D'Angelo anota el triple ganador y Ricky se 'venga' de sus 'ex'

El 16 de noviembre, tras una temporada fant¨¢stica y una burbuja en la que hab¨ªan acabado imbatidos (8-0), los Suns buscaron un golpe de efecto en el mercado. Ricky Rubio (entre otros) un jugador que hab¨ªa cuadrado perfectamente con el entrenador, Monty Williams, que se llevaba fant¨¢sticamente con sus compa?eros y entend¨ªa como nadie la idiosincrasia de la franquicia a la que pertenec¨ªa, era traspasado a los Thunder a cambio de Chris Paul. Al margen de lo acertado o no del traspaso (Paul es objetivamente mejor que Ricky) y de los deseos de los jugadores, que poco importan en estos casos incluso en plena era de los jugadores empoderados, Ricky fue presentado oficialmente como nuevo jugador de OKC. Y solo unos d¨ªas despu¨¦s en la noche del draft, ser¨ªa de nuevo traspasado, esta vez a los Timberwolves, deshaci¨¦ndose Sam Presti de un jugador que pasaba la treintena y no quer¨ªa en un equipo en reconstrucci¨®n (se ha tenido, muy a su pesar, que quedar con Al Horford) y volviendo Ricky a casa, ese lugar en el que empez¨® su carrera pero en el que no termina de estar a gusto. Ah claro, y entre un traspaso y otro estuvieron las quejas del espa?ol, al que no le gust¨® nada ser parte de la mercanc¨ªa de los Suns y hablar de que "hay formas y formas". "Menudo negocio", dijo sobre la NBA.

Ricky apenas estuvo unas horas en los Thunder, que en ning¨²n momento le quisieron. Para Sam Presti, su General Manager, el internacional espa?ol era s¨®lo una moneda de cambio, con la cual poder deshacerse del espectacular contrato de Chris Paul y poner as¨ª rumbo a una reconstrucci¨®n eternamente postergada por el proyecto que se fragu¨® con Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden y que ha acabado sin ninguno de ellos y vistas al futuro mientras miran al pasado m¨¢s reciente pregunt¨¢ndose eso de qu¨¦ podr¨ªa haber pasado si... M¨¢s all¨¢ de tanto an¨¢lisis mesi¨¢nico de un movimiento tan l¨®gico como l¨ªcito, Ricky lleg¨® a una franquicia que ya conoc¨ªa, pero que estaba con una crisis mayor incluso que la que recordaba. A Flip Saunders (con el que lleg¨® a coincidir adem¨¢s de con Rick Adelman), le hab¨ªa sustituido su hijo Ryan, pero aparte del apellido no hab¨ªa mucho que al base le sonara. Y por si fuera poco, Ricky juega menos minutos que nunca (23) y anota y asiste tambi¨¦n en sus m¨ªnimos hist¨®ricos (6,1 y 5,8, siendo esta ¨²ltima marca peor durante su primer a?o en Utah).

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Pues bien, casi tres meses despu¨¦s del sainete, parece que Ricky ha podido 'vengarse' ligeramente y encontrar cierta satisfacci¨®n en uno de los dos equipos que no le quiso: loss Thunder. Minnesota, que adem¨¢s del complicado momento de Ricky cuenta con uno de los peores balances de la competici¨®n (6-16, ¨²ltimos del Oeste y tercer balance m¨¢s malo de la Liga), visitaba a unos Thunder que est¨¢n poco o nada interesados en sumar victorias y buscan progresar en un a?o de transici¨®n, con un nuevo entrenador (Mark Daigneault) y una ingente cantidad de rondas del draft que Sam Presti colecciona como si fueran a acabarse. Con eso y un equipo joven hasta la extenuaci¨®n, van 9-12 y pelean todos sus partidos, pero hoy se les ha escapado en casa ante un equipo en cuadro que empez¨® ganando sus dos primeros partidos, y lleva 18 derrotas en los ¨²ltimos 22. Bochornoso es poco.

D'Angelo Russell, un hombre venido a menos y perdido en el fr¨ªo de Minneapolis, se fue a 21 puntos y anot¨® el triple de la victoria, una que estuvo a punto de no darse despu¨¦s de que los locales remontaran un partido que parec¨ªan tener perdido. Y Malik Beasley, un jugador de una proyecci¨®n extraordinaria, se fue a 24. Anthony Edwards, el flamante n¨²mero 1 del draft, apenas lleg¨® a 9 en una mal¨ªsima serie de tiro (3 de 14, con 1 de 7 en triples) y el resto aport¨® su granito de arena en una victoria de pocos puntos y entre dos equipos perdedores, que est¨¢n (y van a seguir) en la parte baja de la Liga. En los Thunder, el mejor fue Al Horford con 26 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias, mientras que Hamidou Diallo sum¨® 16 y 10 pases a canasta. Los Thunder, con la mirada puesta en el futuro, ven sin preocupaci¨®n la derrota. Los Wolves, que no levantan cabeza ni aciertan en el diagn¨®stico de sus eternos problemas, consiguen una victoria que sabe a poco. Y Ricky, en el reencuentro con el equipo que le present¨® y para el que nunca jug¨®, se fue a 3 puntos, 4 rebotes, 8 asistencias y 3 robos en algo menos de 24 minutos. Una peque?a vengaza, por llamarla de alguna manera. De momento, se tiene que conformar con eso.