De 15 victorias al anillo: los Bucks, persistencia y sanaci¨®n
Tras dos temporadas de tropiezos en playoffs, el proyecto de Mike Budenholzer alcanza la ansiada gloria. En 2014, la franquicia tocaba fondo.
?Nos podemos creer a los Bucks? Una pregunta recurrente. El castigo sobre una franquicia que, en los ¨²ltimos a?os, se hab¨ªa convertido en una m¨¢quina perfecta en temporada regular. S¨®lo ah¨ª. En playoffs, la historia era muy distinta y el duro mantra, merecido. Puede que excesivamente, pero s¨ª con esa parte de raz¨®n que suele tener aquello que es vox p¨®puli. En 2019, cayeron en las Finales de Conferencia. Fue ante Toronto Raptors, a la postre campeones, tras desaprovechar un 2-0 en la serie. En 2020, el desparrame, de proporciones mayores, se produjo en las semifinales del Este, ante el matagigantes del torneo, unos Heat a los que solamente Los Angeles Lakers pudieron frenar en su haza?a. En ambos casos, despu¨¦s de firmar un curso pr¨¢cticamente impoluto, con un 73,2% y un 76,7%, respectivamente, de victorias. Entonces... ?Qu¨¦ fallaba? Muchas cosas. Como tantos otros, los Bucks hab¨ªan quedado atrapados en la trampa de la monoton¨ªa, en un plan obcecado en su idea. S¨®lo una, que se quedaba indefensa cuando llegaba el momento de la verdad, cuando la pizarra cobra m¨¢s importancia y los partidos se preparan a conciencia, pieza por pieza. Ah¨ª, Mike Budenholzer y el equipo cortocircuitaban. Not found 404 sin garant¨ªa, servicio de soporte ni alternativas de?sustituci¨®n.
?Lecci¨®n aprendida? S¨ª. ?Lecci¨®n de persistencia? Tambi¨¦n. Este a?o ha sido distinto en Wisconsin. Los Bucks, en algo que se puede tildar de sorpresa, no terminaron primeros en temporada regular. No se quedaron lejos, pero escalar esas dos posiciones de m¨¢s tampoco parec¨ªa su objetivo principal. En el curso de los 82 partidos (72 este a?o), hay que ganar mucho, pues es indispensable para estar presente en la fase final; pero tambi¨¦n hay que probar cosas. Simplemente. Plantearse distintos escenarios y afrontarlos. Situaciones del juego, t¨¢cticas, quintetos, etc. Todo lo que se pueda y en la medida en que se pueda, perdiendo s¨®lo aquellos encuentros que se pueden perder, pero sin desechar la parte cient¨ªfica, de laboratorio, que la liga permite. De lo contrario, todo se puede derrumbar en un santiam¨¦n, en una simple defensa zonal que se planteaba como muro impenetrable para Giannis Antetokounmpo, el eje sobre el que gira todo lo dem¨¢s. Y todos.
Budenholzer se ha movido y, como recompensa, m¨¢s all¨¢ del glorioso logro, continuar¨¢ en el banquillo de los Bucks la pr¨®xima temporada. No en exceso, pero s¨ª lo suficiente como para no caer en el primer enredo del camino. Su preferencia por el estatismo, de alguna manera, permanece; pero su persistencia tambi¨¦n. Y la de todo el equipo. La NBA es una carrera de fondo, un marat¨®n en el que, estar ah¨ª, puede acabar en premio. Y los Bucks lo han estado. Han insistido en su proyecto y, en la temporada de la supervivencia, han sobrevivido. Puede que hayan estado en el momento y en el lugar adecuados, pero han estado. Al inicio de los playoffs, por delante, seg¨²n las previsiones, les esperaban Miami Heat, Brooklyn Nets y Philadelphia 76ers: el peor trayecto posible. El m¨¢s espinoso. Uno que, al final, no lo ha sido tanto; pero eso, entonces, no lo sab¨ªa nadie. Ni ellos mismos, que decidieron andar cuando ya acumulaban diversas ca¨ªdas, heridas y hasta mofas. "Ha sido un largo viaje, pero ha sido un gran viaje. Ha valido la pena. Despu¨¦s de ganar 15 partidos en nuestro primer a?o aqu¨ª, tras siete a?os sin llegar a los playoffs, los ¨²ltimos con la sensaci¨®n de tener la oportunidad y no hacer lo suficiente... y ahora est¨¢s aqu¨ª. Esto es por lo que hemos trabajado ", declaraba Khris Middleton tras la victoria frente a Atlanta Hawks, la que les abr¨ªa las puertas a la primera final de la franquicia en 47 a?os. Mucho sentimiento y un resumen perfecto de la historia reciente del equipo, la que conduce hasta el d¨ªa de hoy, hasta su segundo anillo.
Grecia y G-League; Giannis y Khris
La serie que ha decidido el campe¨®n de la NBA tiene cierto cariz m¨¢gico. Cierto conato de revoluci¨®n, incluso. Por primera vez en 50 a?os, todos los jugadores de las Finales llegaban sin ning¨²n anillo en su historial. En ellas, estaban presentes Chris Paul o el propio Giannis, tambi¨¦n jugadores de recorrido como Jrue Holiday o Jae Crowder, que reeditaba presencia; pero el mapa era el descrito. El ¨²ltimo de ellos, de hecho, era, antes de iniciar la serie, el ¨²nico con experiencia en una eliminatoria por el t¨ªtulo. La coyuntura, para m¨¢s alicientes, no se daba desde 1971, el a?o en que los Bucks ganaron el ¨²nico campeonato de su historia. ?Profec¨ªa? En el caso de los Suns, que disputaban sus primeras finales en 28 a?os, el vac¨ªo se extiende a su historial. Su ascenso hasta las Finales ha sido trepidante, mete¨®rico, nunca visto: hace dos a?os, con un r¨¦cord de 19-63, ocupaban la ¨²ltima posici¨®n del Oeste. En el caso de los Bucks, el proceso de maduraci¨®n ha sido m¨¢s pausado, pero ha llegado antes a su culmen.
Middleton, uno de los grandes h¨¦roes de la haza?a, llegaba a la franquicia en 2013. Se encontraba, por aquel entonces, a un equipo deprimido, conocedor de su techo y cuyas aspiraciones se estaban agotando. Monta Ellis o Brandon Jennings hab¨ªan liderado un proyecto con las Finales de Conferencia como cota m¨¢s alta y la sensaci¨®n era de que no daba para m¨¢s. Bot¨®n rojo y reconstrucci¨®n en marcha, aunque no sin riesgo. De todo ello, eso s¨ª, a¨²n queda una parte importante de la cultura: el "Bucks in 6", ese c¨¢ntico que, a lo largo de toda la fase final, ha retronado en Wisconsin y que, 37 a?os despu¨¦s, se ha vuelto a dar por partida doble (Finales del Este y Finales). El mantra forma parte de la idiosincrasia de la franquicia. Desde que Brandon pronosticara, de forma totalmente err¨®nea, dicho resultado para la serie frente a Miami Heat en 2013, la afici¨®n buck ha adoptado dichas tres palabras como una se?a de identidad, como un griter¨ªo con cierto cariz mem¨ªstico, pero tambi¨¦n de esperanza.?
La que Middleton y compa?¨ªa han devuelto. El alero aterrizaba, con 22 a?os, como parte del intercambio entre el propio Jennings y?Brandon Knight. En?Detroit Pistons, tras ser seleccionado en el puesto 39 de la segunda ronda del Draft, apenas hab¨ªa jugado 27 partidos, ninguno como titular. Se actividad real, de hecho, se encontraba en la G-League, en la liga de desarrollo. Cosas del destino, de la narrativa, o de los simples caprichos de quien sea, Antetokounmpo era drafteado ese mismo a?o en Milwaukee. Con solamente experiencia en segunda divisi¨®n griega, y con el fichaje cerrado por el Zaragoza, la franquicia le eleg¨ªa en la 15? posici¨®n. Tras ello, el director deportivo del conjunto ma?o, Willy Villar, se despertaba con un sentido agradecimiento del propio jugador: "A las cinco de la ma?ana recib¨ª un mensaje de su agente en el m¨®vil que dec¨ªa 'de parte de Giannis, gracias por ponerme en el mundo' y no pude evitar emocionarme", explica en declaraciones que?recoge la revista Gigantes. Sin saberlo, los Bucks recib¨ªan las piezas angulares de su destino. Y, tambi¨¦n sin saberlo, Villar era fundamental en ello. En esto de hoy en d¨ªa.
No se empez¨® con paso prometedor, pero se toc¨® fondo para empezar a apuntar a lo m¨¢s alto. A veces, es necesario. En su primera campa?a, Giannis se qued¨® en unos pobres 6,8 puntos y 4,4 rebotes; Middleton, en un 12,1+3,8+2,1. En conjunto, se cosechaba el peor r¨¦cord en la historia de la franquicia: s¨®lo se lograban las 15 victorias mencionadas por Khris tras el sexto partido frente a los Hawks. En la temporada 2015-16, sin embargo, ambos estaban ya por encima de los 18 puntos por partido y en la 2018-19,?compart¨ªan All Star, aunque el griego ya llevara dos de ventaja. Por el camino, Larry Drew, Jason Kidd y Joe Prunty en el banquillo, con tres presencias en los playoffs, todas sucumbiendo en primera ronda.
Nueva gerencia y nueva casa
Un anillo va m¨¢s all¨¢ de la pista y es la pista en s¨ª misma. La complejidad de la gloria, el precio del olimpo. En 2017, la franquicia, en todas sus dimensiones, se reinventaba.?Jon Horst, el actual general manager, sustitu¨ªa a?John Hammond y el Fiserv Forum, el actual pabell¨®n, dejaba atr¨¢s al Bradley Center. Una nueva aura, el sitio en el que, durante esta temporada, ha sedimentado una cultura que ya exist¨ªa, pero que se ha llevado hasta su apogeo. La comercializaci¨®n de pieles de animales, la agricultura y la ganader¨ªa se encuentran en los primeros pasos de un Estado, el de Wisconsin, que, pese a su evoluci¨®n contempor¨¢nea, no deja de tener en la industria pesada buena parte de su motor econ¨®mico. Coraz¨®n obrero, algo dormido, que ha despertado con las heridas de los cursos anteriores. Sin ¨¦l, no hubiera sido posible la remontada frente a Brooklyn Nets ni en las propias Finales, ni el orgullo que llev¨® a la sublevaci¨®n frente a los Hawks, en ausencia del l¨ªder Giannis. Milwaukee, en sus anteriores acercamientos hacia la gloria, era un aspirante ne¨®fito, imberbe; Milwaukee, y a diferencia de Phoenix, ahora, ya era un equipo acostumbrado a caer. Y tocaba levantarse. Hasta tal punto que las 16 victorias en la fase final... superan las famosas 15 de 2013.
"Es un agujero de mierda", dec¨ªa Joel Embiid en enero de 2017, tras un partido de Philadelphia 76ers en Milwaukee. Si el Bradley Center era uno de los pabellones m¨¢s anticuados de la NBA, el Fiserv Forum, en cambio, tal y como describe Kevin Arnovitz en la ESPN, es un complejo moderno, con el que no solamente se levant¨® una estructura, sino que tambi¨¦n un nuevo entramado de programas para sacar provecho de las nuevas posibilidades, con el cient¨ªfico deportivo Troy Flanagan a la cabeza. En los despachos, Horst tambi¨¦n empez¨® mimetizado con la esencia que se estaba generando. Tal y como relata el propio Arnovitz, cuando el directivo entr¨® en la gerencia, no era la primera opci¨®n de ninguno de los propietarios, fue la falta de acuerdo entre los mismos la que impuls¨® su nombre. Agradeciendo la oportunidad, acept¨® la primera oferta salarial que tuvo sobre la mesa, convirti¨¦ndose en el ejecutivo con menor?remuneraci¨®n de la competici¨®n. Ahora, los 20.000 aficionados del Fiserv, y los m¨¢s de 60.000 que lo han rodeado, celebran sus decisiones.
Holiday o c¨®mo superar una barrera
Era el turno de Budenholzer y el de los cambios definitivos, los que confeccionan el n¨²cleo de la actual plantilla finalista. Brook L¨®pez, vestido de Anteto en el quinto partido frente a Atlanta, llegaba como agente libre, como el t¨¦cnico, en 2018. En su curr¨ªculum, toda una vida en los Nets, donde todav¨ªa es el m¨¢ximo anotador hist¨®rico, y un breve paso por los Lakers. Por delante, la conversi¨®n al jugador que es ahora, un magn¨ªfico protector del aro con gran capacidad para el tiro exterior, pero con la versatilidad para volver a sus ra¨ªces, esas que le hicieron controlar la pintura, ser un tirador fiable cerca del aro y que, en estos playoffs, le han permitido ser uno de los factores diferenciales.?Connaughton, renovado esta misma temporada y ahora sexto hombre, tambi¨¦n firmaba desde la agencia libre y, en el Draft, se sumaba a Donte Divincenzo, asentado como titular en la presente campa?a, pero ausente en la fase final por lesi¨®n. Porque los Bucks no han sido ajenos a la desgracia de las lesiones, con la baja de Antetokounmpo en los dos ¨²ltimos partidos de las Finales del Este, pero con el lastre de perder a un titular en la l¨ªnea de salida.
El arsenal suficiente para llegar, pero no para romper. Jeff Teague, oportuno en la casa donde fue All Star, Bryn Forbes, explosivo en la serie frente a Miami, Bobby Portis, en "lo mejor que le ha pasado a mi carrera", P.J. Tucker, como la guinda, y Jrue Holiday, el factor diferencial, llegaban esta misma campa?a. Los dos ¨²ltimos, el paradigma de esta temporada en Wisconsin: un all-in. Para la llegada del base, se marchaban Eric Bledsoe, George Gill, RJ Hampton y tres primeras de Draft; para la de Tucker, dec¨ªan adi¨®s DJ Augustin, DJ Wilson y otra primera ronda. Todo al presente y a este bloque. Antes de iniciar la temporada, Antetokounmpo firmaba el contrato m¨¢s grande de la historia: 5 a?os y 228,2 millones. Con Middleton, el trabajo ya estaba hecho: est¨¢ ligado hasta el a?o 2023 y tiene una opci¨®n de jugador en el 2024, en valores m¨¢ximos. Firm¨® en 2019 por 5 a?os y 178 millones. Y a Jrue, que llegaba con una temporada garantizada y una player option, no se le quer¨ªa dejar escapar: 134 millones en cuatro a?os y con opci¨®n de jugador en el ¨²ltimo. Un m¨¢ximo para un jugador que s¨®lo ha sido una vez All Star, pero que, con solamente tres meses, ha quedado amortizado. De ejercer todas las player options, los Bucks invertir¨ªan en sus tres mejores jugadores 105 millones en el curso 2021-22, 113 millones en el 2022-23 y 120 en el 2023-24, pero... ?cu¨¢l es el valor de un anillo?