El salvador de Giannis: Jrue Holiday, del ostracismo a la luz

Giannis pidi¨® y los Bucks le dieron. Fue la comidilla del pasado verano, con el proyecto de Milwaukee en horas bajas y muchos problemas para su continuidad tras una eliminaci¨®n temprana en semifinales del Este, ante el quinto clasificado, los Heat, y por un contundente 4-1. Los a?os pasaban, Antotekounmpo no ganaba, la afici¨®n se impacientaba y el miedo de acrecentaba en los despachos de una franquicia que no ganaba el anillo desde 1971, en la prehistoria de una Liga que viv¨ªa tiempos tan lejanos, que incluso todav¨ªa no conoc¨ªan a Kareem Abdul-Jabbar como tal. Lew Alcindor y Oscar Robertson lideraron un equipo que por entonces estaba en el Oeste, peque?o de corto recorrido (apenas ten¨ªa tres a?os de existencia) al mayor de todos los ¨¦xitos. Lo que nadie sab¨ªa entonces es, que despu¨¦s de aquello, no volver¨ªan a ganar.

La din¨¢mica se ha intentado cambiar muchas veces. A¨²n hubo tiempo a disputar otras Finales (1974, con derrota por 4-3 ante los Celtics), un a?o antes de que Jabbar, ya autobautizado de ese modo, pidiera el traspaso tras un bochornoso 38-44, relegados al ¨²ltimo lugar de la competici¨®n sin un Robertson reci¨¦n retirado. La salida del p¨ªvot, que exigi¨® un mercado grande (su leyenda continu¨® en los Lakers), aceler¨® las cosas: los Bucks pasaron a ser el equipo de Sydney Moncrief y Don Nelson en los 80, con ocho participaciones consecutivas en playoffs (tres finales de Conferencia y cinco semifinales), luego se adentraron en a?os dif¨ªciles primero (con Del Harris) e imposibles despu¨¦s (con Mike Dunleavy) y resucitaron con George Karl, Glenn Robinson, Sam Cassell, Ray Allen...

Fue, hasta que lleg¨® Anteto, la ¨²ltima final de Conferencia que disput¨® un equipo que ya era del Este y que perdi¨® en siete partidos ante los Sixers de Iverson, en 2001. Tras esto, otra traves¨ªa en el desierto hasta la llegada de un Giannis que destac¨® con Jason Kidd y explot¨® con Mike Budenholzer, un entrenador cuestionado y sin aura, pero que ha explotado individualmente a un jugador de otra era. Los Bucks han sumado 60, 56 y 46 victorias en los tres a?os del t¨¦cnico, r¨¦cords que podr¨ªan ser mayores de no ser por el acortamiento de las temporadas, coronavirus mediante. Y volvieron a las finales del Este, que empezaron ganando 2-0 en 2019 antes de que Kawhi hiciera de las suyas y el We The North escribiera un nuevo cap¨ªtulo en la historia de la competici¨®n.

R¨¢pidamente, todo se torn¨® en impaciencia. A Giannis le quedaba un a?o de contrato, la eliminaci¨®n ante los Heat hab¨ªa sido dolorosa y el griego se negaba a asegurar su continuidad. Budenholzer, m¨¢s fuera que dentro, se qued¨® para contentarle. Bogdanovic lleg¨®, pero al final no, y recal¨® en unos Hawks eliminados por los propios Bucks en las finales del Este, esa ronda maldita que no superaban desde 1974. Thanasis llegaba por obra y gracia de la directiva y, otra vez, petici¨®n del hermano y l¨ªder indiscutible. Y, entre todo ello, emergi¨® el fichaje que ha supuesto la reconciliaci¨®n de la historia, la firma del contrato de Giannis y una clasificaci¨®n para las Finales en las que ha tenido mucho que ver dicha llegada. Hablamos, claro, de Jrue Holiday.

Un base enterrado en Nueva Orleans

Cuando se recuerde la carrera de Jrue Holiday, habr¨¢ un antes y despu¨¦s de los Pelicans. Primero, la erupci¨®n con unos Sixers en los que se dio a conocer y disput¨® su primer y ¨²nico All Star, all¨¢ por 2013. Y segundo, su llegada a los Bucks y todo lo que ello ha supuesto. Entre medias, siete a?os perdidos en los Pelicans, con dos tristes participaciones en playoffs y apenas una ronda ganada, en 2018 con Anthony Davis, y compa?¨ªa. Y, en ese tiempo, alguna que otra lesi¨®n (solo disput¨® 82 partidos en su a?o sophomore), muchos rumores de traspaso y m¨¢s de 126 millones en contratos.

En teor¨ªa, el traspaso de Holiday era una buena decisi¨®n de los Pelicans. Le encontraban salida a un jugador de 30 a?os que quer¨ªa salir, y que no cuadraba con el proyecto joven que intentan crear en torno a Zion. Holiday ha cobrado 26 millones de d¨®lares este curso y tiene una player option de 27 (casi nada) para el pr¨®ximo. En otras palabras, un riesgo que los Bucks asum¨ªan aunque fuera a corto plazo, siempre para contentar a un Giannis que acab¨® firmando por 228 millones en cinco temporada, ligando su carrera a la del equipo que le drafte¨®. En la operaci¨®n, los Pelicans recib¨ªan a Eric Bledsoe y George Hill. Unos se la jugaban y los otros se libraban de algo que no quer¨ªan. Pero, pero, pero...

Del ostracismo a la luz

Al final, en los Pelicans ha reinado el m¨¢s absoluto desastre y los Bucks han salido vivos de una temporada en la que casi nadie lo ha hecho. Librarse de un hombre monopolizador y unidimensional como Bledsoe, denostado por la afici¨®n de Milwaukee y por la opini¨®n p¨²blica, ha sido un chorro de agua fr¨ªa. Y nadie echa de menos a Hill, muy veterano y lejos de sus mejores d¨ªas. Y, claro, la recompensa ha sido impresionante: 17,7 puntos, 4,5 rebotes y 6,1 asistencias para un jugador que destaca igual que lo hac¨ªa en los Pelicans... pero con repercusi¨®n. Apareciendo en las portadas, saliendo en los telediarios y salvando un proyecto que lucha incansablemente en convertirse en dinast¨ªa. O, al menos, en campe¨®n. Algo muy dif¨ªcil de conseguid en una NBA que no espera a nadie. Y si eres un mercado peque?o, menos todav¨ªa.

Todo este proceso ha provocado que mucha gente se d¨¦ cuenta ahora de que Holiday es muy bueno. No es un base al uso, ni un jugador bueno asecas. Es pr¨¢cticamente una estrella, el base que mejor compensa el ataque y la defensa de la competici¨®n (detr¨¢s, quiz¨¢, de Chris Paul), un gran pasador, con una capacidad innata para habilitar y mejorar a sus compa?eros, una voz que el resto sigue y un l¨ªder que, adem¨¢s, anota c¨®mo y cu¨¢ndo quiere. Y, con una fiabilidad inusitada para el uno contra uno en los dos lados de la pista, de stopper a pesar de gastar en la ofensiva y de tirador, una cualidad que nunca hab¨ªa explotado tanto como en el presente curso: por encima del 50% en tiros de campo y del 39% en triples, las cifras m¨¢s altas de toda su carrera. Esenciales para compenetrarse con un Anteto con el que se compenetra perfectamente en pista, corriendo cuando hay que hacerlo, d¨¢ndole el ¨²ltimo pase en transici¨®n o anotando de tres cuando las defensas se encierran en torno al griego en la zona.

Holiday ha explotado este curso y se ha vuelto esencial tras la lesi¨®n de Giannis. Su tiro de tres se ha resentido en playoffs, pero ha explotado su capacidad distribuidora. Promedia 17,6 puntos y m¨¢s de 8 asistencias en la fase final, se ha ido a 22+5+10 en la serie ante los Hawks, con 33 puntos y 10 asistencias en el duelo inicial, 25+6+13 en el quinto asalto y 27+9+9+4+2 en el sexto, con clasificaci¨®n para las Finales incluida, las primeras de su carrera. El base se ha consolidado dentro de la competici¨®n, ha sido un fil¨®n para los Bucks y solo falta por ver si ejercer¨¢ su player option y continuar¨¢ su vinculaci¨®n con la franquicia en la que ha disfrutado de su incre¨ªble retorno, o tendr¨¢ que esperar. En su debut en las Finales, su papel fue de nuevo esencial: irregular en el lanzamiento (apenas un 36%), pero con unos buenos promedios (16,7+6,2+9,3) y 27 puntos con 13 asistencias en el quinto partido, el que dio la vuelta a la eliminatoria con hasta tres compa?eros anotando 27 o m¨¢s puntos en la historia de las Finales.

Pero si por algo se ha destacado Jrue es por eso que ya dej¨® entrever en los Pelicans, entre buenos momentos, lesiones y el hecho de pertenecer a una franquicia a la deriva. La defensa ha sido el factor diferencial de un base POA (point of attack: agresividad m¨¢xima sobre la bola). Chris Paul se fue a 32 puntos y 9 asistencias en el duelo inicial; a partir del segundo, Jrue se encarg¨® de su defensa a tiempo completo. Y convirti¨® la vida del base de los Suns, uno de los mejores de la historia en su puesto, en un suplicio. Un muro de m¨²sculo y concentraci¨®n de plomo. Jrue hab¨ªa tenido secuencias defensivas para enmarcar antes del quinto partido, y fue ah¨ª donde, tambi¨¦n, firm¨® una noche completa en ataque en unas Finales que comenz¨® fallando todo, lejos y cerca del aro, pero rectific¨® a tiempo, en ese quinto partido integral, definitivo, clave. Previo a un sexto de vuelta al ruedo (4 de 19 en tiros), pero en una serie en la que ya hab¨ªa dejado su huella. Y en una temporada en la que ha sido la revelaci¨®n de un equipo revelador. Culminada, claro, con un anillo que durar¨¢ para siempre y que lucir¨¢ en lo m¨¢s alto del curr¨ªculum de un base que es, sencillamente, extraordinario. As¨ª lo ha demostrado.