El futuro incierto de unos Blazers que no han fracasado... Pero s¨ª
La eliminaci¨®n en primera ronda llega despu¨¦s de un a?o plagado de lesiones, pero tambi¨¦n de cambios discutibles y mucho dinero comprometido.

A estas alturas de temporada, que no de a?o ya que en 2019 no hubo una pandemia que lo retras¨® todo, los Blazers eran uno de los equipos de moda de la liga despu¨¦s de arrasar a los Thunder en primera ronda (4-1) con el triple final de Lillard que fue un cuchillo que descerraj¨® el proyecto de Oklahoma City. Despu¨¦s ganar¨ªan a los Nuggets en una serie tremenda resuelta en el s¨¦ptimo partido en Denver para acabar cayendo 4-0 ante los Warriors. Todo ello sin Jusuf Nurkic, que se hab¨ªa partido la tibia poco antes de comenzar los playoffs. Los Blazers, pues, alcanzaban su primera final de conferencia desde el a?o 2000 despu¨¦s de ser terceros del Oeste y sin disponer de uno de sus tres mejores jugadores durante todas las eliminatorias. El proyecto que surgi¨® en Portland en 2015 tras la demolici¨®n del anterior (el de Aldrige, Batum y compa?¨ªa) y que se hab¨ªa metido cada a?o en playoffs por fin parec¨ªa en disposici¨®n de dar el ¨²ltimo paso y pelear de t¨² a t¨² con los grandes.
Eso parec¨ªa hace un a?o. Pero 2020, como tantas otras cosas, tambi¨¦n se ha llevado una parte de la credibilidad de los Blazers. La eliminaci¨®n en primera ronda ante los Lakers es lo de menos. Un detalle que no explica la dimensi¨®n real del problema. Porque s¨ª, los Blazers tienen un problema. Que hayan acabado octavos despu¨¦s de una temporada regular muy dif¨ªcil plagaa de lesiones se puede considerar hasta un ¨¦xito que demuestra la capacidad competitiva del grupo en situaciones adversas. Pero el hecho de que faltasen Nurkic, Zach Collins y Rodney Hood no lo justifica todo.
Estos Blazers defienden muy mal. De lo peor que puedes ver en la liga. Hasta que los Lakers se quedaron por debajo de 100 puntos en el primer partido de la serie, nadie le met¨ªa menos de esa cifra desde enero. 37 partidos consecutivos encajando m¨¢s de 100 puntos. En el play-in unos Grizzlies que llegaron a jugarlo con la lengua fuera estuvieron a punto de pegarles un susto y las exhibiciones de Lillard en la burbuja, con esos partidos de 60 puntos o casi, no reflejan otra cosa que la necesidad del equipo de que su estrella tenga actuaciones fuera de lo normal cada dos por tres. Y todo porque lo que consiguen en ataque lo tiran por lo suelos atr¨¢s.
No ayud¨® a mejorar la situaci¨®n determinadas decisiones en los despachos el verano pasado, cuando se deshicieron de dos jugadores claves en la defensa exterior: Maurice Harkless y Al-Farouq Aminu. Dos hombres con limitaciones claras para crear situaciones ofensivas ventajosas por s¨ª mismos y con un tiro exterior no siempre fiable, pero que cumpl¨ªan una labor defensiva clave en un equipo que no va sobrado en ese aspecto. Trevor Ariza lleg¨® con la temporada empezada para tapar ese agujero, pero se lesion¨® antes de los playoffs. Otra salida discutible fue la de Seth Curry, este s¨ª un tirador excelso que ha completado una de las mejores temporadas de su carrera en Dallas.
Pero el verdadero problema es que los Blazers defienden mal empezando por su pareja de estrellas. Lillard y McCollum, dos talentos innnatos en ataque, est¨¢n por debajo de la media cuando se trata de evitar las canastas ajenas. Y eso s¨ª que es un problema, porque tras los dos contratos que les firmaron el verano pasado ambos le van a costar a la franquicia m¨¢s de 400 millones. Una cifra que deja muy poco margen de maniobra en un mercado que ya de por s¨ª no suele ser atractivo para los grandes jugadores. Cuando los Blazers apostaron por renovar la confianza y jugarse el futuro del proyecto en su backcourt titular, fueron varios los analistas que pensaron que aquello era un error. Que esa pareja ya hab¨ªa tocado techo, que ese techo nunca iba a ser ganar un anillo y que en Portland tendr¨ªan que plantearse traspasar a uno de los dos. De momento no hay ninguna se?al que apunte a que est¨¦n pensando en algo as¨ª. Pero llega un momento en que los equipos dan el 100% de lo que tienen y si ese 100% no te sirve para ganar (y parece que el 100% de estos Blazers no les llega) y tampoco puedes sumar nuevas piezas, la ¨²nica soluci¨®n es buscar un trueque con algo tuyo.