Popovich se queda sin vidas

Gregg Popovich dice adi¨®s. El legendario entrenador, un mito viviente que en teor¨ªa seguir¨¢, al menos, una temporada m¨¢s en el banquillo texano, se queda sin vidas en Nueva Orleans. En una grada llena pero un lugar baloncest¨ªsticamente vac¨ªo, ante una franquicia joven y con escasa base social que ha transformado las migajas de su pasado m¨¢s reciente en un leve intento de competitividad. Ah¨ª es donde ha naufragado un equipo, el texano, con el que nadie contaba para el play-in, pero que ha llegado a base de los constantes dem¨¦ritos de los Lakers y de una ligera regularidad que ha consistido en fallar menos, que no en acertar m¨¢s. Al final, la ¨²ltima vida de los Spurs se qued¨® en eso, una ¨²ltima vida, sin adornos ni tiempos extra, con una representaci¨®n de lo que son en este momento como equipo y como proyecto. Y si bien el m¨¦rito de haber llegado tan lejos luchando contra los elementos existe, la entidad necesita dar una gran vuelta a sus capacidades para replantearse un futuro que de momento no se vislumbra.

Jam¨¢s, con Gregg Popovich, los Spurs hab¨ªan tenido tan mala temporada: 34-48, m¨¢s victorias que los dos ¨²ltimos a?os (32 y 33), marcados por la pandemia, pero peor porcentaje: apenas un 41,5% paraun entrenador que ha superado el 45% en esas dos ¨²ltimos cursos. Aunque ese jam¨¢s tendr¨ªa un matiz importante: Popovich, General ;anager del equipo, despidi¨® a Bob Hill en la 1996-97 para dar el salto al banquillo y, tras la en¨¦sima lesi¨®n de David Robinson, se centr¨® en ese n¨²mero 1 del draft que acab¨® dando forma a su dinast¨ªa, un Tim Duncan que llegar¨ªa meses despu¨¦s. Ah¨ª, en su a?o rookie, Popovich entren¨® 64 partidos y apenas gan¨® 17. Un 26,6% de victorias. Algo que se tom¨® como necesario para que llegara todo lo dem¨¢s. El problema hoy, claro, es qu¨¦ demonios va a llegar despu¨¦s de esto.

Los Pelicans fueron, sencillamente, mejores. Son, a pesar de sus carencias, superiores a los Spurs por talento, puntos, juego interior y recursos. Los locales, en un estadio semejante al Target Center de los Timberwolves la pasada noche (llen¨ªsimo), se fueron abriendo paso de forma paulatina y segura. Una canasta de Brandon Ingram (27 puntos. 5 rebotes, 5 asistencias y solo 2 robos) a inicios del ¨²ltimo cuarto pon¨ªa los 19 de ventaja (94-75) a poco m¨¢s de 11 minutos para el final. La ventaja lleg¨® a ser de 21 y, a pesar de ello, los Spurs tiraron de pundonor y protagonizaron su particular conato de remontada: 16-3 de parcial y 97-91 con 5 minutos para el final con un triple de Devin Vassell (23 tantos, con 7 de 13 desde el exterior). Ah¨ª se quedaron; los Pelicans dudaron lo justo para dar emoci¨®n a la noche, pero consiguieron relativizar, alejarse de la presi¨®n y cerrar el partido. Ingram, con 10 de sus 27 puntos en los ¨²ltimos 12 minutos, fue el responsable de la templanza. Y el resto lleg¨® a trav¨¦s de los errores de los Spurs, incapaces de mantener una capacidad anotadora de la que, en realidad, carecen.

El contraste con Ingram fue CJ McCollum, que se qued¨® sin anotar en el periodo final, pero fue el h¨¦roe del resto del choque: 32 puntos para ¨¦l, 19 sin fallo (7 de 7) en el segundo cuarto, 6 rebotes y 7 asistencias. El flamante fichaje de los Blazers dej¨® a su inseparable Damian Lillard para unirse a un mercado peque?o en el que ha vuelto a competir y a sentirse jugador de baloncesto. Y a mejorar sus n¨²meros: desde su llegada, ha pasado de 20 a 24 puntos por noche, del 43 al 49% en tiros, del 38 al 39% en triples... y todo en menos minutos y en 26 partidos. El escolta tuvo la inestimable ayuda de Jonas Valanciunas (22+14), las buenas funciones del todoterreno Herbert Jones y las 12 tantos de Jos¨¦ Alvarado desde el banquillo. Willy Hernang¨®mez, con buenos minutos en regular season, lo vio todo desde el banquillo. Willie Green no cont¨® con ¨¦l.

En los Spurs no hubo respuesta m¨¢s all¨¢ del final. Ni un gran partido de Dejounte Murray: 16 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias para el base, All Star este curso como premio menor a una despedida muy mala en el lanzamiento: 5 de 19 en tiros de campo y 1 de 5 en triples. Los texanos tuvieron hasta 6 jugadores por encima de la decena de puntos, pero su colectividad no estuvo dotada de capacidad defensiva ni de solidez interior, dos carencias que les han acompa?ado este a?o y los dos anteriores, en los que han firmado tres de lo cuatro peores ratings defensivos de la historia de la franquicia. Popovich dice adi¨®s en silencio, con su deportividad habitual, con un final que sigue alargando, un plan de jubilaci¨®n ligeramente triste y sin dar pistas de cu¨¢ndo y d¨®nde se producir¨¢ un relevo que ya se ha quedado sin Beky Hammond como heredera (este fue su ¨²ltimo encuentro al lado de Popovich antes de poner rumbo a la WNBA) y para el que ha sonado un Quin Snyder que oposita para su salida de Salt Lake City. ?D¨®nde van los Spurs? Esa es la gran pregunta. Algo que no quita, claro, la inabarcable carrera de Gregg Popovich. Que, de una forma u otra, ya no tiene que demostrar nada a nadie. Eso est¨¢ claro.