El poeta Tom Meschery, primer extranjero en un NBA All Star
Los Warriors tiene la camiseta retirada de este ruso nacido en China. Uno de los jugadores m¨¢s duros de la historia, hizo carrera como escritor y profesor.

La historia de Tom Meschery cuenta, nunca mejor dicho, con todos los ingredientes para ser considerada como una vida de pel¨ªcula. Dicho queda. Y es que su biograf¨ªa no s¨®lo alterna el mundo del deporte de ¨¦lite con el de la cultura (es profesor y poeta), sino que se encuentra marcada por algunos de los acontecimientos hist¨®ricos m¨¢s relevantes que marcaron el devenir del siglo XX. A saber: la revoluci¨®n rusa de 1917, la II Guerra Mundial o la caza de brujas contra los comunistas emprendida por el senador Joseph McCarthy dentro de Estados Unidos en plena Guerra Fr¨ªa.
Tomislav Nikolayevich Meshcheryakov naci¨® el 26 de octubre de 1938 en Harbin (China) y, aunque su nombre resulte totalmente desconocido para el gran p¨²blico, en 1963 se convirti¨® en el primer jugador no estadounidense en debutar en un All Star Game. Sus padres, seguidores del zar Nicol¨¢s II, se vieron obligados a abandonar su Rusia natal tras el triunfo de la revoluci¨®n bolchevique y el ascenso al poder de Lenin en 1917. En el a?o del nacimiento de Tom, su padre Nicolas obtuvo un visado para ir a trabajar como estibador?en los muelles de San Francisco. Poco despu¨¦s estallaba la II Guerra Mundial y la consiguiente invasi¨®n japonesa a Manchuria (¨¢rea en la que el beb¨¦ Meschery viv¨ªa junto a su madre y hermana). Todos ellos fueron trasladados a un campo de concentraci¨®n en el pa¨ªs nip¨®n, hasta que por fin, una vez concluida la mayor barbarie en la historia de la humanidad, la familia pudo reunirse de nuevo. Fue en Estados Unidos. En 1946.
De Meshcheryakov a Meschery
As¨ª lleg¨® al pa¨ªs en cuya liga de baloncesto pasar¨ªa a hacer historia. Al poco de aterrizar, y en pleno fervor anticomunista desatado por el paranoico y mentiroso senador McCarthy, su padre opt¨® por adaptar el apellido de la familia a Meschery. Aun as¨ª, al joven Tom le cost¨® adaptarse a su pa¨ªs de adopci¨®n y a un lenguaje y cultura completamente diferentes. Para lograr vencer estas barreras decidi¨® apoyarse en el mundo de la canasta. En el Instituto Lowell de San Francisco se inici¨® la carrera de uno de los jugadores m¨¢s duros e intensos de siempre. ¡°El deporte me hizo la transici¨®n a Am¨¦rica mucho m¨¢s f¨¢cil. Pensaba que cuanto m¨¢s me esforzase, jugar¨ªa mejor y as¨ª ser¨ªa considerado como un verdadero americano. Me obsesion¨¦ y el baloncesto se convirti¨® en mi pasi¨®n. Es un juego que permite que el talento individual sea absorbido en favor del equipo¡±, relataba hace unos a?os en un reportaje publicado en la revista Slam.
Acab¨® su etapa en el high school y se march¨® a la Universidad de Saint Mary de Moraga (California), donde en 1961 se graduar¨ªa en Artes. Por supuesto, sigui¨® perfeccionando su nivel baloncest¨ªstico en dicho centro, hasta el punto de que tiempo despu¨¦s le acabar¨ªan retirando su camiseta con el n¨²mero '31'. Sin embargo, pese a destacar como uno de los mejores jugadores universitarios de su ¨¦poca, Tom no ten¨ªa previsto dar el salto al profesionalismo. Pensaba hacer carrera como diplom¨¢tico en el Departamento de Estado cuando en un torneo en Denver, los ojeadores de la NBA pusieron sus ojos en ¨¦l. En el draft del 61, los Philadelphia Warriors (hoy en d¨ªa Golden State Warriors) le escogieron con el n¨²mero siete. ¡°Estaba en medio de una gira en Kansas City cuando Eddie Goldberg, el general manager del equipo, entr¨® en la habitaci¨®n, ech¨® a mi compa?ero y empezamos a negociar. Yo no ten¨ªa ning¨²n agente, as¨ª que Eddie me ofreci¨® algo y simplemente acept¨¦¡±.
As¨ª se comnvirti¨® en el primer ruso en la NBA. ¡°Es cierto que nac¨ª en China, pero el hecho de ser hijo de padres rusos siempre ha tenido un gran efecto en m¨ª. Rusia es mi sangre. Claro que obtuve la nacionalidad estadounidense, pero mi familia es rusa. As¨ª que s¨ª, me considero a m¨ª mismo como el primer ruso en la Liga¡±, ha explicado en varias entrevistas.
En total, disput¨® diez temporadas en la mejor Liga de baloncesto del planeta en las que promedi¨® 12,7 puntos y 8,6 rebotes. Caus¨® un gran impacto nada m¨¢s llegar a Philadelphia, donde comparti¨® vestuario con el, probablemente, jugador m¨¢s dominante de todos los tiempos: Wilt Chamberlain. El 2 de marzo de 1962 se convirti¨® en uno de los testigos de la mayor gesta lograda en una cancha de baloncesto. Aquel d¨ªa, en un partido ante los Knicks, Chamberlain se dispar¨® hasta los 100 puntos. ¡°Fue el momento m¨¢s intenso de toda mi carrera. No creo que nadie pueda repetir algo as¨ª. Lo recuerdo con claridad. Frank Maguire, nuestro entrenador, hab¨ªa vaticinado que anotar¨ªa un centenar de puntos. Le hab¨ªa visto hacerlo entrenando, pero jam¨¢s imagin¨¦ algo as¨ª¡±, relata sobre quien, pese a sus diferencias pol¨ªticas (Wilt era republicano y ¨¦l socialista), acabar¨ªa convirti¨¦ndose en un gran amigo. Corr¨ªa el curso 1961-62, el ¨²ltimo de los Warriors en Pennsylvania (al final del mismo se trasladaron a San Francisco) y Meschery, un ala-p¨ªvot de 1,98 metros, se iba dando a conocer. En su a?o rookie fue quien m¨¢s faltas cometi¨® (4,1 por noche). ?l mismo presume en la biograf¨ªa de su blog de ser uno de los jugadores m¨¢s duros que se recuerdan.
Disput¨® el All Star Game de 1963
La campa?a siguiente fue la de su mayor impacto num¨¦rico. 16 tantos y 9,8 capturas que le permitieron disputar el 16 de enero de 1963 en el Memorial Sports Arena de Los ?ngeles su primer y ¨²nico All Star Game. En ocho minutos de juego, anot¨® tres puntos, cogi¨® un rebote y reparti¨® una asistencia para pasar a formar parte del libro de oro de la NBA. Trasncurrieron 22 a?os para ver a otro extranjero en un Partido de las Estrellas: Hakeem Olajuwon (Nigeria) y Rolando Blackman (Panam¨¢) cogieron el testigo.
Meschery fue ante todo un jugador de equipo y luchador como pocos. No daba un bal¨®n por perdido. En el 64 disput¨® la primera de sus dos Finales. Los intratables Celtics de Bill Russell y Red Auerbach se cruzaron en su camino. Un a?o despu¨¦s Chamberlain dej¨® el equipo para enrolarse en las filas de los Sixers, regresando as¨ª su hogar: Philadelphia. No obstante, ese mismo verano los Warriors draftearon a Rick Barry. Junto a ¨¦l volvi¨® a disputar la serie por el anillo en 1967. Tampoco hubo suerte. Tuvieron que ser, precisamente, los Sixers quienes se llevaran el t¨ªtulo. ¡°Mi rol cambi¨® cuando lleg¨® Barry. Pas¨¦ a verme como un jugador todoterreno. Intent¨¦ hacer todo lo posible para seguir siendo ¨²til. Antes era un jugador ofensivo, as¨ª llegu¨¦ a ser all star. Sin embargo, el ataque pas¨® a ser cosa de Rick y Nate Thurmond y de los buenos escoltas que ten¨ªamos, as¨ª que aprend¨ª a ser un buen reboteador ofensivo¡±, rememora sobre sus ¨²ltimos a?os en los Warriors.
Y es que, tras el subcampeonato del 67 y seis cursos en la NBA, decidi¨® retirarse. Un adi¨®s que no lleg¨® a concretarse porque los Seattle SuperSonics le seleccionaron en el draft de expansi¨®n celebrado aquel mismo a?o. En la lluviosa ciudad del noroeste de Estados Unidos disput¨® otras cuatro temporadas antes de, esta vez s¨ª, despedirse de la NBA. Deportivamente, en Seattle no lleg¨® siquiera a disputar los playoffs, si bien esta fue una etapa que acab¨® definiendo un futuro alejado de las canchas. En su ni?ez e influido por su padre, aprendi¨® a apreciar la poes¨ªa. Una, en boca de sus compa?eros, ¡°afici¨®n extra?a¡± que sigui¨® cultivando como profesional del baloncesto. ¡°Me di cuenta de que le¨ªa m¨¢s libros que el resto de mis compa?eros y que durante los viajes en avi¨®n prefer¨ªa la poes¨ªa a pasar el tiempo jugando al p¨®quer¡±. Es m¨¢s, s¨®lo se animaba a hacerlo cuando lo hac¨ªa el legendario Chamberlain: ¡°Era terrible. ?Una forma f¨¢cil de ganar dinero! No sab¨ªa ir de farol. Eras capaz incluso de matar para poder jugar junto a ¨¦l¡±. Una an¨¦cdota m¨¢s de una existencia fuera de lo com¨²n.
No se atrevi¨® a alejarse del mundo de la canasta y durante la campa?a 1971-72 ejerci¨® como entrenador de los Carolina Cougars de la ABA, competici¨®n que poco despu¨¦s se acab¨® integrando en la NBA. Tras cosechar un r¨¦cord negativo de 35 victorias y 49 derrotas fue reemplazado por Larry Brown. ¡°Odiaba entrenar. Era un mal t¨¦cnico y no ten¨ªa paciencia¡±, reconoce The Mad Russian?(el ruso loco). Su mote m¨¢s c¨¦lebre.
Tras un partido de los Cougars en Nueva Jersey, una reuni¨®n con el poeta Mark Strand le acab¨® por convencer: estudiar¨ªa poes¨ªa en la Universidad de Iowa. Concluido su aprendizaje pas¨® a combinar su carrera como escritor (aparte de poemas ¨Cle dedic¨® uno a Chamberlain¨C ha publicado varias novelas) con la de profesor en un instituto de Reno (Nevada) hasta su jubilaci¨®n en 2005. En la actualidad vive en Sacramento con su esposa Melanie, pero antes, tendr¨ªa un 2002 m¨¢gico por su ingreso en el Hall of Fame de escritores de Nevada y, sobre todo, por el homenaje que le brindaron los Warriors al retirarle su camiseta con el dorsal '14'. ¡°Para un tipo de San Francisco como yo, en cuyas calles crec¨ª jugando, es un verdadero honor. Estoy muy orgulloso¡±, dice echando la vista atr¨¢s.
¡°All¨ª es una leyenda. Pero Tom era m¨¢s que eso. Era un hombre renacentista, un erudito¡±, relata Clifford Ray, exjugador y campe¨®n de la NBA en 2008 como t¨¦cnico asistente de los Celtics de Doc Rivers. Raz¨®n no le falta. ¡°Me doy cuenta de que he tenido una vida inusual. Mis intereses son variados, lo que me permiti¨® no centrarme exclusivamente en el baloncesto. Son muchas las cosas que me llaman la atenci¨®n¡±, comenta al hacer balance.
En 2005 un c¨¢ncer estuvo cerca de acabar con ¨¦l. Super¨® la enfermedad, aunque entonces?los doctores no le pronosticaron m¨¢s de diez a?os de vida. ¡°Volver¨¢ para matarme¡±, anunci¨® en?Los Angeles Times. De momento, a los 79 contin¨²a dando guerra. Ya no sobre el parqu¨¦, sino a trav¨¦s de su blog: mescherysmusings.blogspot.com. Un rinc¨®n a trav¨¦s del cual vierte sus reflexiones sobre literatura, deporte y la vida en general y a los que acompa?a con un poema a modo de conclusi¨®n. ¡°Como profesor de escritura siempre he recomendado a mis estudiantes escribir un diario como forma de organizar sus pensamientos de cara a futuros proyectos. Desafortunadamente, nunca fui tan disciplinado conmigo mismo. Con el blog, puede que haya encontrado la forma de cumplir con mi propio consejo¡±, se puede leer en el encabezado del mismo. Palabras de un hombre que sigue escribiendo una vida de pel¨ªcula.