los playoffs para los Nuggets (86,5 posesiones por equipo), algo a lo que ayudaron unas zonas que solo han sido utilizadas por Spoelstra en 36 posesiones entre los dos duelos de las Rocosas.

El t¨¦cnico de Evanston sabe que los Celtics ya quedaron atr¨¢s y que no puede abusar de un estilo defensivo para el que los Nuggets est¨¢n bien equipados. Pero que, en tramos cortos y momentos estrat¨¦gicos, crea disrupciones definitivas y ayuda a esconder a malos defensores como Duncan Robinson, ahora mismo importante en ataque. En general, los Nuggets han atacado mejor la zona (1,08 puntos por posesi¨®n) que contra individual (1,06) en lo que va de Final. Pero han perdido el factor cancha, y eso sin una versi¨®n majestuosa de Jimmy Butler (17 puntos, 5,5 rebotes y 8 asistencias por debajo del 40% en tiros), que al menos s¨ª fue m¨¢s incisivo despu¨¦s de no lanzar ni un tiro libre en el primer partido: de 8 a 19 penetraciones, de 0,6 a 1 punto de media en ellas.

Seg¨²n el ladder de la NBA, el alero es por ahora el tercer jugador de su equipo (el cuarto si se cuenta a Jokic) en la carrera por el MVP de las Finales. Una anomal¨ªa que tiene que ver con su tobillo maltrecho. Lo preceden Vincent (21 puntos, 4 asistencias, 4,5 triples por noche con un 56%) y un Bam Adebayo por ahora fenomenal, decisivo para su equipo: 23,5 puntos, 11 rebotes, 4,5 asistencias¡­ y 40 minutos de media que van a ir a m¨¢s a medida que avancen los partidos. Es esencial como ¨²nico contrapunto viable (o m¨¢s o menos viable) frente al talento inacabable de Jokic.

No va m¨¢s: despu¨¦s de esta noche quedar¨¢n solo cuatro partidos, como mucho (como m¨ªnimo dos), de temporada 2022-23. Y alguien estar¨¢ a dos victorias de llevarse el anillo. Un campe¨®n novato, si ganan los Nuggets, o uno imposible, la mayor Cenicienta de la historia de la NBA, si se impone Miami Heat.