LeBron James y el ¨²ltimo reducto del trumpismo en el baloncesto
Despu¨¦s de acabar con la presidencia de Donald Trump, LeBron James tiene un nuevo objetivo: sacar a su representante de la WNBA.
Los hist¨®ricos disturbios del Capitolio de Washington D.C. en este inicio de 2021 no apartaron a los representantes p¨²blicos de su deber: reconocer la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el pasado mes de noviembre. Una imagen dantesca, espoleada por el discurso incendiario de Donald Trump desde que se supo perdedor, llev¨® a Estados Unidos a ser de nuevo noticia por un llamativo fallo en la seguridad.
Y, cuando todo el mundo hablaba de ello, la NBA dio un paso adelante. Discursos rompedores y de cr¨ªtica social que en deportistas de otros ¨¢mbitos no se ve con esa frecuencia. Como lo hicieron para derrocar a Trump. No s¨®lo les ha valido con el presidente, quieren acabar con uno de los cad¨¢veres que ha dejado por el camino y con su impacto en el baloncesto.?
Minutos despu¨¦s de que se diera por presidente electo a Biden de forma oficial, una vez que se recontaron y se aceptaron los votos de todos los estados del pa¨ªs, LeBron James lanz¨® un mensaje a trav¨¦s de sus redes sociales. "Creo que voy a crear un grupo de propietarios para las Dream. ?Qui¨¦n se apunta?", dijo en Twitter. Las Dream, adem¨¢s de ser el equipo en el que juega la ¨²nica espa?ola en la WNBA (Maite Cazorla), son la franquicia de Atlanta en la liga femenina estadounidense y la que est¨¢ en ojo del hurac¨¢n de un tiempo a esta parte por asuntos extradeportivos. El mensaje de LeBron James es una puya a la propietaria de este conjunto, Kelly Loeffler, que no s¨®lo es trumpista sino que es el ¨²ltimo gancho que faltaba por soltarse para que Biden fuera proclamado presidente (a falta de que jure el cargo).?
La NBA est¨¢ m¨¢s igualada en t¨¦rminos de donaciones de los due?os a las campa?as pol¨ªticas, como ya se desgran¨® en su momento. En la WNBA s¨®lo queda un islote republicano: Loeffler. Con un patrimonio de 800 millones de d¨®lares, al que hay que unir el de su marido (Jeffrey Sprecher), es la que due?a que aporta a las campa?as y que precisamente dando tanto dinero al GOP consigui¨® un asiento en el Senado. Alguien ten¨ªa que sustituir a Johnny Isakson, de baja por razones de salud, y ella fue la elegida como interina. No era ni la candidata de Trump, ¨¦se era Doug Collins, pero acab¨® replicando sus mantras y convirti¨¦ndose en una suerte de fortaleza frente a los ataques de los jugadores de baloncesto.?
?Por qu¨¦ es importante? Porque, en el fragor del debate sobre el Black Lives Matter cuando la pandemia empez¨® a remitir en verano, Loeffler se desmarc¨® de las acciones que se estaban preparando dentro del baloncesto para denunciar la brutalidad policial contra los negros. Eso le vali¨® la gota que colm¨® el vaso de sus jugadoras, que se pusieron unas camisetas en la burbuja creada en Bradenton en la que se ped¨ªa el voto para Raphael Warnock. Una de las jugadoras, Elisabeth Williams, hasta particip¨® activamente en la campa?a. Por aquel entonces estaba luchando con Warnock, que adem¨¢s es negro, por ganarse el sitio en el Senado que, por sus donaciones, le hab¨ªa sido concedido a dedo en el estado de Georgia. Antes de que las jugadoras fuera contra ellas, Warnock estaba hundido en las encuestas: del 9% de al 50,9% con el que, una vez acabado el proceso, se ha llevado la victoria.?
?Por qu¨¦ es parad¨®jico? Las acusaciones de fraude en las elecciones de 2020 desembocaron en la sesi¨®n del pasado 6 de enero, la del asalto al Capitolio. En ellas Loeffler y algunas senadores pretend¨ªan presentar enmiendas al recuento de los votos estatales, replicando el discurso trumpista y aduciendo a interferencias mal¨¦ficas de los dem¨®cratas en el proceso constitutivo. El acto fue tan bochornoso que Loeffler, adem¨¢s de Pence y Pelosi, fue unas de las republicanas que dio un paso atr¨¢s y acept¨® la derrota. Al final tuvo que claudicar, como puede que lo haga tambi¨¦n en su relaci¨®n con el baloncesto si se la contin¨²a presionando.
La comisionada de la WNBA, Cathy Engelbert, ha destacado que ya se han iniciado conversaciones para que el grupo que encabeza Loeffler pueda vender la franquicia y desaparezca del mapa. El asunto debe avanzar todav¨ªa y el inicio de una nueva temporada todav¨ªa es lejano, ya que suele comenzar en verano.?
Natasha Cloud, destacada jugadora de la Liga, lo deja claro en The Washington Post: "Desde un punto de vista social y tambi¨¦n personal nadie la quiere aqu¨ª".?
El ¨²ltimo ejemplo que tenemos presente en el baloncesto norteamericano es el de Donald Sterling, vetado por la NBA en 2014 tras una filtraci¨®n que le destapa p¨²blicamente como racista y el consiguiente plante de los jugadores de su equipo, Los Angeles Clippers, despu¨¦s de que estallara el caso. Esa franquicia pas¨® del ostracismo a, con la entrada del poderoso Steve Ballmer, colocarse en la ¨®rbita del t¨ªtulo un lustro despu¨¦s, lo mismo que se querr¨¢ con las Dream.