Fum¨¢ndose un puro. Con ese gif, en su cuenta personal de Twitter, LeBron James celebraba las victorias de Joe Biden en Pennsilvania y en Georgia, que daban al candidato dem¨®crata la mayor¨ªa en el colegio electoral y la presidencia de los Estados Unidos. Donald Trump hab¨ªa sido derrotado tras solo un mandato, convirti¨¦ndose en el d¨¦cimo inquilino de la Casa Blanca en no ser reelegido en toda la historia, y despu¨¦s de una larga batalla con los jugadores de la NBA desde antes, incluso, de comenzar su primer mandato.

La Liga norteamericana est¨¢ compuesta por un 83% de jugadores afroamericanos, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Instituto para la Diversidad y la ?tica en el Deporte. Una mayor¨ªa que vio desde el primer instante en Trump un enemigo, un racista y un mis¨®gino de lenguaje incendiario. Pol¨ªticamente incorrecto para sus seguidores: ¨¦l dec¨ªa lo que los medios, las ¨¦lites y los bur¨®cratas de Washington callaban. Simplemente era la cabeza del drag¨®n del populismo de derechas. Nada m¨¢s. Un peligro para el diferente y las minor¨ªas de un pa¨ªs abocado a la divisi¨®n m¨¢s extrema y que inclinaron la balanza de los NBA a favor de Hillary Clinton, la candidata dem¨®crata en 2016. LeBron, que hizo campa?a junto a ella en Ohio, Stephen Curry, Dwayne Wade, Jason Collins (el primer NBA que anunci¨® su homosexualidad estando en activo)¡­ la apoyaron. Tambi¨¦n propietarios de franquicias como Marc Lasry (Milwaukee Bucks) y Vivek Ranadive (Sacramento Kings).

No sirvi¨® y Trump se alz¨® con el voto en el colegio electoral, no as¨ª en el popular, y se convirti¨® en el 45? presidente de los Estados Unidos. Las alarmas y el miedo aparecieron en todos los segmentos de la Liga. ¡°Se me revuelven las tripas y no porque haya ganado el Partido Republicano las elecciones. Sino por los repugnantes comentarios xen¨®fobos, hom¨®fobos, racistas y mis¨®ginos. Vivo en un pa¨ªs en el que la mitad de su poblaci¨®n ha ignorado estos hechos a la hora de votar Trump. Eso es lo que m¨¢s miedo me produce¡±, dijo Gregg Popovich, entrenador de San Antonio Spurs, una de las voces m¨¢s cr¨ªticas contra Trump durante estos ¨²ltimos cuatro a?os.

Despu¨¦s del shock inicial, las hostilidades fueron espor¨¢dicas, con subidas y bajadas en intensidad. Desde peque?as refriegas como el boicot a los hoteles del presidente hasta batallas nacionales por la tradicional visita del campe¨®n a la Casa Blanca, que ni Golden State Warriors ni Toronto Raptors pisaron durante su mandato, y que comenz¨® con un duro rifirrafe entre Trump y los de San Francisco (les retir¨® la invitaci¨®n de visitar el Despacho Oval) y que cerr¨® LeBron con el s¨¦ptimo tuit m¨¢s compartido en 2017, el primero entre los deportistas: ¡°?T¨², golfo, @StephenCurry30 ya dijo que no iba a ir! As¨ª que por eso ya no hay invitaci¨®n. Visitar la Casa Blanca era un gran honor hasta que apareciste t¨²¡±. Pero nada comparado con el hurac¨¢n contra la violencia racial en el pa¨ªs que sacudi¨® a la NFL.

La ic¨®nica imagen de Colin Kapernick, quarterback de San Francisco 49ers, con la rodilla derecha en el suelo en septiembre de 2016, mientras sonaba el himno nacional para denunciar ese mal en Estados Unidos, fue imitada por otros integrantes del deporte m¨¢s poderoso de pa¨ªs y contestada por Trump con unos ¡®hijos de puta¡¯. La pasada de frenada le cost¨® el desaire de todo la Liga. Sin embargo, pill¨® a contrapi¨¦ a los NBA, que no supieron ni c¨®mo actuar ni c¨®mo sacar el m¨²sculo que m¨¢s tarde sacar¨ªan. No exist¨ªa una uni¨®n homog¨¦nea y sin fisuras y perdieron el primer tren de la lucha.

Y lleg¨® 2020 con la COVID-19, una enfermedad surgida en un mercado de Wuhan en China, que se propag¨® por el mundo entero, golpeando sin misericordia a nuestras vidas, a la sanidad, a la econom¨ªa, a la cultura y tambi¨¦n al deporte: la NBA par¨® en seco el 12 de marzo tras el positivo de Rudy Gobert. La Liga se silenci¨® hasta el 26 de mayo cuando el ¡®No puedo respirar (I can¡¯t breathe)¡¯, grito desesperado y doloroso de George Floyd antes de morir, sacudi¨® Estados Unidos de costa a costa.

Floyd era afroamericano y su asesinato por la presi¨®n sobre su garganta de la rodilla de un polic¨ªa de Minneapolis fue grabado y difundido por las redes sociales. El estallido fue inmediato con marchas multitudinarias por la justicia social por las ciudades estadounidenses, lideradas en algunos casos por jugadores como Jaylen Brown. El asesinato, la rabia, el dolor acabaron con las dudas y los NBA tomaron cartas en el asunto. Era su momento y no iban a dejar pasar otro tren, sobre todo, LeBron James.

El Rey no es solo el mejor del mundo, es tambi¨¦n un hombre de negocios de ¨¦xito, una influencia social de primer nivel en el pa¨ªs y un pilar fundamental en la comunidad con proyectos tan revolucionarios como la creaci¨®n de una escuela para ayudar a los ni?os y ni?as de su Akron natal. Conoce su poder, su magnetismo y desde enero de 2020 se sumergi¨® de manera palpable en pol¨ªtica con ¡®More Than a Vote¡¯, una extensi¨®n de ¡®More Than a Athlete¡¯, que en un primer momento solo ten¨ªa la intenci¨®n de producir contenidos alrededor de las elecciones. El asesinato de Floyd cambi¨® su misi¨®n original.

¡°Realmente quer¨ªamos unir a una coalici¨®n de atletas y artistas y construir una organizaci¨®n que luchar¨¢ contra la supresi¨®n de votantes, principalmente, en nuestras comunidades afroamericanas. Quer¨ªamos presentar iniciativas que realmente cambiaran las cosas y no solo publicar en redes sociales porque cuando se estudia la historia de la supresi¨®n de votantes negros es algo real¡±, asegur¨® en ESPN Maverick Carter, amigo desde la ni?ez de LeBron y su mano derecha en la actualidad. Adam Mendelsohn (subjefe de gabinete del exgobernador de California Arnold Schwarzenegger) y ¨¦l leyeron los deseos de James y desarrollaron al mil¨ªmetro esta organizaci¨®n pol¨ªtica cuya finalidad era informativa, explicar al ciudadano c¨®mo registrarse para participar en el proceso electoral, c¨®mo y d¨®nde votar y alentar ese sufragio. No hab¨ªa militancia hacia ninguno de los dos partidos mayoritarios, aunque era f¨¢cil intuir cu¨¢l era el fin que buscaba LeBron con esta iniciativa.

El objetivo era la poblaci¨®n afroamericana, duramente golpeada por la crisis de 2008 y por la del coronavirus, un nicho de votantes que hab¨ªa perdido peso con su participaci¨®n m¨¢s baja en los ¨²ltimos 20 a?os en las elecciones de 2016, seg¨²n Paw Research. Un problema si se quer¨ªa desalojar a Trump de la Casa Blanca.

Emplearon los conocimientos de Addisu Demissie, exgerente de la campa?a presidencial del senador Cory Booker, y la influencia de deportistas como Patrick Mahomes, Alvin Kamara, Ben Simmons y Draymond Green, entre otros, para movilizar a ese sector de la poblaci¨®n. Tambi¨¦n la presencia en las redes sociales de LeBron James: 122 millones de seguidores no se pueden menospreciar, sobre todo si te diriges a un nicho de votantes predominantemente joven (4 de cada 10 afroamericanos son millennials).

Y para muestra, un bot¨®n. La oficina de Jocelyn Benson, secretaria de Estado de M¨ªchigan, comenz¨® a escuchar que ciudadanos de Detroit hab¨ªan recibido una llamada autom¨¢tica de una mujer que se identific¨® como Tamika Taylor del Proyecto 1599, cuenta la ESPN. Esta afirmaba que la polic¨ªa usar¨ªa la informaci¨®n de los sufragios por correo para localizar a los ciudadanos y as¨ª permitir a las compa?¨ªas de tarjetas de cr¨¦ditos cobrar las deudas pendientes. Adem¨¢s, que el CDC (Centro para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades) lo emplear¨ªa para vacunar obligatoriamente contra el coronavirus. ¡°Qu¨¦dese en casa a salvo y tenga cuidado con el voto por correo¡±, dec¨ªa la llamada.

Benson tuite¨® que era una artima?a para amedrentar al votante, principalmente, afroamericano. LeBron retuite¨® el mensaje y a?adi¨® uno propio con una publicaci¨®n de More Than a Vote: ¡°Usar¨¢n todos los trucos para evitar que votemos, pero no vamos a caer en la trampa. Si est¨¢s en Detroit, contraataca e informa a elections@michigan.gov¡±. La oficina de Benson se inund¨® de llamadas y correos electr¨®nicos. El total de denuncias lleg¨® a las 85.000 por todo el pa¨ªs, 12.000 solo en Detroit.

¡°La gente sab¨ªa que era falso. Sab¨ªan que estaban siendo atacados. Y pudimos correr la voz r¨¢pidamente porque contamos con el respaldo de nuestros atletas m¨¢s influyentes, que dijeron a la gente qu¨¦ hacer si recib¨ªan una llamada telef¨®nica¡±, asegur¨® la secretaria de Estado. La investigaci¨®n realizada en M¨ªchigan llev¨® ante los tribunales a dos lobistas republicanos, Jack Burkman y Jacob Wohl. Se enfrentan hasta a 24 a?os de prisi¨®n si son condenados por delitos de conspiraci¨®n y contra las leyes electorales.

Movimientos pol¨ªticos que se fraguaban mientras en lo deportivo la NBA se encaminaba a la vuelta de la temporada. Un reinicio necesario para salvar parte del dinero de las televisiones. Y apareci¨® Walt Disney, Orlando y una burbuja como asidero para relanzar una m¨ªnima parte de la temporada regular y todos los playoffs. El debate para volver toc¨® la justicia social por el miedo de los jugadores a perder el meg¨¢fono si se reclu¨ªan durante meses en Florida. Algunos, como Irving, se inclinaban por cerrar el curso porque si se aislaban, su voz se silenciar¨ªa. El tiempo le quit¨® la raz¨®n: su mensaje fuera qued¨® marginado; el de los jugadores se escuch¨® alto y claro dentro.

Estos sacaron ciertas condiciones a la NBA. Reemplazar los nombres de sus camisetas por lemas sociales (aunque acotados a 29), tomar medidas colectivas para combatir el racismo sist¨¦mico que existe en Estados Unidos y promover la justicia social y no sancionar las protestas durante el himno nacional. La imagen de los jugadores, salvo contadas excepciones, con la rodilla en tierra durante el ¡®The Star-Spangled Banner¡¯ antes de los partidos recorri¨® todo el mundo. Algunos entendieron solo el acto como una respuesta al racismo sist¨¦mico en Estados Unidos, no como un acci¨®n de protesta que apuntaba directamente al inquilino de la Casa Blanca, un Trump que alentaba a las fuerzas de extrema-derecha del pa¨ªs y que jug¨® a la indiferencia cuando un coche atropell¨® a varios manifestantes antirracistas en Charlottesville causando un muerto y 19 heridos. Terrorismo interno provocado por un supremacista blanco (James Alex Fields) que el presidente despach¨® con un ¡®todos son igual, los de un bando y los del otro¡¯. Limpieza de manos para no desairar a su base radical de votantes. Desprecio absoluto hacia las v¨ªctimas y hacia la dignidad humana. Otra gota m¨¢s en un vaso que llevaba tiempo rebosando.

La temporada rebaj¨® los decibelios. Pura normalidad. Mantener la tensi¨®n de manera constante es imposible en cualquier escenario que implique protestas en la calle. El tiempo templa la ira si la realidad se mantiene inmutable. El d¨ªa a d¨ªa se lo come todo. Sin embargo, la calma tensa salt¨® por los aires el 26 de agosto. En Kenosha (Wisconsin), Jacob Blake recibi¨® varios disparos de agentes de polic¨ªa cuando se encaminaba hacia su veh¨ªculo. Otra vez fue grabado el asesinato y otra vez, difundido.

Blake se sumaba a la lista de m¨¢s de 1.250 afroamericanos muerto por un disparo policial desde el 1 de enero de 2015, m¨¢s del doble que la cantidad de blancos. Una lista que no incluye a los fallecidos por custodia policial, asfixia, atropellos¡­ Las manifestaciones se recrudecieron y la Casa Blanca se convirti¨® en un b¨²nker. ¡°?Y os segu¨ªs preguntando por qu¨¦ decimos lo que decimos de la polic¨ªa? Que alguien me diga qu¨¦ cojones es esto. Es, exactamente, otro hombre negro convertido en objetivo. Esta mierda est¨¢ tan mal y es tan triste... lo siento mucho por ¨¦l, por su familia y por nuestra gente. Queremos justicia¡±, dijo LeBron. ¡°A la mierda los partidos y los playoffs. Este es un problema real. Esta es la raz¨®n por las que no estamos seguros¡±, se?al¨® Donovan Mitchell.

Y la NBA se fue a la mierda durante unos d¨ªas eternos que comenzaron con el plante de Milwaukee Bucks, el equipo de Wisconsin, a disputar el quinto partido de los playoffs ante Orlando. Fue un domin¨®: Rockets, Thunder, Lakers y Blazers tampoco saltaron a la pista y se unieron a una protesta que pill¨® a la NBA por sorpresa. Las reuniones se sucedieron con enconadas diferencias, sin un plan claro y con Lakers y Clippers decididos a abandonar la burbuja hasta que apareci¨® Barack Obama. El antiguo presidente de los Estados Unidos, amante del baloncesto y gran influencia sobre los miembros de la Liga, habl¨® con LeBron James y Chris Paul, presidente del Sindicato de Jugadores, y les aconsej¨® que no se marcharan, sino que presionaran a la NBA, temerosa de que los jugadores cogieran la puerta y se marcharan. La amenaza del boicot es muchas veces m¨¢s poderosa que el boicot en s¨ª y la Liga se pleg¨®, con las franquicias a la cabeza, a las nuevas condiciones: incluir anuncios que alentaran el voto durante los playoffs y abrir y acondicionar los pabellones para que los ciudadanos pudieran votar.

En ciudades como Atlanta, por ejemplo, se pas¨® de peque?os espacios con 20 o 30 m¨¢quinas como m¨¢ximo, a un recinto con 302 y 60 centros de registro para atender a cualquiera de los 800.000 censados en el condado de Fulton. Milwaukee (Wisconsin), Charlotte (Carolina del Norte), Detroit (M¨ªchigan)¡­ tambi¨¦n abrieron las puertas de sus pabellones NBA, que contaron con la colaboraci¨®n de parte de los 40.000 voluntarios que alist¨® LeBron James con More Than a Vote como trabajadores electorales. El cuatro veces MVP de la NBA ayud¨® tambi¨¦n en Florida a registrar a votantes con antecedente penales, muchos de ellos afroamericanos y dados de lado por el sistema.

El experiment¨® funciono. Seg¨²n USA Today, casi 300.000 personas votaron directamente en los 40 pabellones y estadios deportivos repartidos en 29 condados de Estados Unidos sin contar con Nueva York (Madison Square Garden y en Manhattan y Barclays Center en Brooklyn) ya que los funcionarios electorales de la ciudad no proporcionaron datos. En la ciudad de Atlanta, casi 40.000 residentes del condado de Fulton votaron en el pabell¨®n de los Hawks durante la votaci¨®n anticipada en Georgia (un estado que Joe Biden gan¨® por menos de 15.000 sufragios). Seg¨²n la Junta de Comisionados Electorales de Chicago, en el United Center (Bulls) votaron el doble de personas que en cualquier otro recinto. M¨¢s de 30.000 personas en el American Airlines Center de Dallas (Mavericks) y en el Smoothie King Arena de Nueva Orleans (Pelicans).

¡°Las instalaciones deportivas profesionales y sus correspondientes franquicias jugaron un papel importante en las elecciones generales. No solo para servir como centro de votaci¨®n, sino como socio de la comunidad en la participaci¨®n c¨ªvica y el derecho al voto¡±, se?al¨® el secretario del condado de Los ?ngeles, Dean Logan. Un lucha colosal ante un enemigo poderoso que perdi¨® las elecciones. La NBA entera se fum¨® su puro de la victoria.