El calvario de un n¨²mero 1 del ¡®draft¡¯: pastillas, alcohol...
Un espectacular art¨ªculo en ¡®The Ringer¡¯ repasa la carrera de Greg Oden, el n¨²mero 1 maldito del Draft de 2007. Lesiones, alcohol, la muerte de un amigo y su camino hacia una nueva vida y la deseada redenci¨®n.
Si hablamos de pufos del draft, es imposible no pensar r¨¢pidamente en Greg Oden. Es de los primeros que te viene a la cabeza (junto a Kwame Brown, Anthony Bennet...) y uno de los que ha vivido m¨¢s desgracias. Un jugador que apuntaba a generacional, a dominar los tableros y convertirse en uno de los mejores de la historia, pero que cay¨® presa de las lesiones y vivi¨® una aut¨¦ntica tortura con constantes problemas en el tren inferior que truncaron la que podr¨ªa haber sido una carrera de ensue?o. Pas¨® cuatro de sus siete temporaadas en la NBA totalmente en blanco, apenas disput¨® 105 partidos, no tuvo continuidad y se encontr¨® con esa otra cara del deporte en la que todo se gestiona en la m¨¢s absoluta soledad. De promesa absoluta a fiasco total: y no por un mal nivel de juego, m¨¢s bien por la imposibilidad para tener ning¨²n tipo de constancia o regularidad. Fue elegido n¨²mero 1 del draft de 2007, justo por delante de Kevin Durant. Lo escogieron los Blazers, mientras que el alero fue seleccionado por unos Sonics que pronto se trasladaron a Oklahoma para pasar a ser los Thunder. Durant se comi¨® el mundo. Y el mundo se comi¨® a Oden. Que vivi¨® todo un calvario.
Greg Oden (35 a?os, 2,13 cm) naci¨® en Buffalo, Nueva York, un ya lejano 22 de enero de 1988. Con tan s¨®lo 9 a?os, su familia se traslad¨® a Indiana, primero a Terre Haute y despu¨¦s, junto a u madre y su hermana, a Indian¨¢polis, donde asisti¨® a la escuela secundaria Lawrence North. All¨ª se convirti¨® en una absoluta estrella del instituto y empez¨® a ser observado por todos los ojeadores del pa¨ªs. Dominaba con pu?o de hierro y una fuerza inusitada en los dos lados de la pista, ten¨ªa un extraordinario poder de intimidaci¨®n, reboteaba con rotundidad y empezaba a coleccionar una gran cantidad de distinciones individuales. Fue en esa ¨¦poca donde se empez¨® a hablar del pr¨®ximo Bill Russell. Nada m¨¢s lejos de la realidad.
El p¨ªvot prob¨® suerte en la Universidad de Ohio State y fue elegido en el equipo All-American junto a Kevin Durant, siendo los dos primeros novatos en recibir tal honor desde 1990. Llev¨® a su equipo a la final de la NCAA tras derrotar en octavos de final a Tennessee con un tap¨®n en el ¨²ltimo segundo y pasar posteriormente por encima de Memphis y Georgetown, estos ¨²ltimos ya en la Final Four. En la final, Ohio no pudo con Florida, Universidad que contaba con un Billy Donovan que dos a?os antes rompi¨® su contrato para dar el salto a la NBA con los Magic, dando paso a Stan Van Gundy. Florida conquistaba as¨ª su segundo t¨ªtulo consecutivo con Corey Brewer elegido mejor jugador del torneo. Oden, que compart¨ªa entonces equipo con Mike Conley, se qued¨® con la miel en los labios, pero se fue a 25 puntos, 12 rebotes y 4 tapones. Su futuro estaba en la NBA, una competici¨®n que promet¨ªa cambiar para siempre. Pero las cosas acabaron cambiando para ¨¦l: y nunca volver¨ªan a ser las mismas.
La ca¨ªda en desgracia
En la pretemporada con los Blazers previa al curso baloncest¨ªstico 2007-08, Oden ya sab¨ªa que algo no ancaba bien en su rodilla derecha, pero los m¨¦dicos le dijeron inicialmente que era algo que se pod¨ªa revisar durante el curso y esperar al verano siguiente para pasar por quir¨®fano. Apenas unos d¨ªas despu¨¦s, el p¨ªvot se levantaba con una noticia devastadora: se iba a pasar en blanco la que iba a ser su primera temporada en la NBA. Se someti¨® a un procedimiento ahora infame, una cirug¨ªa de microfractura. Iba a ser el que iba a convertir a los Jail Blazers (llamados as¨ª por los problemas legales que atesoraban muchos de sus jugadores en sus ¨²ltimos a?os) en los Trail Blazers. A volver a poner en el mapa a un equipo que hab¨ªa olido de cerca el anillo en 1990 y 1992 con Rick Adelman (dos Finales perdidas ante Pistons y Bulls) y que hab¨ªa desperdiciado, en el 2000, 16 puntos de ventaja en el Staples, ante los Lakers de Shaq y Kobe, en el ¨²ltimo cuarto de las finales de la Conferencia Oeste, en la que fue una conglomeraci¨®n hist¨®rica de egos y talento (Scottie Pippen, Avrydas Sabonis, Damon Stoudemire, Bonzie Wells...). Los Blazers quer¨ªan resurgir con Greg Oden. Olvidar el pasado. Encaminarse al futuro. Pero...
¡°Me sent¨ª como un fracaso. Sent¨ª que decepcion¨¦ a mucha gente. Decepcionar a Portland, decepcionar a todo el personal y la organizaci¨®n. Sent¨ª que decepcion¨¦ a mi familia y a todos los que me entrenaron y creyeron en m¨ª¡±, asegura Oden en un espectacular art¨ªculo de The Ringer escrito por Mirin Fader. En esas l¨ªneas, se recoge el calvario que vivi¨® el n¨²mero 1 del draft, que se pas¨® en blanco toda su primera temporada. En la siguiente fue la ¨²nica en la que disfrut¨® de algo de continuidad, en la que se pudo ver alg¨²n destello de ese jugador que pod¨ªa ser: 61 partidos, 39 de ellos de titular, para 8,9 puntos y 7 rebotes por noche. El inicio de la 2009-10 era verdaderamente alentador: promediaba m¨¢s de 11 puntos y casi 9 rebotes. Los Blazers iban 12-8. Ante los Bulls, el 23 de noviembre, se fue a 24 tantos y 12 rechaces. El 1 de diciembre, en una derrota ante los Heat, se fue a 13, con 20 rebotes (11 de ellos ofensivos) y 4 tapones. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, ante los Rockets, la rodilla volvi¨® a fallar y fue retirado en camilla. La r¨®tula izquierda estaba fracturada. Y hasta ah¨ª lleg¨® Greg Oden.
El p¨ªvot no volvi¨® a jugar un partido de la NBA hasta el 15 de enero de 2014. Fue con la camiseta de los Heat, que buscaban su tercer anillo consecutivo en la ¨²ltima temporada, todav¨ªa no se sab¨ªa, de LeBron James en el equipo. Disput¨® tres partidos en playoffs, apenas 7 minutos totales en los que ni siquiera intent¨® un lanzamiento. Los Heat perdiendo las Finales ante los Spurs (4-1). Tras un a?o de entrenamientos, intent¨® volver a la NBA en 2015 y en 2016 y lleg¨® a tener entrenamientos con Hornets y Mavericks. Acab¨® fichando por los Jiangsu Dragons de la Liga China, con los que estuvo vinculado hasta el 1 de febrero de 2016. En 25 partidos en el pa¨ªs asi¨¢tico promedi¨® 13 puntos, 12,6 rebotes y 2 tapones. Cobr¨® 1,2 millones de d¨®lares. Ah¨ª se acab¨® su etapa en el baloncesto profesional. 105 partidos en la NBA, otros 25 en la CBA. Un triste bagaje para el que lleg¨® a ser una aut¨¦ntica promesa.
La soledad del ¨¢ngel ca¨ªdo
En el art¨ªculo de The Ringer se repasan muchos de los momentos que Oden vivi¨® en la clandestinidad. El hecho de estar rodeado de periodistas y ser tan conocido para la opini¨®n p¨²blica perjudic¨® mucho la moral del p¨ªvot, que se encontr¨® muy solo en su primera temporada en Oreg¨®n. Ve¨ªa en televisi¨®n como los expertos defensivos hablaban de su ausencia y elogiaban a Durant, que se llev¨® el Rookie del A?o de forma aplastante y sin batallar con el p¨ªvot, en el dique seco, en lo que se preve¨ªa una lucha encarnizada por el trofeo que nunca se dio. All¨ª no ten¨ªa a nadie: su amigo Travis, que iba a verle cuando jugaba en Ohio State, hab¨ªa muerto en un accidente automovil¨ªstico a?os antes cuando iba a verle a un partido a Columbus. Tambi¨¦n falleci¨® de c¨¢ncer Maurice Lucas, entrenador asistente de los Blazers, con el que hab¨ªa conseguido tener una relaci¨®n cercana. Lo mismo le pas¨® a su primo, que se hab¨ªa trasladado con ¨¦l en su segunda temporada en Portland. Y por la misma enfermedad. Entre unas cosas y otras, cay¨® en depresi¨®n. Empez¨® a beber mucho y se hizo adicto a los analg¨¦sicos, que tomaba inicialmente para calmar su dolor en la rodilla.
Un d¨ªa, se qued¨® sin pastillas. ¡°Saque¨¦ mi casa buscando m¨¢s. En el ba?o. En bolsas viejas. En cada habitaci¨®n. Intent¨¦ fren¨¦ticamente recordar d¨®nde las puse por ¨²ltima vez, c¨®mo se ve¨ªa cada p¨ªldora individualmente. ??Tal vez podr¨ªa estar aqu¨ª?! ?Tal vez dej¨¦ caer uno all¨ª? Fue bastante revelador¡±, asegura Oden, que tambi¨¦n empez¨® a mezclar cerveza, vino y licores fuertez en el mismo d¨ªa. Necesitaba todo eso, junto a las pastillas, para poder dormir al menos 5 horas seguidas. Se encerraba en un cine en el que beb¨ªa hasta desmayarse. El 7 de agosto de 2014, recibi¨® una denuncia por golpear a su exnovia: se declar¨® culpable y cumpli¨® 909 d¨ªas de libertad condicional, adem¨¢s de 26 semanas de una rehabilitaci¨®n en torno a su car¨¢cter violento y sus problemas con el alcohol. Fueron a?os de ocuridad: s¨®rdidos, l¨®bregos, tenebrosos. Llenos de sombras. Motivados por esas roturas de rodilla que le llevaron a autodestruirse, pero tambi¨¦n a cometer actos absolutamente infames. A?os de soledad e incertidumbre. De dolor.
?La redenci¨®n?
Greg Oden hoy lleva una vida muy distinta. Volvi¨® a su refugio en Indian¨¢polis junto a Thad Matta, el que fuera su entrenador en Ohio State. Le rescat¨® cuando estaba en China y ped¨ªa ayuda a gritos. Y es en la Universidad de Butler donde Oden se ha vuelto a reconciliar con el baloncesto. Antes de eso, se gradu?o en Ohio State, en industria del deporte. En Indiana, la ciudad que no lo vio nacer pero que ¨¦l siente como su casa, visit¨® a un terapeuta y asisti¨® regularmente a sus reuniones de Alcoh¨®licos An¨®nimos. ¡°Hubo muchos altibajos en mi vida. Hice muchas cosas de las que no estoy orgulloso. Este es mi camino¡ Yo tom¨¦ estas decisiones. Tengo que vivir con ello y seguir adelante. Tengo que ser capaz de mirarme en el espejo¡±.
Terminando sus estudios en Ohio State, Oden se volvi¨® a sentir importante cuando los estudiantes le hac¨ªan preguntas sobre baloncesto. Su postergado camino a la redenci¨®n ha llegado tras muchos baches en el camino. Sabrina, su esposa y principal apoyo, con la que ha tenido a su ¨²nica hija Londyn, fue clave en su proceso de rehabilitaci¨®n. Con ella fue a Miami de vacaciones para ver un partido que all¨ª iba a disputar Kevin Durant, el rival que nunca fue pero que pronunci¨® unas palabras mitigadoras para Oden en el pasado: ¡°Greg no fue un fiasco. No tuvo su oportunidad. Se lesion¨®. Cuando jugaba era una verdadera fuerza protegiendo la pintura¡±. Con 35 a?os, Oden es ahora capaz de ir a su trabajo y luego emprender el camino a casa junto a su familia. La sala de cine sigue siendo, eso s¨ª, un demonio al que superar. Las largas noches que all¨ª pas¨® botella en mano siguen apareciendo en la parte m¨¢s amarga de sus recuerdos.
Es la historia de Greg Oden, un hombre que pudo serlo todo y se qued¨® por el camino. Que vivi¨® la peor cara del deporte y entr¨® en una vor¨¢gine de autodestrucci¨®n fatal. Que no tuvo suerte en la NBA, tampoco en China. Pero que se refugi¨® en su gente, en su familia y ha conseguido superar, o en ello est¨¢, los errores (y horrores) que cometi¨®. ¡°No voy a decir que soy un alcoh¨®lico recuperado y que no tomo un trago, porque s¨ª tomo un trago de vez en cuando¡±, asegura. Eso s¨ª, la situaci¨®n no es la misma que antes, su vida familiar y laboral es estable y en con su trabajo como director de operaciones en la Universidad de Butler ha dejado de sentirse un fiasco y se ha quitado el mantra que tanto le ha perseguido, el de ser uno de los peores n¨²meros 1 del draft de la historia. Y sin perder su esencia: ¡°Sigo siendo yo. Luchando por ser la mejor persona que puedo ser¡±. Ah¨ª queda eso.