Rockets a por el anillo: el ultra small ball relanza a Westbrook
El giro radical en su propuesta y la llegada de Robert Covington han rescatado la temporada de unos Rockets que ronda el segundo puesto de la Conferencia Oeste.
Los Rockets no se han convertido de pronto en el gran favorito al anillo, pero se han ganado el derecho a sentirse uno de los equipos con leg¨ªtimas opciones de ser campeones, algo que con toda franqueza no parec¨ªan en la primera parte de la temporada y la gran roca que, como S¨ªsifo, trata de mover el proyecto Daryl Morey (despachos)-Mike D'Antoni (banquillo)-James Harden (jugador franquicia), que fue al all in definitivo con la apuesta por Russell Westbrook en verano y pas¨® de ah¨ª a la radicalizaci¨®n absoluta de su propuesta con sus movimientos de un invierno del que han salido, ya se sabe, con un quinteto en el que solo un jugador llega (y por los pelos) a dos metros: James Harden (1,96), Russell Westbrook (1,90), Danuel House (1,98), Robert Covington (2,01 oficiales) y PJ Tucker (1,96).
Los Rockets cumplir¨¢n este a?o, si no llegan, un cuarto de siglo sin pisar las Finales de la NBA (1995). El jugador franquicia entonces era, claro, Hakeem Olajuwon. Un 2,11. Tambi¨¦n eran titulares en aquellas Finales Robert Horry (2,06) y Clyde Drexler (2,01). El alero, Mario Elie, med¨ªa igual que PJ Tucker, que ahora ejerce de p¨ªvot. Y el escolta, el legendario Drexler, ten¨ªa el tama?o del techo del actual quinteto. Aquel equipo inolvidable (nunca subestimes el coraz¨®n de un campe¨®n), por acabar con las comparaciones para cambiar de ¨¦poca, tiraba 21,4 triples por partido. En esta temporada 2019-20 los Rockets lanzan 44,4. Pues eso.
Los Rockets han acabado febrero 9-2, como los Lakers y casi a la par que los intratables Bucks (10-1). Ven¨ªan de un 7-7 en enero. Sus dos ¨²nicas derrotas, adem¨¢s, han llegado en Phoenix, en back to back, sin Russell Westbrook y tras ganar en el Staples a los Lakers; y en Salt Lake City dos d¨ªas despu¨¦s, ante los Jazz y mediante un triple milagroso de Bojan Bogdanovic. Ha sido el mes del traspaso (el d¨ªa 5) en el que se llevaron a Robert Covington y soltaron a un Clint Capela que hab¨ªa acabado siendo poco m¨¢s que un adorno (cada vez m¨¢s caro por sensaci¨®n subjetiva) cuando llegaban los ochomiles en playoffs. Pero m¨¢s all¨¢ de la poca evoluci¨®n del suizo una vez que dio el salto a te¨®rico jugador con galones, el problema acab¨® estando en el encaje, en su funcionalidad en un equipo que finalmente decidi¨® que no pod¨ªa tratar de ir m¨¢s lejos que los dem¨¢s por pensamiento en los despachos mientras se tentaba la ropa en la pista. Los Rockets ser¨ªan con su versi¨®n m¨¢s radical posible o no ser¨ªan. Y para eso Covington. Y m¨¢s aleros como v¨¢lvula de seguridad: Jeff Green, DeMarre Carroll...
Covington, la defensa... y Russell Westbrook
El plan desde entonces es imponer su versi¨®n m¨¢s radical (del small ball al ultra small ball) y crear ventajas donde en teor¨ªa deber¨ªa haber deficiencias. En la pr¨¢ctica, liberar y poner a jugar cuesta abajo a Russell Westbrook en ataque y regresar a los principios defensivos de la temporada 2017-18, cuando los Rockets pudieron ser campeones (3-4 en la final del Oeste ante los Warriors con unos Cavaliers de saldo esperando en las Finales). Y precisamente eso es lo que est¨¢ funcionando. 10-2 desde que se retir¨® a Capela del quinteto (primero para meter a Eric Gordon, todav¨ªa m¨¢s bajito que Covington: 1,91). Y ahora seis victorias seguidas y a un solo partido del segundo puesto del Oeste, una pelea en la que ir¨¢n hasta el final con Nuggets y Clippers y para la que parec¨ªan no contar hace apenas unas semanas.
Durante esta racha de seis victorias los Rockets dejan a los rivales en un 43,5% en tiro, la quinta mejor marca de la NBA. Tienen tambi¨¦n el quinto mejor rating, una cifra que hab¨ªa estado ligeramente por debajo de la media de la competici¨®n durante toda la temporada y que ahora se est¨¢ corrigiendo de forma muy visible con la llegada de Covington (Primer Quinteto Defensivo en 2018), que ejerce de free safety, se mueve con libertad por toda la defensa, intimida desde el lado d¨¦bil y funciona en todos los cambios, ya sea con bases o con p¨ªvots; valores fundamentales en una renovada defensa ultra agresiva, de ajustes constantes y con un nivel f¨ªsico asfixiante, que seguramente se aproveche (aunque parezca un argumento de patio de colegio) de la permisividad inevitable con la que se arbitra a los jugadores m¨¢s peque?os. Covington ha promediado en febrero en Houston 12,8 puntos, 8,5 rebotes y, una barbaridad, casi 3 tapones y medio. Con ¨¦l en el mismo quinteto que PJ Tucker la defensa ha mejorado de forma dr¨¢stica y el ataque ha abierto espacios que con Capela no exist¨ªan y es el tercero mejor de la NBA en ese tramo. Sumando ambos valores se obtiene la cuarta mejor diferencia de puntos.
El gran beneficiado de todo esto, ha sido terriblemente obvio en las ¨²ltimas semanas, es Russell Westbrook. En febrero 33,4 puntos, 7,3 rebotes, 6 asistencias, casi un 55% en tiros de campo y un 40% en triples con, y esta es una de las claves, solo 2,5 lanzados por noche. Ven¨ªa de 5,7 en noviembre y 4,4 en diciembre con porcentajes que no llegaban al 23%. Un suicidio. Convertir a Westbrook en un jugador eficiente, algo que dej¨® de ser en OKC (m¨¢s cuanto m¨¢s lejos iba quedando la alargada sombra de Kevin Durant) era el gran reto de Mike D'Antoni, un suspenso en la primera evaluaci¨®n que ha sido un sobresaliente en el control de febrero. Antes, con p¨ªvot, Westbrook anotaba 14,1 puntos en la pintura. La cuarta mejor marca de la NBA. Desde entonces es l¨ªder con casi 21 de media. A sus promedios hay que sumar los 31,9 puntos, 6,7 rebotes y 7,9 asistencias de Harden en febrero. Los primeros compa?eros que anotan m¨¢s de 30 puntos de media por cabeza en un mes natural desde Kobe Bryant y Shaquille O'Neal en febrero de 2001. M¨¢s: Westbrook lleva ahora 30 partidos seguidos con la menos 20 puntos y Harden ha tenido en la temporada una racha de 34. Los anteriores compa?eros con rachas de al menos 30 fueron Elgin Baylor y Jerry West en la temporada 1961-62.
B¨¢sicamente, los Rockets est¨¢n haciendo sentir a los rivales de verdad que tienen dos MVP en pista, algo que antes no consegu¨ªan. Y est¨¢n poniendo su defensa en el nivel necesario para que les sostenga cuando los tiros no entran. En Boston acaban de ganar con un 15/55 en triples y en una noche con tramos nefastos de James Harden. Siguen siendo un equipo feo en muchas cosas, excesivo en su f¨®rmula de triples y aclarados. Pero eso, guste m¨¢s o menos, es lo que quiere ser, as¨ª que no ten¨ªa sentido quedarse con la duda de ver d¨®nde pod¨ªa llevarles realmente si se iba con ello hasta las ¨²ltimas consecuencias. Y ahora, por fin, en eso est¨¢n.
El jueves hay un Rockets-Clippers. Si ese partido te provoca un cosquilleo que no habr¨ªa estado ah¨ª hace unas semanas, es que percibes que estos Rockets se han convertido en una amenaza real m¨¢s all¨¢ de que te guste mucho, poco o nada de nada su forma de atacar. Es imposible saber si en su techo hay un anillo, y de hecho es dif¨ªcil todav¨ªa apostar porque vaya a ser as¨ª, pero el volantazo era imprescindible y ha llegado. Y muy a tiempo. Y eso hay que valorarlo.