Indiana apaga el efecto Butler
Los Pacers logran el segundo triunfo seguido ante los Heat en un partido muy distinto al anterior: dos triples de Holiday desatascan una pr¨®rroga re?ida.
Segundo asalto en Miami con mismo resultado. Los Pacers llegaban tras alcanzar la perfecci¨®n. La madrugada del viernes a s¨¢bado, se impusieron al conjunto de Erik Spoelstra con una rotundidad hist¨®rica: 110 a 137 en el marcador, la m¨¢xima anotaci¨®n de la temporada y de siempre ante los Heat. Mucho trabajo para el t¨¦cnico local, al que se le acabaron las hojas de su libreta para anotar todo lo que deb¨ªa mejorar en poco m¨¢s de 24 horas. Perdieron en el per¨ªmetro (9 triples por 20 de los rivales) y en la pintura (36 a 47 en los rebotes), en los duelos individuales y en el pulso colectivo (38 asistencias para Indiana, su m¨¢ximo desde 2003). Perdieron, sin paliativos. "Todo el partido se ha jugado en los t¨¦rminos que ha querido Indiana", admiti¨® Erik Spoelstra. "No podemos esperar que el pr¨®ximo juego sea exactamente as¨ª", advert¨ªa, sin embargo, Malcolm Brogdon, tras su en¨¦sima exhibici¨®n de la temporada. Y, aunque la balanza terminar¨ªa decant¨¢ndose de su lado (106-109), estaba en lo cierto.
Miami sal¨ªa con el orgullo tocado. Y se not¨®. Intent¨® no dejar ning¨²n golpe sin respuesta. Doce cambios en el liderazgo del marcador durante la primera mitad eran la prueba, aunque dejaban una cosa clara: el capit¨¢n de verdad segu¨ªa vistiendo de amarillo (hoy, de negro), y lleg¨® al descanso rozando la m¨¢xima ventaja del partido hasta el momento (49-57). Se hab¨ªan tachado varios puntos de la pizarra, pero no todos: se recuper¨® la pintura (30 puntos por 18) y los duelos individuales no se decantaban siempre del mismo lado. Por el contrario, si la larga distancia se subrayaba, era para marcarla a¨²n m¨¢s fuerte: solamente 3 triples de 19 intentos, 9 de 37 al final (24,3%). La diferencia. Ente otras muchas cosas, claro. Indiana es un equipo trabajado, de los que, por momentos, juegan de memoria. Sin ninguna superestrella al mando (al menos, para el gran p¨²blico), pero con m¨¢s de un superproductor. Grandes n¨²meros, de nuevo, para Domantas (17+11 y 3 robos), Malcolm Brogdon (12+6+10), Myles Turner (16+6 y 5 tapones) o Justin Holiday (15+5). Y se suelen entender. Movimientos cl¨¢sicos, pero muy mecanizados, que surgen efecto: un Sabonis atrayendo toda la atenci¨®n en el interior para montar una fiesta por fuera. Circulaci¨®n por todo el per¨ªmetro hasta encontrar al llanero solitario. A veces LeVert (2 de 6), otras Holiday (5 de 11 y los decisivos). Hay, y hab¨ªa hoy, para todos. Aunque no con la brillantez pasada.
Y Miami tiene mimbres. No es ning¨²n secreto. Bam Adebayo, con un imperial 29+10, se encarg¨® de dejarlo claro nada m¨¢s volver del vestuario. Amagaron con pitarle falta en ataque, ante su incredulidad, pero se recul¨® en la decisi¨®n. Al final, uno de los mates de la temporada: salt¨® dos zancadas por delante de la l¨ªnea de tiros libres, con todo y ante todo un Sabonis, que acab¨® por los suelos. Dos puntos y el adicional, 57-54 en el marcador y vuelta a las andadas: hoy la victoria se iba a vender mucho m¨¢s cara. Fuerza extra para un parcial de 11-0 que sumaba otro cambio de l¨ªder en la hoja de estad¨ªsticas (57-58). Al final del cuarto, sin embargo, se mantendr¨ªa el que, m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, se iba poniendo un paso por delante. Doug McDermott se estrenaba desde la maldita, para los Heat, larga distancia (70-79).
Una mini revancha
El semi back to back, por llamarlo de alguna forma, ten¨ªa su aquel. M¨¢s all¨¢ de lo que puedan significar estos resultados para el devenir de la temporada, el pasado estaba muy presente, en forma de burbuja. En forma de Orlando. Por aquel entonces, Indiana fue el conejillo de indias, valga la redundancia, de unos Heat a la postre subcampeones. El rival con el que mandar un aviso: 4-0 despiadado, que se sumaba a un r¨¦cord igual durante la temporada regular. Sin paliativos, como los Pacers el pasado viernes.
Hoy Adebayo lo pon¨ªa mucho m¨¢s dif¨ªcil. Otro 2+1, a modo de tren de carga desbocado, volv¨ªa a ajustarlo todo en el ¨²ltimo cuarto (80-83). Hasta el final. A un minuto y medio, Butler, con otra actuaci¨®n brillante m¨¢s para su repertorio (21+15+7), perd¨ªa el bal¨®n y Sabonis castigaba para estirar un poco m¨¢s el chicle (92-98). Jimmy ca¨ªa rendido, como lo har¨ªa en jugadas posteriores. Era m¨¢s por el cansancio que por la sensaci¨®n de no llegar al partido. Porque estaba ah¨ª. Duncan Robinson se lo recordaba desde la larga distancia, que aparec¨ªa, por fin, cuando m¨¢s se necesita que aparezca todo (98-95). Nuevo mate de Bam (97-98) y responsabilidad para quien, de por s¨ª, la tiene asignada: tiros libres para Jimmy a 12 segundos del final. Uno dentro, el otro fuera y empate en el marcador (98-98). Posesi¨®n final para Caris LeVert, con la opci¨®n de otorgarle un valor especial a la vitoria.
Se escapar¨ªa el misticismo, pero no el triunfo, que llegar¨ªa a modo de resumen de lo acaecido en la pr¨®rroga. Adebayo dej¨® dos posters m¨¢s, pero ser¨ªan dos triples de Holiday y otro de Brogdon los que decantar¨ªan la balanza. La diferencia final en el marcador, de tres puntos, lejos de la casualidad. Una l¨ªnea sin tachar en la libreta de Spoelstra y tercera (maldita sea) derrota seguida. La segunda racha de tres ca¨ªdas desde el providencial regreso de Butler (r¨¦cord de 15-7 con ¨¦l y ascenso hasta la quinta posici¨®n del Este). Indiana le apag¨®, y dos veces.