NBA | SUNS 90 - MAVERICKS 123 (3-4)
Y, de postre, el Especial Doncic
Los Mavericks de Luka Doncic consiguen un triunfo nunca antes visto y dejan en verg邦enza a los subcampeones, que no se presentaron en el partido decisivo.
Ni los m芍s viejos del lugar hab赤an visto algo as赤. Una p谷rdida de papeles tal de un subcampe車n que repet赤a el a?o siguiente en lo alto, porque llegaba a estos nuevos playoffs como equipo con m芍s victorias, es digna de estudio cuando se calmen las aguas. ?Qu谷 han hecho los Suns? No se lo explican ni ellos ni los Mavericks, que se encontraban a manos llenas y acierto tras acierto eran incapaces de parar de hacer da?o a un rival que, sin intenci車n de ser demasiado duro para todo lo que se vio, un pelele en sus manos.
Desaparici車n absoluta. No hubo ni ocho minutos, ni cinco, ni tres, en los que los de Monty Williams fueran una amenaza para las opciones de los Mavs. De pe a pa, que se suele decir en espa?ol, fue el repaso ofrecido por el cuadro visitante. Afrontar un game 7 en la NBA es una tarea de enormidad y esto pareci車 un entrenamiento con p迆blico. Ni siquiera le entraron ganas a los aficionados de abuchear o pitar a sus jugadores, el contraste fue tan chocante que las caras no eran de desesperaci車n o enfado sino de incomprensi車n. Se hab赤a ido la temporada por el sumidero dejando escapar a Dallas en su casa sin dar batalla y ofreciendo el hogar como lugar de la fiesta final (y a los que les toca recoger es a los Suns). Un horror de principio a fin para ellos. La diferencia lleg車 a ser de 46, par芍ndose en 33 con el 90-123.
Se acordar芍n muchos de los piques que ha tenido Doncic. ?l demostr車 en el quinto encuentro que s赤. Dec赤a en alto que sus rivales eran muy gallitos cuando estaban por encima. Booker, por ejemplo, tuvo un par de enganchones con 谷l. Sin importancia alguna, pero con una peque?a mofa que cabre車 al esloveno. En una ca赤da Devin se tir車 forzando una falta y lo llam車 el Especial Doncic. ?Era una simpleza! Pese a carecer de relevancia son esas las im芍genes que te vuelven a la cara como si fueran un boomerang. El especial de la carta era el postre, se sirve fr赤o y a los Suns no les va a costar dinero sino la reputaci車n.
Esto fue mundial. Por servir un par de datos sobre esta abultada victoria y un lejano porqu谷 de tanto revuelo, dos ejemplos bien enlazados. Porque hablamos de un game 7 y del primer clasificado en la fase regular. Ning迆n partido de eliminaci車n hab赤a estado tan desequilibrado en el marcador desde que los Warriors ganaron a los Bombers en 1948. Ellos son los pr車ximos rivales de los Mavericks. Esos Warriors se cargaron a los Grizzlies, segundos del Oeste, y se da la casualidad que el 迆ltimo a?o en el que los dos primeros de esa conferencia se han visto fuera de la consecuente final fue 2011, el a?o en el que Dallas logr車 su 迆nico campeonato de la NBA. Por si quer赤an m芍s ingredientes en forma de coincidencias. Para tener en cuenta mirando hacia el frente y para que los Suns hagan un examen de conciencia profundo.
Los locales salieron con una parsimonia que luego deriv車 en graves problemas a la hora de atacar. Se vieron imposibilitados para surtir de balones a Booker en buenas posiciones y ni siquiera el director de juego ten赤a el bal車n como quer赤a. El inicio fue a punto por minuto en los primeros siete y los Mavericks empezaron a tomar ventajas a triple limpio. Doncic (35 puntos) s赤 manejaba los tiempos de la jornada como a 谷l le conven赤a e iba probando a qui谷n y c車mo pasarla para hacer el mayor da?o posible. Kidd prob車 r芍pido a cambiar a Powell por Kleber, abri車 espacios sin que un horrible Ayton le penalizara y los tiros de tres cayeron como lluvia. En el corte entre el primer y segundo cuarto fue un pilar fundamental Dinwiddie (30 puntos), que lleg車 a errar s車lo cuatro de sus quince tiros de la noche. Fue el anotador auxiliar que se pide para Luka en momentos tan fundamentales como 谷ste, partidos a vida o muerte. La variedad entre ambos y alguna aportaci車n menor de Kleber o Bullock hac赤an m芍s grande la monta?a en Phoenix. El problema principal de los Suns estaba, sin embargo, en la ofensiva. Los 10 puntos anotados en el segundo periodo hicieron que la diferencia al descanso fuera de 30. El papel de Booker y Paul era reducid赤simo y los dem芍s tampoco se ve赤an con una gu赤a de funcionamiento frente a los ojos. Fallos debajo del aro, balones mal tocados que en cualquier partido ser赤an canasta, acumulaci車n de posesiones perdidas por faltas o p谷rdidas que se dan por no estar metido en el juego... Desprop車sito.
Hab赤a que saber si de los vestuarios los de Williams saldr赤an con una nueva cara, la que hab赤an mostrado en sus partidos como local en esta misma eliminatoria. No parec赤a tan dif赤cil. Pero entre Paul, que acab車 con una lesi車n muscular, y Ayton, m芍s perdido que el barco del arroz, no hac赤an ni media amenaza. Booker s赤 intent車 ser el escape de tan dif赤cil situaci車n. Lo que pas車 fue peor. La diferencia iba hacia arriba y no al rev谷s. Ya era una paliza. Los aficionados empezaban a abandonar las localidades en el tercer cuarto y no hab赤a sonido de viento en el desierto de Arizona. Brunson (24 puntos) cogi車 el relevo a sus compa?eros para marear a la defensa rival e ir firmando el acta por anticipado. Luego llegaron las apariciones de Johnson o Payne, tard赤as y simplonas, o el continuo cambio en la pintura: McGee, saliendo y entrando; Biyombo, como pollo sin cabeza; Ayton, lo dicho; y, por 迆ltimo, jugar sin p赤vot... Y para nada.