El 16 de junio, se puso el sol en el viejo Garden de Boston. Un resplandor que emanaba de la Bah¨ªa de San Francisco, al otro lado del pa¨ªs (otra costa, otra vida), deslumbr¨® definitivamente a Boston Celtics, un bloque f¨ªsico y marcial que acab¨® desfondado y combado por esa certeza centellante que es Golden State Warriors. En una NBA a la que muchas veces las narrativas se le construyen solas, en parte porque su historia las produce a borbotones, dos de las tres franquicias originales de la Liga se jugaron cara a cara el t¨ªtulo del 75 aniversario. En Boston, una de las ciudades madres de la NBA desde su nacimiento como BAA en 1946, la vieja dinast¨ªa verde de los regios Celtics se dio de bruces con la nueva dinast¨ªa hipercapitalista y posmoderna de los Warriors, de la contracultura de Oakland al acaudalado mainstream de San Francisco, la desembocadura del r¨ªo de millones de las grandes tecnol¨®gicas. De Silicon Valley a las canchas NBA.

En Boston, Wardell Stephen Curry II, con 34 a?os, borr¨® por fin el MVP de las Finales de su lista de cosas por hacer, de la que el14 de diciembre hab¨ªa tachado tambi¨¦n, era cuesti¨®n de tiempo, lo de convertirse en el jugador con m¨¢s triples de la historia de la NBA. Curry, cuya dimensi¨®n como tirador no admite comparaci¨®n con ning¨²n ser humano, lej¨ªsimos incluso Ray Allen en promedios y volumen, redimension¨® su legado en unas Finales en las que su inexplicable talento, los brochazos de genio que va dejando por la pista entre suspiros ahogados de la afici¨®n rival y bocas que siguen abri¨¦ndose de par en par en la propia, decidieron un t¨ªtulo que pareci¨® de los Celtics. Que, no en vano, mandaron por 1-2 con ventaja en el ¨²ltimo parcial del cuarto partido. A tiro del 1-3, sucedi¨® Stephen Curry. Unos d¨ªas despu¨¦s, los Warriors eran campeones (4-2).

Sucedi¨® Stephen Curry y sucedi¨® la alquimia de estos Warriors, tal vez el mejor equipo de la historia. Desde luego uno de los mejores. El cuarto t¨ªtulo en ocho a?os y uno que llegaba despu¨¦s de dos sin pisar playoffs, un descanso para lamerse las heridas de la salida de Kevin Durant y recuperar a Klay Thompson, que regres¨® el 9 de enero despu¨¦s de 941 d¨ªas lesionado. Otra vez, no es todo cuesti¨®n de dinero y analytics: cuando dirige Steve Kerr y est¨¢n en pista Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, suceden cosas incre¨ªbles. Algo se conjura, algo se alienta. Y normalmente ganan los Warriors. Tambi¨¦n es cuesti¨®n de dinero: m¨¢s de 360 millones invertidos en plantilla. Porque se puede. Invertir para generar, el c¨ªrculo virtuoso del equipo cuya venta se cerr¨® en 450 millones de d¨®lares en 2010 y cuyo valor ronda ya los 6.000.

Campeones y con la forja intacta, incluido un regreso m¨¢s simb¨®lico que otra cosa de Andre Iguodala para una ¨²ltima cabalgada (38 a?os), los Warriors tienen que partir a la fuerza como favoritos, al menos hasta que se demuestre lo contrario. As¨ª tiene que ser mientras sigan Kerr, Curry, Klay y Green, que ha puesto a prueba la estabilidad de la franquicia con su pu?etazo a Jordan Poole durante un entrenamiento de pretemporada. La ¨²ltima salida de tono de un jugador inestable casi por concepto pero que, o as¨ª ha sido hasta ahora, es imposible de separar de un n¨²cleo duro que volver¨¢ a tener ese excelente lote de ayudantes que comandan Andrew Wiggins, Kevon Looney y Jordan Poole y en el que hay salidas carism¨¢ticas (Otto Poter, Gary Payton Jr) y entradas interesantes (Donte DiVincenzo, JaMychal Green). Y que esconde bajo la manga un as que puede ser un arma de destrucci¨®n masiva: su breve paso por las cloacas, esos dos a?os sin competir por arriba, dejaron un pu?ado de j¨®venes en prime de talento: el p¨ªvot James Wiseman (21 a?os, n¨²mero 2 del draft), el alero Jonathan Kuminga (19, n¨²mero 7) y el escolta Moses Moody (20 y 14). Los Warriors no canjearon la pasada temporada ese futuro por piezas para el presente, como ped¨ªan mucho para exprimir el ¨²ltimo gran tramo competitivo de Curry. Fueron campeones y conservaron a sus promesas: como estas den ahora el paso adelante¡­

El trono, como siempre antes de que las cosas se pongan en marcha, tiene muchos aspirantes. ?Reales? Apenas un pu?ado¡­ al menos a priori y despu¨¦s de un verano en el que la mayor noticia, por una vez, ha sido la ausencia de noticias. O de bombas at¨®micas: Kevin Durant pidi¨® el traspaso a Brooklyn Nets y Kyrie Irving pareci¨® tener tambi¨¦n las horas contadas en la Gran Manzana. Durante semanas, pareci¨® inevitable que KD acabara en un aspirante como Phoenix Suns, Miami Heat o Boston Celtics, el finalista. Una reformulaci¨®n de los centros de poder de la NBA, una m¨¢s, a la que parec¨ªa que acompa?ar¨ªa la reuni¨®n de Kyrie Irving con LeBron James en los Lakers, con Anthony Davis y, asunto clave, sin Russell Westbrook. Pero Durant, para cuyo precio real nadie estaba preparado, se qued¨® en Brooklyn. Kyrie, para cuya mala cabeza nadie quer¨ªa estar preparado, va a seguir tambi¨¦n en Brooklyn. Russell Westbrook, cuya temporada en L.A. con LeBron y Anthony Davis fue uno de los grandes desastres de la historia reciente de la Liga, va a comenzar curso en los Lakers, por imposible que pareciera en primavera. DeAndre Ayton, aunque con mala cara, sigue en unos Suns de los que pareci¨® divorciado y que racanearon con su extensi¨®n hasta acabar igualando, era agente libre restringido, la oferta de Indiana Pacers (4 a?os, 133 millones).

Los Lakers han decidido volver a intentarlo con Westbrook, aunque los suicidios se pagan caros y m¨¢s cuando la megaestrella, el rey sol LeBron, cumplir¨¢ en diciembre 38 a?os (20 en la NBA). Los Nets han decidido que lo que no te mata, te hace m¨¢s fuerte y siguen con Durant, Kyrie y un Ben Simmons que volver¨¢ a jugar al baloncesto m¨¢s de un a?o y medio despu¨¦s. Es dif¨ªcil ubicar, antes de que las cartas se repartan de forma definitiva, lo que la temporada pasada fueron dos fracasos de culebr¨®n. En todo caso, podr¨ªa parecer m¨¢s f¨¢cil que todo pueda salir lo suficientemente bien, una alineaci¨®n de astros sostenida al menos durante unos meses, en Brooklyn. ?O todo lo contrario?

Dudas en Phoenix y terremoto en Boston

Los Suns, finalistas en 2021 y el mejor equipo de la pasada regular season (64-18) regresan sin cambios sustanciales despu¨¦s de que los Mavericks les remontaran un 2-0 y les humillaran en su pista, en Arizona, en el s¨¦ptimo partido de semifinales del Oeste. Ayton empieza desintonizado con Monty Williams, Chris Paul cumplir¨¢ 38 a?os en playoffs, un titular como Jae Crowder est¨¢ apartado del equipo y en el mercado y la franquicia busca due?o despu¨¦s del esc¨¢ndalo que ha salpicado a Robert Sarver, acusado de sostener una cultura vergonzosamente t¨®xica y abusiva durante sus casi dos d¨¦cadas al mando. As¨ª que ahora mismo resulta tentador apostar a que el mejor momento de este proyecto de los Suns ya lo hemos visto¡­ y no vali¨® para ganar el anillo. Pero habr¨¢ que esperar, claro. Igual que con los Celtics, el finalista de 2021, que tambi¨¦n ha tenido jaleo veraniego con la sonada salida (suspensi¨®n de un a?o... solo por ahora) del entrenador, Ime Udoka, por comportamiento inapropiado con una trabajadora de la franquicia. Jaylen Brown est¨¢ mosqueado porque iba en todos los posibles paquetes para intercambiar por Kevin Durant y Robert Williams no jugar¨¢ al menos hasta Navidad por una operaci¨®n en la rodilla que llev¨® al l¨ªmite para jugar, lesionado, los playoffs y las Finales. Los Celtics deber¨ªa estar ah¨ª porque el bloque se mantiene (con un refuerzo de lujo como Malcolm Brogdon) pero los motivos est¨¢n al alcance de la mano de todo el que quiera, tambi¨¦n, dudar de ellos.

?Qu¨¦ queda? Pocas certezas. La mayor, Milwaukee Bucks. El campe¨®n de 2021 sigue con el bloque que sell¨® contractualmente para una ventana competitiva que todav¨ªa no se ha cerrado. El que lidera Giannis Antetokounmpo con dos escuderos que ya tienen pedigr¨ª ganador como Jrue Holiday y un Khris Middleton cuya lesi¨®n de rodilla lastr¨® la defensa del t¨ªtulo, que muri¨® en una tremenda serie de siete partidos contra los Celtics. El que crea que con el escolta los Bucks habr¨ªan navegado las muy turbulentas aguas de esa eliminatoria, tendr¨¢ que colocar al equipo de Wisconsin como, otra vez, la principal fuerza de un Este en el que Miami Heat ha tocado pocas cuerdas porque le ha fallado la caza mayor (Kevin Durant, Donovan Mitchell¡­) y Philadelphia 76ers lanza su ahora o nunca despu¨¦s de rodear a Joel Embiid y James Harden de un equipo con mucho m¨²sculo defensivo y el suficiente talento ofensivo: Tyrese Maxey, Tobias Harris, PJ Tucker, De¡¯Anthony Melton, Furkan Korkmaz, Matisse Thybulle¡­

En El Oeste, a la derecha de los Warriors, y a la espera de medir los niveles de melancol¨ªa de los Suns, se sientan unos Clippers post balneario. Superado lo que en teor¨ªa fue un a?o de transici¨®n y rearme para preparar lo que deber¨ªa ser, tal vez, el gran asalto de Kawhi Leonard (que se perdi¨® toda la temporada pasada) y Paul George. Otra pareja que acumula decepciones y expectativas no cumplidas desde su reuni¨®n en 2019. Hasta ahora, al menos. Si la rodilla de Kawhi responde, y con un entrenador como Tyronn Lue al frente, los Clippers tienen la profundidad necesaria para sentirse aspirantes: Norman Powell, Robert Covington, Marcus Morris, Luke Kennard, Nico Batum, Ivica Zubac, Terance Mann¡­ y John Wall, candidato a historia de redenci¨®n del a?o despu¨¦s de las lesiones y el ostracismo de la temporada pasada en Houston.

La competici¨®n hablar¨¢. Memphis Grizzlies, con su n¨²cleo joven at¨®mico (Ja Morant, Jaren Jackson Jr, Desmond Bane...), acab¨® segundo del Oeste la ¨²ltima fase regular, pero fueron los Mavericks, Luka Doncic y sus soldados de fortuna, los que devoraron a los Suns y jugaron la final de Conferencia contra los Warriors. El esloveno vuelve a partir como favorito para el MVP seg¨²n las casas de apuestas, ya en su quinta temporada en la NBA y una en la que su equipo tiene que demostrar que el ¨¦xito de la pasada temporada es sostenible. Hay un cambio trascendental: Jalen Brunson se ha ido a los Knicks y Christian Wood, un gran talento con lagunas de concentraci¨®n y pocas ganas de defender, ha llegado para ser la referencia interior (en ataque, al menos) de unos Mavs en los que Doncic sigue diciendo que no necesita una gran estrella a su lado: que se puede ganar as¨ª. El a?o pasado, la ¨²ltima vez que le vimos en pista con los Mavs, se qued¨® a las puertas de las Finales.

Denver Nuggets, como los Clippers tras un curso marcado por las bajas de largu¨ªsima duraci¨®n, podr¨ªa reaparecer en el primer¨ªsimo plano con el regreso de Jamal Murray y Michael Porter Jr, la omnipresencia de Jokic y la llegada de tipos duros como Bruce Brown y Kentavious Caldwell-Pope. Es un equipo al que es f¨¢cil imaginar entre los cuatro mejores del Oeste, un lugar al que ha dejado de aspirar Utah Jazz, que se baja del tren de los aspirantes para entrar en una profunda reconstrucci¨®n que env¨ªa a sus dos estrellas a otros equipos por primera vez en sus carreras: Donovan Mitchell jugar¨¢ en los Cavaliers, Rudy Gobert en Minnesota Timberwolves. El p¨ªvot, con su imponente efecto en regular season y sus problemas cuando los equipos aplican planes para minimizarlo en playoffs, formar¨¢ pareja interior con Karl-Anthony Towns despu¨¦s de una de las operaciones m¨¢s costosas de la historia, un traspaso que es un all in para los Wolves despu¨¦s de su regreso a playoffs la temporada pasada. Un camino de ascenso que tambi¨¦n han tomado los Pelicans, que siguen dando los pasos correctos y recuperan a Zion Williamson despu¨¦s de un a?o en blanco, y al que quiere volver Portland Trail Blazers, una franquicia totalmente reformada alrededor de Damian Lillard: Jerami Grant, Gary Payton II, Josh Hart, Anfernee Simons, Jusuf Nurkic¡­ Si no es ahora, quiz¨¢ ya no vaya a ser nunca para Lillard. Al menos en Oreg¨®n.

En el Este no hay sitio para todos. Al citado eje de poder (Bucks, Celtics, Heat, Sixers y Nets) hay que sumar, tal vez, a unos Hawks que despu¨¦s de un a?o muy decepcionante se han hecho con Dejounte Murray. A los Raptors, que siempre estar¨¢n ah¨ª, col¨¢ndose por cualquier resquicio que dejen los dem¨¢s y enredando con cualquier opci¨®n que ofrezca el mercado. Y, con dudas sobre el recorrido de los proyectos de Knicks y Bulls, a unos Cavaliers que son verdaderamente leg¨ªtimos con la llegada de Donovan Mitchell. Quieren pasar de feel good story a aspirantes, de reconstrucci¨®n impecable a top 4 del Este. Mitchell da legitimidad, polvo de estrellas y un carro de puntos al lado de Darius Garland, Evan Mobley, Jarrett Allen, Caris Levert, Isaac Okoro¡­ y, claro, un Ricky Rubio que regresa (por ahora, lesionado) y el eterno Kevin Love.

Los espa?oles... despu¨¦s del Eurobasket

La temporada arranca ahora y acabar¨¢ en alg¨²n punto entre el 9 de junio, cuarto partido de las Finales, y el 18, cuando se jugar¨ªa un hipot¨¦tico s¨¦ptimo. El 9 de febrero es el trascendental cierre de mercado, la mano de chapa y pintura que deja los equipos definitivamente listos para unos playoffs que empezar¨¢n el 15 de abril, cuatro d¨ªas despu¨¦s de (11-15) el ya asentado play in en el que se deciden las dos ¨²ltimas plazas para las eliminatorias en las dos Conferencias. El All Star Weekend viaja a Salt Lake City (17-19 de febrero) en la que puede ser la ¨²ltima temporada, veremos, sin ese torneo alternativo al estilo Copa europea (o March Madness, si se prefiere) que tiene entre ceja y ceja el comisionado Adam Silver.

La representaci¨®n espa?ola es la misma¡­ pero veremos si con nuevos roles. Ricky Rubio regresa a los Cavaliers despu¨¦s de su grave lesi¨®n y un traspaso a Indiana Pacers del que sali¨® con su regreso a Ohio ya hablado. Antes de fin de a?o, si la rodilla responde, podr¨ªa estar en pista otra vez. Serge Ibaka volver¨¢ a buscar su segundo anillo como fondo de armario en el juego interior de los Bucks, y los Hernang¨®mez regresan del Eurobasket como campeones y con un esp¨ªritu absolutamente relanzado. Juancho debuta en los Raptors, en busca de minutos y estabilidad, y Willy, MVP en Berl¨ªn quiere afianzarse como primer p¨ªvot suplente en la rotaci¨®n de los Pelicans. Usman Garuba, otro de los h¨¦roes del verano, inicia su segundo alto en Houston Rockets, un equipo en cuya reconstrucci¨®n tiene que subirse para no empezar a verse apartado (y Silas ha reconocido que le impresion¨® su labor a las ¨®rdenes de Scariolo). Finalmente, Santi Aldama tiene papeletas para tener un papel mucho m¨¢s importante en los ascendentes Grizzlies. Despu¨¦s de un verano sin Selecci¨®n y de mucho trabajo silencioso, este puede ser su momento.

La temporada NBA para el baloncesto espa?ol tendr¨¢ otro hito. En el d¨ªa en el que la Liga anunci¨® su nuevo calendario, los Lakers pusieron fecha y oficialidad a lo que era un secreto a voces: la camiseta de Pau Gasol, el n¨²mero 16 que llev¨® el de Sant Boi con los angelinos, ser¨¢ retirado y elevado al techo del ahora Crypto.com Arena (antes Staples Center) el pr¨®ximo 7 de marzo. Ser¨¢ en noche de partido entre los Lakers, donde Gasol jug¨® entre 2008 y 2014, y Memphis Grizzlies, su primera franquicia en la NBA (2001-08). Con los de Tennessee fue Rookie del A?o y una vez all star. En L.A. fue tres veces all star (sum¨® dos m¨¢s con los Bulls) y, claro, dos veces campe¨®n. En 2009 y 2010 como el gran aliado, el escudero de Kobe Bryant, su gran amigo fuera de las pistas.

No hay muchos honores mayores en el mundo del deporte estadounidense que la retirada del n¨²mero. Y, desde luego, no hay cimas m¨¢s altas de la NBA que lograr ese hito con los legendarios Lakers. Nadie m¨¢s llevar¨¢ el 16 en los angelinos, en los que el de Pau ser¨¢ el duod¨¦cimo n¨²mero retirado. Se unir¨¢ a Kobe (un caso ¨²nico con dos n¨²meros para siempre en propiedad, el 8 y el 24) en a una lista que corta la respiraci¨®n (Magic Johnson, Jerry West, James Worthy, Elgin Baylor¡­) y que incluye a algunos de los mejores p¨ªvots de la historia: Wilt Chamberlain, Shaquille O¡¯Neal, Kareem Abdul-Jabbar. Los nombres dan la medida del logro de Pau Gasol. De su trascendencia en una franquicia que en esta temporada, si no sucede nada extra?o (b¨¢sicamente: si no media lesi¨®n grave), tendr¨¢ otro hito de leyenda: LeBron James superar¨¢ a Kareem Abdul-Jabbar y se convertir¨¢, tambi¨¦n vestido de dorado y p¨²rpura, en el jugador con m¨¢s puntos en la historia de la NBA.

Kareem se retir¨® con 38.387, LeBron est¨¢ antes del inicio de curso en 37.062. Le quedan, por lo tanto, 1.325 puntos. En la media de su carrera (27,1 por noche) superar¨ªa al m¨ªtico p¨ªvot en torno al partido 49 de la temporada. En los n¨²meros de la 2021-22 (30,3) tardar¨ªa todav¨ªa menos: unos 44 partidos. Otra marca extraordinaria de un LeBron que, tambi¨¦n en clave laker, rebasar¨¢ el total de asistencias de Magic Johnson: 10.141. LeBron est¨¢ en 10.045 y la pasada temporada promedi¨® 6,2 por partido (7,4 en su carrera). De hecho, si juega un n¨²mero muy alto de los 82 partidos de regular season, El Rey podr¨ªa superar tambi¨¦n a Mark Jackson y Steve Nash y situarse ya cuarto en el hist¨®rico de pases de canasta. Sencillamente incre¨ªble; sencillamente, LeBron James.