Los Cavaliers no arrancan: ?es LeBron James demasiado bueno?
Otra derrota incontestable en The Q lanza tempranas (y todav¨ªa templadas) alarmas sobre este nuevo proyecto de los CavaliersFinal NBA: Warriors vs Cavs, juego 4
Cleveland Cavaliers ha perdido tres partidos seguidos, est¨¢ 3-4, 2-2 en su pista. Con el mismo balance que Brooklyn Nets y las mismas victorias que Indiana Pacers y Charlotte Hornets (ambos 3-3). Anotan como un equipo de clase media (14? de la liga: 104,7 puntos por partido) y recibe puntos a chorro: 110,1 (25?). Su rating ofensivo es el decimoquinto y el defensivo, el vigesimos¨¦ptimo. As¨ª que tienen uno de los ocho peores diferenciales de toda la NBA en este arranque de competici¨®n.
?Problema de calendario? No. Est¨¢n 1-4 dentro de la segunda racha de seis partidos m¨¢s sencilla (seg¨²n el BPI -Basketball Power Index- de ESPN) que tendr¨¢ cualquier equipo en toda la temporada 2017-18 (la gran bicoca la tendr¨¢n, a priori, los Magic entre el 24 de marzo y el 4 de abril). Despu¨¦s de ser arrollados en su pista por los Magic y ganar sin presumir a los Bulls, han perdido contra Nets, Pelicans (-22) y Knicks. Los neoyorquinos, que tratan de salir de su primera crisis de identidad de la temporada (lo normal es que no sea la ¨²ltima: son los Knicks) pasaron silbando por la alfombra roja que es ahora mismo The Q, casi una parodia del rugido de Defende The Land en los ¨²ltimos playoffs. Ahora mismo en Cleveland nadie defiende nada. En el sentido m¨¢s literal.
Los Knicks sumaron 32 puntos entre segundas oportunidades tras rebote de ataque y transiciones tras p¨¦rdida local. Tim Hardaway fue de pronto el jugador de los 71 millones de d¨®lares: 39 puntos totales (9,8 de media) con un 26% en tiros antes de un partido en el que se fue a 34 y 8 asistencias con un 11/19. Las bondades de tener enfrente al actual JR Smith, al que volver¨¦ despu¨¦s.
Una defensa imposible de defender
En dos de sus cuatro partidos como locales, los Cavs no han llegado el 40% en tiros. Han perdido los primeros cuartos de sus ¨²ltimos cinco encuentros por un -54 total y encajan 109,8 puntos por cada 100 posesiones, solo por delante de los Nets en el Este. Su defensa concede 1,12 puntos por ataque rival y es la peor en cinco contra cinco, la segunda que m¨¢s transiciones permite y, en global, la 24? de la NBA con este desglose: 22? en jugadas al poste, 26? en protecci¨®n ante penetraciones y 27? en cobertura del pick and roll. Las cuatro derrotas en cinco partidos se han producido por una media de 16,8 puntos. En ese tramo han finiquitado una racha de 17 victorias seguidas contra los Magic y de 10 contra los Knicks. Un equipo de LeBron no perd¨ªa tres partidos seguidos contra rivales que no hab¨ªan jugado playoffs la temporada anterior desde abril de su a?o rookie. Ayer precisamente se cumpl¨ªan 14 a?os de su estreno como profesional. Despu¨¦s reconoci¨® que entonces (en Sacramento) jug¨® mejor que en esta derrota. Y lo cierto es que en los dos ¨²ltimos partidos se ha quedado por debajo de 20 puntos y en los tres ¨²ltimos promedia 5,3 p¨¦rdidas. Tan cierto como que hay muchos por delante de ¨¦l en la cola de culpables. Casi todos, en realidad.
Eso son los n¨²meros. Estos las certezas. Al menos, las m¨ªas: ahora mismo los Cavaliers son un espanto. Pero ahora mismo har¨ªa cualquier cosa menos apostar a que no estar¨¢n en las Finales 2018. Llevamos siete a?os seguidos viendo a LeBron asfaltar el Este en las eliminatorias. As¨ª que no es que le demos el beneficio de la duda, es que nos pasa como al perro de Pavlov. Instintivamente damos por hecho que estar¨¢ all¨ª¡ hasta que se demuestre lo contrario.
Ahora mismo hay un problema de actitud: los Cavs no recuperan en defensa y no mantienen la concentraci¨®n en posesiones (defensivas u ofensivas) completas. Tambi¨¦n de puesta a punto: esta nueva pretemporada acortada dificulta especialmente el arranque a un equipo tan veterano como estos Cavs, que adem¨¢s tienen mucha novedad que absorber. Pero tambi¨¦n hay evidentes problemas t¨¦cnicos y de confecci¨®n. Despu¨¦s de las Finales 2016 era obvio que necesitaban piernas j¨®venes, m¨²sculo y defensa. Pero renovaron a Korver (36 a?os) y a?adieron a Calder¨®n (36), Dwyane Wade (35) y Jeff Green (31). Y se quedaron sin Kyrie Irving con varios meses de baja de Isaiah Thomas por delante. Jae Crowder, otro que vino de Boston, s¨ª parec¨ªa un complemento ¨®ptimo, como m¨ªnimo con el estilo de los Cavs de playoffs en mente. Pero est¨¢ sufriendo lejos de Brad Stevens: en cuatro partidos ha jugado menos de 22 minutos. En los dos ¨²ltimos a?os en los Celtics baj¨® de 22 minutos¡ dos veces.
Habr¨¢ un momento en el que a los Cavaliers les importar¨¢ m¨¢s lo que pasa en la pista. Las piezas encajar¨¢n mejor (en ataque, al menos), volver¨¢ Isaiah y tal vez el mercado traiga regalos antes de primavera, con ese jugoso pick de los Nets recibido en el adi¨®s de Kyrie como espada de Damocles que pende sobre el futuro de una franquicia que tiene que lidiar, y con un novato en los despachos (Koby Altman), con una disyuntiva de dificil¨ªsima soluci¨®n: el presente inmediato para contentar a LeBron, el futuro si el alero decide marcharse al Oeste. ?Ese pick de los Nets ser¨¢ un DeMarcus Cousins o un Luka Doncic? Esa parece la pregunta pero en realidad acabar¨¢ siendo la respuesta.
Los Cavaliers han cometido errores que se ve¨ªan venir. Rose y el actual Wade mezclan mal con la mejor versi¨®n de LeBron, el 1-2-3-4-5 que dirige los ataques y disecciona defensas rodeado por tiradores abiertos. Lue ha enredado demasiado con la qu¨ªmica del vestuario con las entradas y salidas del quinteto de Tristan Thompson y JR Smith. El primero (que viene de un a?o terriblemente discreto) est¨¢ en 4 puntos y 6 rebotes de media y el segundo es ahora mismo un fantasma de 32 a?os que promedia 5 puntos con un 17% en triples. Ya la temporada pasada floje¨® en ataque (con sus puntuales crecidas aqu¨ª y all¨¢) pero se reivindic¨® con buena defensa en playoffs (DeMar DeRozan, Paul George¡), un recuerdo del talento difuso que mut¨® en perfecta pieza de rol (en ataque y sobre todo en defensa) para los improbables campeones de 2016. JR, absolutamente despistado en la pista, tiene un rating defensivo personal de 115,8, puesto 372 de 412 jugadores totales. As¨ª resucit¨® el Hardaway de los 71 millones.
LeBron como principio y fin de todo
Con la certeza adquirida en las ¨²ltimas Finales de que los Warriors estaban muy lejos y despu¨¦s de un verano muy cuestionable en cuanto se escap¨® un Paul George que estuvo casi hecho (y qu¨¦ distinto habr¨ªa sido todo¡), la gesti¨®n de los nervios es esencial en un equipo cuyo entorno est¨¢ pendiente de cada gesto, palabra, acto u omisi¨®n de LeBron para reinterpretar sus intenciones de futuro. Por eso seguramente ¨¦l mismo se muestra relajado (exagerada y tan visiblemente relajado) ante la prensa despu¨¦s de las mismas derrotas calamitosas que hace un a?o le llevaban a estados de combusti¨®n. Se trata de una franquicia que, mientras su alfa y omega deshoja la margarita, est¨¢ (y es para no pegar ojo) a la misma distancia de la candidatura al anillo que de la reconstrucci¨®n m¨¢s profunda. Que finalmente podr¨ªa ser, y ser¨ªa una iron¨ªa muy amarga, con Kevin Love como ¨²nico superviviente del big three.
Lue, excelente gestor de casi todo lo que le rodea pero todav¨ªa no sabemos si un buen cient¨ªfico con la pizarra, defini¨® la actitud del equipo en la derrota ante los Knicks como ¡°inaceptable¡±. Pero tambi¨¦n dijo esto: ¡°Jugar al lado de LeBron intimida. Los jugadores tienen que entender que es muy generoso, como persona y en la pista. Tienen que salir y jugar a su manera, el resto lo iremos ajustando. No podemos ponernos todo el tiempo en manos de LeBron ni se puede dejar de ser agresivo a la espera de que lo sea ¨¦l¡±. La prensa de Cleveland descart¨® a los que llevan a?os a su lado y, por ejemplo, a un Wade que es su amigo ¨ªntimo y con el que gan¨® dos anillos en Miami, y apunt¨® al instante a ese Jae Crowder (7,3 puntos en 6,6 tiros por partido) que por ahora no es ni por asomo lo que visualizaban los Cavs.
LeBron es demasiado bueno. Parte de esa ret¨®rica estaba en la petici¨®n de salida de Kyrie Irving, amplificada por su importancia m¨¢s all¨¢ del deporte en su Ohio natal. Est¨¢ en las c¨¢balas constantes de los Cavs, en el terror a una segunda (y definitiva) marcha, en el fichaje de su ¨ªntimo Wade, en el citado mensaje de Lue al resto de jugadores¡ Ese es el influjo, con sus peque?os problemas y su tonelada de ventajas, de uno de los cinco mejores jugadores de todos los tiempos. Pero quiz¨¢ a los que m¨¢s se les nota que creen que LeBron es demasiado bueno es a los inquilinos de los despachos (donde ¨¦l tampoco es precisamente un exitoso consejero/lobista): parece que da igual lo que fiches y lo que le pongas al lado porque ¨¦l lo conducir¨¢ a las Finales de la NBA. Y eso es un problema m¨¢s all¨¢ de que, aunque suene parad¨®jico, seguramente la realidad sea precisamente esa.