El Real Madrid se desquita en Vitoria y demarra en el liderato

El Madrid sigue en pie contra viento y marea, y si me apuran incluso contra toda l¨®gica. No solo no pierde fuelle sino que gana en solvencia. Cada vez gestiona mejor sus recursos, bastante limitados en la pintura. Para este duelo recuperaba en el per¨ªmetro a Rudy, en un Buesa repleto y listo para el fragor (14.178 espectadores), pero perd¨ªa a ¨²ltima hora a Maciulis, que viene ejerciendo de interior a tiempo casi completo. A Laso y a su equipo pareci¨® darles igual: capearon la tempestad del segundo cuarto y resolvieron guiados por Doncic en un espl¨¦ndido ¨²ltimo acto pleno de madurez. Pasaron de repartir solo cuatro asistencias y extraviar nueve balones en los primeros 20 minutos, a a?adir 14 pases de canasta y apenas tres p¨¦rdidas en la segunda parte.

Despu¨¦s del repaso de noviembre, cuando el Madrid encaj¨® la derrota m¨¢s amplia de la era Laso (105-75, incluido un parcial de 19-0 en el primer acto), era muy dif¨ªcil que a los blancos les cogieran otra vez tan en falta. Causeur lider¨® la arrancada (13 puntos al descanso, como si tuviera cuentas pendientes), aunque luego su equipo se ralentiz¨® por la escasez de cent¨ªmetros. Thompkins, con dos personales r¨¢pidas, y Tavares ve¨ªan desde el banco el crecimiento baskonista (28-20). Un 10-0 de parcial con Reyes solo ante el peligro y Doncic ejerciendo de falso p¨ªvot. El Real sufr¨ªa, pero la intimidaci¨®n de Tavares y, sobre todo, la cohesi¨®n del grupo y el acierto de Rudy orquestaron la reacci¨®n: 36-33.

El Madrid lleg¨® al cuarto periodo con dos puntos de ventaja y Doncic, en cinco minutos m¨¢gicos, los multiplic¨® por cuatro: 66-74. Apenas hab¨ªa entrado en acci¨®n, pero esper¨® agazapado su oportunidad para desatarse y sentenciar: 8 tantos y 4 asistencias entonces.

Radoncic limit¨® a Shengelia

Luego remat¨® un lozano Thompkins, reservado por las faltas. Descanso que facilit¨® la enorme labor de Dino Radoncic (y de Reyes) en el marcaje de Shengelia. El georgiano no fue un factor clave, y menos a¨²n Poirier. Huertas apuntaba esta vez a h¨¦roe local. No bast¨®, ni tampoco los buenos ratos de Beaubois. M¨¦rito del trabajo en la retaguardia de un Madrid que ha desarrollado en los ¨²ltimos meses una fortaleza en¨¦rgica y una valent¨ªa serena para encarar las dificultades.

Lo vimos otra vez, y no ante un rival cualquiera. Ni en un d¨ªa normal. Porque este mi¨¦rcoles Pablo Laso dio caza a un leyenda, a Pedro Ferr¨¢ndiz: 490 partidos al frente del banquillo madridista. Y lo hizo en Vitoria, su ciudad natal. Su equipo sigue de dulce porque ha sabido adaptarse y readaptarse. Crecer desde la defensa. Octavo triunfo seguido entre ACB y Euroliga, y mucho m¨¢s l¨ªder liguero: tres victorias de ventaja ya al Bar?a, al Valencia y al Fuenlabrada. Y cinco al Baskonia.