'The Shot': la jugada que cambi¨® la carrera de Michael Jordan
El 7 de mayo de 1989, Jordan eliminaba a los Cavaliers con un tiro ganador en el quinto partido de la primera ronda. Bautizada como 'The Shot', la jugada cambi¨® su carrera.


Con tan solo 2 segundos para el final del partido, los Bulls estaban contra las cuerdas. No solo estaban a punto de ser eliminados de los playoffs, tambi¨¦n el proyecto, iniciado en 1984 con la elecci¨®n de Michael Jordan en el n¨²mero 3 del draft, pend¨ªa de un hilo. Soportar la cuarta eliminaci¨®n en primera ronda en los ¨²ltimos cinco a?os era una losa demasiado grande para Jerry Reinsdorf, el due?o de la franquicia y Jerry Krause, su hombre fuerte en los despachos. El tiempo se llevaba las promesas de convertirse en un equipo ganador, favorecidas por el incre¨ªble nivel de Jordan, que en las dos ¨²ltimas temporadas hab¨ªa promediado 37 y 35 puntos por partido, redondeando esa ¨²ltima con el MVP de la temporada y el de Mejor Defensor, juntando ambos premios por primera vez en su carrera.
La 1988-89 se tornaba pues decisiva para los intereses de los Bulls que el a?o anterior, liderados por el incre¨ªble nivel de su referencia, hab¨ªan ganado 50 partidos y superado la primera ronda por primera vez desde 1981. El retroceso en temporada regular no era demasiado grande, consiguiendo un r¨¦cord de 47-35, pero el enfrentamiento en primera ronda era diametralmente opuesto. Esta vez, los Bulls llegaban sextos cuando en los anteriores playoffs lo hab¨ªan hecho terceros; y los Cavs, sus rivales, lo hac¨ªan al rev¨¦s. En una Conferencia Este en la que la ventaja de campo ha sido tradicionalmente m¨¢s importante que en el Oeste, ese elemento pod¨ªa ser diferencial a la hora de discernir el resultado de la eliminatoria, la m¨¢s atractiva que habr¨ªa en la primera ronda.
Esos Cavs son dignos de un merecido estudio. Estaban entrenados por Lenny Wilkens, ese hombre cuya sombra es indivisible a la de la propia competic¨®n, que hab¨ªa conquistado el t¨ªtulo con los desaparecidos (y eternamente a?orados) Seattle SuperSonics en 1979 y que hab¨ªa aterrizado en Ohio, una franquicia perdida y con un mercado peque?o, para conseguir 31, 42 y 57 victorias en sus tres primeras temporadas. Wilkens, un entrenador a la antigua usanza, puso sobre el mapa a determinados equipos que no tendr¨ªan su momento de gloria hasta bien entrado el siglo XXI. Lo hizo con esos Cavs, con los que conquist¨® 57 victorias ese a?o, 57 y finales del Este en 1992 y 54 en 1993, alcanzando los playoffs en cinco de sus seis temporadas como profesional en una etapa que no se volvi¨® a vivir en Cleveland hasta la llegada de LeBron James. En 1993 llegaba a unos Hawks con los que conquistar¨ªa otras 57 victorias y el primer puesto del Este, un r¨¦cord hasta las 60 del equipo que dirigi¨® Mike Budenholzer en 2015 y con los que estuvo siete temporadas, consiguiendo llegar a la fase final en seis de ellas. Y tambi¨¦n dirigi¨® la ¨²nica versi¨®n competitiva de los Toronto Raptors hasta que Dwayne Casey (y luego Nick Nurse) se hizo cargo del equipo: la que lleg¨® a semifinales del Este en 2001 cayendo en el s¨¦ptimo partido ante los Sixers de Allen Iverson.
Los Cavs ten¨ªan en 1989 a un equipo joven y compensado, liderado por Mike Price (18,9 puntos y 8,2 asistencias por partido), Brad Daugherty (18,9, con 9,2 rebotes), Larry Nance (el padre del actual jugador de los Cavaliers, del mismo nombre) y Ron Harper, por entonces una estrella anotadora de 25 a?os que se fue a 18,6 puntos, 5 rebotes y 5,2 asistencias ese a?o. LEl equipo, bien manejado por Wilkens, funcionaba a los dos lados de la pista: segundos en rating defensivo de toda la NBA, era capaz tambi¨¦n de liderar la competici¨®n en porcentaje de tiros de campo, ser terceros en porcentaje de triples, quintos en asistencias y segundos en tapones. Y hab¨ªan cuajado, como no pod¨ªa ser de otra manera, la mejor temporada de su historia, primera tambi¨¦n por encima de las 50 victorias, con las 49 y las finales del Este conseguidas por Bill Fitch en 1976 como horizonte. Ese fue el ¨²nico a?o desde su nacimiento (1970) en el que pasaron de la primera ronda, algo que volver¨ªan a conseguir con Wilkens... aunque no en 1989.
La serie llegaba 2-2 al ¨²ltimo encuentro despu¨¦s de que los Bulls desaprovecharan un match ball en casa. Y a 2 segundos del final, el Richfield Coliseum ped¨ªa defensa a sus jugadores con todos los ojos puestos en Jordan, que realiz¨® un excelente tiro en suspensi¨®n desde la l¨ªnea de tiros libres y ante la defensa de Craig Ehlo. La canasta entr¨® dejando muda la pista rival, at¨®nita ante lo que acababa de ver. El escolta sentenciaba a los Cavs ante la alegr¨ªa de Doug Collins, su entrenador, que corr¨ªa con los brazos en alto como motivo de celebraci¨®n y se abrazaba a Phil Jac,kson, su segundo por aquel entonces. Los Bulls pasaban a segunda ronda y ve¨ªan como el p,+royecto sobreviv¨ªa gracias a una jugada bautizada como The Shot, una de las m¨¢s famosas de la historia de la NBA y que coron¨® a Jordan, elevado al nivel de h¨¦roe a pesar de no contar todav¨ªa con anillos, algo a lo que tendr¨ªa que esperar hasta 1991.
Jordan promedi¨® 32,5 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias durante la regular season. Entre el 18 de marzo y el 14 de abril, se fue a 32,3 puntos, 10 rebotes y 11,8 asistencias, haciendo al menos doble-doble en todos los quince encuentros de esa racha, incluidos siete triples-dobles conseutivos, r¨¦cord hasta la llegada de Russell Westbrook. En la eliminatoria ante los Cavs, lleg¨® a los 39,8 puntos, 5,8 rebotes, 8,2 asistencias y 3 robos de bal¨®n. Promedi¨® 46 puntos en los tres ¨²ltimos duelos de la eliminatoria, 50 en el cuarto duelo. En el quinto y definitivo, The Shot signific¨® su punto n¨²mero 44, que redonde¨® con 9 rebotes y 6 asistencias por solo 2 p¨¦rdidas. Ron Harper, jugador con el que algunos analistas le comparaban por aquel entonces, se fue a los 19,6 puntos, y mantuvo despu¨¦s que deber¨ªa haber sido ¨¦l y no Ehlo, el elegido para defender ese ¨²ltimo lanzamiento de Jordan.
De una forma u otra, los Bulls sobrevivieron a la primera ronda y eliminaron a los Knicks (y 35,7+9,5+8,3 de Jordan...) en semifinales, clasific¨¢ndose para las finales del Este por primera vez desde 1975. Ah¨ª volvieron a caer contra esos Bad Boys de los que tanto se habla hoy en d¨ªa, segundo a?o consecutivo que ced¨ªan ante el equipo liderado por Isiah Thomas y dirigido por Chuck Daly. Y a¨²n les quedar¨ªa un tercero. La temporada, eso s¨ª, signific¨® otro cambio procedente de la segunda eliminaci¨®n ante los Pistons: Doug Collins era destituido. Se buscaba una nueva cara, pero que a la vez conocierta la franquicia y a Jordan, que le diera continuidad al proyecto pero tambi¨¦n algo nuevo, necesario para dar un paso m¨¢s y convertirse en verdaderos candidatos. Y lleg¨® Phil Jackson, claro. El resto, ya se sabe.