Treinta y dos a?os despu谷s de su tr芍gica muerte en accidente de tr芍fico, ingresa en el Hall of Fame el inolvidable jugador que abri車 la senda de la NBA para el baloncesto espa?ol.
Cada vez es m芍s dif赤cil, en la solapa de los a?os que han pasado y las historias que se han amontonado, sobre 谷l y sobre el baloncesto espa?ol en el que tantas cosas le siguieron, separar las hebras de la leyenda de lo que realmente sucedi車. Y, seguramente, as赤 tiene que ser. El personaje, esa mezcla de la persona y el jugador que se nos acab車 haciendo intocable, lo merece. Y es desde luego imposible imaginar un nombre cuya presencia sea m芍s l車gica, m芍s natural, en la primera generaci車n del Hall of Fame del baloncesto espa?ol (cuyo acto se celebrar芍 el pr車ximo 21 de octubre en el Estadio de la Cartuja) que el de Fernando Mart赤n.
Que hace doblete, por cierto, porque ya ingres車 en 2007 en el Sal車n de la Fama de la FIBA. El personaje, la estrella antes de las estrellas en el baloncesto espa?ol, el primero de muchas cosas. El chico del que George Karl escribi車 en su biograf赤a (Furious George) aquello de que era ※un h谷roe nacional, un tipo guapo de pelo oscuro. El equivalente en EE UU habr赤an sido Magic, Bird o Jordan, pero quiz芍 James Dean se acerca m芍s a su impacto§. El que se encaraba con la prensa, al que se persegu赤a por su vida privada cuando eso no era algo que suced赤a a los deportistas en Espa?a, no todav赤a; el que tuvo su videojuego (Fernando Mart赤n Basket Master, de Dinamic Software). El que hizo un viaje a Estados Unidos que pr芍cticamente nadie hab赤a hecho todav赤a. Y el que se dej車 la vida en la incorporaci車n de la Carretera de Barcelona a la M-30, en un d赤a lluvioso, 3 de diciembre de 1989, en un Lancia Therma 8.32. Iba a ver un Real Madrid-Baloncesto Zaragoza, en el Palacio, que no iba a jugar por unos ya recurrentes problemas de espalda. Ten赤a 27 a?os, muchos antes de cuando nadie deber赤a morir, y una edad en la que hoy, mucho despu谷s, ning迆n jugador es un veterano. Menos de cuatro a?os despu谷s, un fino hilo tambi谷n les acab車 uniendo en eso, muri車 en otro accidente de tr芍fico Drazen Petrovic. Rival, compa?ero, n谷mesis.
Dos d赤as despu谷s del fatal accidente, el Real Madrid decidi車 jugar su partido de Recopa, en el Palacio y contra el PAOK. Fue la tarde de la camiseta, blanca y azul con el 10, de Fernando Mart赤n desplegada en el banquillo; de los jugadores rivales dejando flores y los del Real Madrid corriendo por los pasillos para abrazar a la madre de Fernando y Antonio, que rechaz車 el aplazamiento porque ten赤a claro que su hermano habr赤a querido que se jugara. Y que en el descanso, despu谷s de una primera parte en la que apil車 una desventaja de hasta 19 puntos, areng車 a unos compa?eros desorientados por una carga emocional que convert赤a al partido en un asunto min迆sculo: ※Sois un mont車n de putas, Fernando no habr赤a querido esto§. El Madrid acab車 ganando por 15. Fue una jornada que qued車 grabada para siempre en todos los que la vivieron. El d赤a en el que trascendi車 el jugador y naci車 el s赤mbolo.
El equivalente en EE UU habr赤an sido Magic, Bird o Jordan, pero quiz芍 James Dean se acerca m芍s a su impacto
George Karl
S赤mbolo: Fernando Mart赤n fue el mascar車n de proa del baloncesto espa?ol A.D.P.G., antes de Pau Gasol. Antes de que la generaci車n de los J迆niors de Oro se pusiera a reescribir las normas, la historia. Fue el estandarte de las noches de plata de Los ?ngeles 1984, la monta?a de m迆sculos cuyos golpes con Audie Norris retumbaban a trav谷s de la televisi車n, el jugador que se atrevi車 a macharse a Estados Unidos para pisar la NBA, territorio entonces desconocido. En esa temporada 1986-87 jug車 en los Trail Blazers de Portland. Trail Blazers: los aventureros, los que abren caminos. Un nombre que ven赤a de la c谷lebre expedici車n de Lewis y Clark, que acab車 cerca de la actual Portland tras partir de los alrededores de San Luis y ser los primeros en cruzar el oeste de Estados Unidos. Nombre de pioneros. Los s赤mbolos.
El Fernando Mart赤n jugador, un interior de hormig車n con talento de vieja escuela para anotar, era un competidor extraordinario, voraz. Madrile?o de nacimiento y car芍cter, le dio a todo: judo, tenis de mesa, balonmano, nataci車n (fue cinco veces campe車n de Castilla) y a los 15 a?os empez車 a jugar al baloncesto, un deporte que le ten赤a que ayudar a tratar un problema reum芍tico de coraz車n. El exjugador del Estudiantes Mariano Bartivas era entrenador en su colegio, San Jos谷 del Parque (un centro marista), y fue el que vislumbr車 su potencial y lo reclut車, primero para su equipo (en 1977) y despu谷s para el Estu. En la temporada 1979-80 ya hab赤a debutado con el primer equipo, con 17 a?os. En la siguiente era un titular todav赤a j迆nior en un grand赤simo Estudiantes que fue subcampe車n. Todav赤a no hab赤a llegado la ACB, y eran los a?os de una Liga Nacional en la que muchos compaginaban baloncesto y estudios. En ese baloncesto espa?ol que ara?aba como pod赤a la profesionalidad, el Bar?a se fij車 en 谷l, el Joventut lleg車 a un acuerdo con el Estudiantes# y el Real Madrid ech車 un 車rdago de 10 millones de pesetas para que el nuevo chico de oro se quedara en la capital.
En el Real Madrid, Fernando Mart赤n gan車 cuatro Ligas, tres Copas, una Supercopa, dos Recopas, una Korac y un Mundial de Clubes. Se resisti車, eran aquellos a?os de una sequ赤a que acab車 pareciendo maldici車n, la Copa de Europa. La roz車 en 1985, cuando el Real Madrid perdi車 la final en El Pireo contra la Cibona. Drazen Petrovic, entonces enemigo, anot車 36 puntos y fundi車 el sue?o de la octava, que tuvo esperar hasta 1995, hasta Sabonis. En su 迆ltimo a?o antes de irse a la NBA, 1985-86, promedi車 23,3 puntos y 7 rebotes. Cuando regres車, y aguant車 el pulso en las negociaciones hasta que sac車 un contrato r谷cord de 100 millones de pesetas al a?o, lo retom車 donde lo hab赤a dejado: 22,1 puntos y 7,1 rebotes.
En medio estuvo la NBA, el camino abierto para otros. El s赤mbolo, el trail blazer. Los Nets le dieron el n迆mero 38 del draft en 1985, pero le ofrecieron un contrato no garantizado que Mart赤n rechaz車 porque, entre otras cosas, en cuanto firmara el contrato se cerrar赤a la puerta del Mundobasket 86 que se jug車 en Espa?a. Eran los a?os en los que los NBA no pisaban las competiciones FIBA. S赤 cedi車 el b迆lgaro Gueorgui Glushkov, que salt車 del Varna a los Suns como n迆mero 148 de aquel draft de 1985 y se convirti車 en el primer europeo que debutaba en la NBA sin haber pasado antes las universidades estadounidenses. Fernando Mart赤n fue el segundo, un a?o despu谷s y un curso frustrante en el que se le amontonaron problemas f赤sicos (fractura de nariz, artroscopia en la rodilla#), dificultades de adaptaci車n, incomprensi車n mutua con el cuerpo t谷cnico y la obvia diferencia que hab赤a entonces entre el baloncesto de dos mundos que todav赤a no se tocaban. Jug車 en esa temporada 1986-87 146 minutos en 24 partidos. Sum車, en total, 22 puntos, 28 rebotes y 9 asistencias. Su primera canasta lleg車 en su cuarto partido, su techo fueron 6 puntos (contra los Clippers) y en playoffs jug車 un minuto. Pero qued車 el camino. Tan dif赤cil, un salto de fe tan grande, que nadie lo pis車 hasta que irrumpi車 Pau Gasol en 2001. Otro mundo.
Qued車 el s赤mbolo: Rudy Fern芍ndez se puso su camiseta, el 10 negro vintage de los Blazers, cuando particip車 en el concurso de mates del All Star de Phoenix, en 2009. En plena ca赤da de todos los telones de acero, los muros y los complejos en el baloncesto y el deporte espa?ol. Antes de todos y antes de todo, hab赤a estado 谷l, un jugador en su tiempo 迆nico al que el trance de la NBA le dej車 en solo 86 partidos con la Selecci車n. Las lesiones le impidieron jugar despu谷s del par谷ntesis americano y de sus 谷xitos anteriores: convocado por primera en 1981 por Antonio D赤az-Miguel, plata en el Eurobasket de 1983 y, sobre todo, en los Juegos de Los ?ngeles de 1984, una cita cuyo billete hab赤a celebrado cenando con Epi y Felipe Gonz芍lez en un restaurante de Par赤s, La Tour d*Argent.
El Doctor Del Corral dice que era ※un tipo que desechaba lo superfluo, libre§. Epi, que ambos se hicieron mejores el uno al otro, esquirla de la rivalidad de puente a谷reo, los eternos Real Madrid-Barcelona. Y Lolo Saiz, su entrenador por encima de todos, que se tomaba cada acci車n ※como una lucha por sobrevivir§. As赤 hizo su camino, uno 迆nico entonces, y as赤 se convirti車 en un tomo de la historia de un baloncesto espa?ol imposible de entender sin 谷l. Y as赤, con cada canasta, cada rebote robado a palos a Audie Norris y cada t赤tulo, fue dejando una estela que llega ahora, una cuesti車n de justicia y honor, al Hall of Fame del baloncesto espa?ol.