Show de Curry: 40 puntos en tres cuartos y paliza de los Warriors

Los Warriors hab¨ªan perdido sus dos primeros partidos de esta nueva pretemporada en formato corto (queda otro y lo siguiente ya ser¨¢ oficial) y andaban por China d¨¢ndose un buen ba?o de multitudes pero con el gesto un poco torcido: Steve Kerr ve¨ªa a los jugadores demasiado retrasados en punto f¨ªsico y estos reconoc¨ªan que la gira por el otro lado del mundo no es lo ideal para la preparaci¨®n de pretemporada. As¨ª que nada mejor que el ¨²ltimo partido en Asia, otra vez contra los Timberwolves, para sacudirse la pereza y el ¨®xido y ense?ar un atisbo del campe¨®n y gran favorito para repetir t¨ªtulo: 110-142 con Stephen Curry regalando al p¨²blico chino, que tanto est¨¢ dando al p¨²blico NBA, una raci¨®n generosa de pura diversi¨®n exportada desde la Bah¨ªa.

Curry comenz¨® metiendo muchos puntos en un primer cuarto en el que su equipo apenas defendi¨® y encaj¨® 44 puntos de unos Wolves (anotaron 38 en toda la segunda parte) que volvieron a ense?ar que tienen mimbres no solo para volver a playoffs casi tres lustros despu¨¦s (deber¨ªan hacerlo) sino para pensar en llegar bien posicionados a las eliminatorias. Pero a medida que avanzaba el segundo cuarto, fueron rompiendo el molde veraniego los Warriors¡­ y eso sigue siendo (hasta donde sabemos) demasiado para cualquier rival. Tambi¨¦n para estos Wolves en pleno proceso de acople. Cada vez menos p¨¦rdidas, cada vez m¨¢s tono defensivo y un despunte de los Splash Brothers que puso a los Warriors en 105 puntos (90-105) mediado el tercer cuarto. Curry dio pases asombrosos y enlaz¨® triples marca de la casa, uno en transici¨®n y tras robo. Como Klay Thompson. El primero 40 puntos (19 en el tercer cuarto) sin jugar en el ¨²ltimo parcial. El segundo 28. Kevin Durant 22. El p¨²blico chino feliz y las costuras de estos prometedores Wolves, por los aires.

Todav¨ªa qued¨® tiempo para ver, en los ¨²ltimos minutos, otra descollante aparici¨®n de Jordan Bell, el rookie que los Warriors robaron en segunda ronda y que es una bestia con la que puede hacer maravillas el equipo t¨¦cnico de Kerr. Un jugador con unas enormes facultades y una energ¨ªa arrolladora que puede devorar los minutos en la rotaci¨®n de interiores como Looney o Jones mucho antes de lo previsto.

As¨ª que los Warriors se dieron por fin un buen gustazo, aunque Kerr no estaba muy impresionado cuando dijo que lo mejor del viaje a China hab¨ªa sido ¡°el masaje de pies¡± que hab¨ªa recibido un d¨ªa antes. Eso s¨ª, a su manera dej¨® un piropo a Curry: ¡°?Que qu¨¦ pienso cuando le veo jugar? Pues que menos mal que est¨¢ en mi equipo¡­¡±. A su manera, y Thibodeau a la suya: ¡°Nunca estoy feliz¡±, dijo cuando le preguntaron si regresaba a Estados Unidos satisfecho con lo que hab¨ªa visto de su equipo. Los que s¨ª lo estaban, sin duda, eran los aficionados chinos. De eso se encarg¨® un experto en la materia: Stephen Curry.