Embiid, por delante de Harden: "Es lo m¨¢s imparable que he visto nunca"

Es dif¨ªcil que Daryl Morey se muerda la lengua. Lo dej¨® claro hace poco m¨¢s de un mes, cuando asegur¨® que, para sus Sixers, todo lo que no sea ganar la NBA ser¨¢ un fracaso. S¨®lo retiene alguna que otra palabra cuando las consecuencias de las mismas pueden conducir hacia destinos mucho m¨¢s corrosivos que una simple (para ¨¦l) mirada negativa de la opini¨®n p¨²blica. "Me meto en problemas cuando digo cosas como esta", confiesa a Howard Beck en su ¨²ltima entrevista, para Sports Illustrated. Pero la dice: "Embiid es la cosa m¨¢s imparable que he visto en mi vida. Y he visto mucho. Sabes a qui¨¦n he visto", sentencia. Y lo refuerza con el ¨²ltimo partido de su estrella en la mano, la victoria de Philadelphia sobre Utah, el duelo entre los dos l¨ªderes de Conferencia: "Encar¨® a Rudy Gobert a dos metros y medio y termin¨® en un mate. Y (Gobert) es un defensor incre¨ªble. Y no tuvo respuesta ", argumenta.

Morey aterriz¨® esta temporada en Philadephia, despu¨¦s de trece a?os como general manager en Houston, donde construy¨® uno de los equipos m¨¢s temibles de los ¨²ltimos tiempos. En los Rockets, como m¨¢ximo gur¨² de la estad¨ªstica avanzada, s¨®lo falt¨® a la parte decisiva de la temporada, a los playoffs, en tres cursos. Cuatro semifinales de Conferencia y dos Finales fueron su techo, una barrera que cogi¨® forma, principalmente, de la mayor dinast¨ªa moderna: los Warrios de Steve Kerr, Curry y compa?¨ªa. Bajo su gerencia, falta de un anillo para la matr¨ªcula de honor, cont¨® con jugadores de primer¨ªsimo nivel, con Harden como adalid m¨¢s reciente, pero con varios Hall of Fame en su libreta: Yao Ming, Tracy McGrady o Dikembe Mutombo. Por delante de todos ellos, como por delante de La Barba y sus m¨²ltiples compa?eros, como Chris Paul, es donde pone Morey a su actual jugador franquicia. "Nunca hab¨ªa visto algo as¨ª", reitera.

Embiid, que contra los Jazz firm¨® 40 puntos y 19 rebotes, es uno de los grandes candidatos al MVP. Seguramente, el m¨¢s firme. Junto a Jokic, lidera una especie de revuelta de los p¨ªvots, que no consiguen el premio desde el a?o 2000, con Shaquille O'Neal, y es muestra de rebeld¨ªa en medio de una NBA cambiante que, a priori, no genera el mejor ecosistema para sus caracter¨ªsticas. Le da igual: promedia 30,2 puntos (su m¨¢ximo de carrera) y captura 11,6 rebotes. Ante la naturaleza adversa, adem¨¢s, Daryl le ha generado una burbuja id¨®nea: se marcharon Al Horfod, Josh Richardson o Glen Robinson III y llegaron Dwigth Howard, Seth Curry o Danny Green. Los dos ¨²ltimos, francotiradores perimetrales, las piezas que le faltaban al combo con Ben Simmons. "Tenemos una f¨®rmula para un equipo que puede ganar el t¨ªtulo. Es muy emocionante. Obviamente, el negocio puede ser miserable, por lo que tambi¨¦n es importante celebrar cuando las cosas van bien. Dicho esto, el ojo est¨¢ puesto en el premio, y el campeonato es el objetivo ", vuelve a repetir para la publicaci¨®n estadounidense. No recula. No tiene miedo. Sigue sin morderse la lengua... apenas.

"No puedo decir m¨¢s su nombre (Harden)"

El megatraspaso de la temporada, la llegada de Harden a Brooklyn para la conformaci¨®n del big-three, es lo ¨²nico que le hace medir sus palabras: "No puedo decir m¨¢s su nombre, aparentemente", declara, en referencia a su antiguo jugador franquicia. Su acidez proviene de una multa de 50.000 d¨®lares con la cual le sancion¨® la NBA en diciembre. La raz¨®n, un tweet, aparentemente inofensivo, en el cual recordaba el momento en el que Harden, bajo su mandato, hab¨ªa roto el r¨¦cord de asistencias en Houston, superando a Calvin Murphy. La organizaci¨®n dirigida por Adam Silver, en medio de los rumores que ya situaban a James fuera de los Rockets, y con los Sixers como uno de sus posibles destinos, entendi¨® la publicaci¨®n como tampering. Morey apel¨® a que se trataba de un tweet automatizado, pero de nada sirvi¨®. Tuvo que pagar... y La Barba aterriz¨® en Brooklyn.

"Es molesto. Preferir¨ªa tener a todos los buenos jugadores, as¨ª que probablemente sea molesto. Pero ya sabes, creo que por todo lo dem¨¢s que pueda decir me multar¨¢n", se limita a declarar sobre la nueva superpotencia del Este; aunque, seguramente, les vigile de reojo. Se han convertido, y siguen haci¨¦ndolo, en uno de los principales obst¨¢culos hacia su objetivo, y en el nuevo monstruo que les puede empujar hacia lo que considera un "fracaso"; pero prefiere centrarse en lo suyo. Tras alabar a Embiid, al que siempre acompa?a con los nombres de Ben Simmons y Tobias Harris, tambi¨¦n tiene gratas palabra para el nuevo entrenador de la franquicia:? "No creo que sea un accidente que todos, Joel, Ben y Tobias, est¨¦n pasando sus mejores a?os. Creo que una de las muchas fortalezas de Doc (Rivers) es sacar lo mejor de los jugadores ". Su f¨®rmula.