Los Jazz destrozan a los Clippers y se enfrentar¨¢n a los Warriors
Fue el ¨²ltimo partido de Paul Pierce y pudo ser el ¨²ltimo de Chris Paul con unos Clippers que perdieron el s¨¦ptimo partido en su pista.
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Hasta siempre, Paul Pierce. En este partido del Staples, tras el que se hablar¨¢ de muchas otras cosas, acab¨® una carrera legendaria de 19 a?os que comenz¨® con el sue?o de un ni?o a los pies del viejo Forum de Inglewood y se desvi¨®, al final para bien del baloncesto (bien de todos) hacia Boston Celtics, el eterno rival de esos Lakers con los que Pierce creci¨® so?ando. Y que acab¨® en los Clippers, ese vecino extra?o que representa, si los Lakers son (?o fueron?) Hollywood, el reverso absoluto. O tal vez (Hollywood¡) el reverso tenebroso.
Porque quiz¨¢ acab¨® aqu¨ª tambi¨¦n esta especie de era dorada de los Clippers, que lo ha sido para sus est¨¢ndares aunque no haya acabado siquiera con una final de Conferencia. Durante seis temporadas han superado el 60% de victorias¡ para tres semifinales y tres batacazos en primera ronda. Nunca en la historia un equipo hab¨ªa perdido cinco a?os seguidos en series en las que hab¨ªa estado en alg¨²n momento por delante (esta vez 2-1). Ning¨²n jugador ha disputado tantos partidos de playoffs como Chris Paul (76) sin jugar una final de Conferencia. Clippers y Pelicans (antes Hornets), sus dos equipos, son los ¨²nicos en activo que no han pisado una final del Oeste. Toda esa narrativa seguir¨¢ persiguiendo a Paul, que en unos d¨ªas cumple 32 a?os. Y que saldr¨¢ al mercado, como Blake Griffin y JJ Redick. ?Qu¨¦ podr¨¢n recomponer Ballmer y Rivers? ?Cu¨¢nto dinero costar¨¢¡ si es que a estas alturas es cuesti¨®n de dinero? Es decir, ?ha terminado de verdad esta etapa finalmente m¨¢s frustrante que brillante para la franquicia maldita de la NBA?
A los Clippers siempre les pasa algo, esta vez fue la lesi¨®n de Blake Griffin justo cuando la de Rudy Gobert en el primer partido parec¨ªa ponerles por una vez en el lado ventajoso del infortunio. Los Jazz solo hab¨ªan ganado en una ocasi¨®n en su pista desde 2011 (1-9) y en esta serie lo han hecho tres veces en cuatro partidos. El equipo local se hab¨ªa llevado 101 de los 127 s¨¦ptimos partidos jugados antes de este¡ pero a los Clippers, nada les sirve nunca de nada, no les sirvi¨® de nada volver a casa despu¨¦s de su tit¨¢nico esfuerzo del sexto encuentro. Ganaron los Jazz (91-104), que tienen solo 48 horas para prepararse para unos Warriors que llevan una semana descansando. Glups, glups, glups.
Con Chris Paul agotado (13 puntos, 9 asistencias, 6/19 en tiros), Redick (solo 3 puntos con un triple ya demasiado tarde) fuera de foco (como durante toda la serie) y DeAndre Jordan repartiendo palos que le salieron gratis (24 puntos, 17 rebotes, 6/15 en tiros libres¡ y 3 faltas por las seis que acumularon tanto Gobert como Favors, eliminados), los Clippers hicieron la goma todo el primer tiempo (39-46 al descanso, menos diferencia en puntos que en sensaciones) y se deshicieron en el tercer cuarto: 48-68 entre un silencio sepulcral que enmarcaba el reguero de sangre que dejaba un equipo moribundos. Contra lo l¨®gica, contra esa maldici¨®n de la que ellos mismos parecen estar cansad¨ªsimos, dejaron un ¨²ltimo arre¨®n, con 14 ppuntos de Jamal Crawford en un ¨²ltimo cuarto en el que se lleg¨® hasta un 90-98. Hasta que Crawford, cercado por el rival y el cansancio, acumul¨® fallos mientras Chris Paul era incapaz de hacerse con el mando de las operaciones en otro feo final de temporada para ¨¦l.
Los Jazz ganaron con m¨¢s sufrimiento del seguramente previsto despu¨¦s de la lesi¨®n de Griffin, sobre todo despu¨¦s de su victoria en el quinto partido. Ganaron porque Favors (tambi¨¦n decidi¨® en el primero) acab¨® con 17 puntos y 11 rebotes para cubrir los problemas (f¨ªsicos y de personales) de Gobert. Porque Hayward (26 puntos, 8 rebotes) respondi¨® con un goteo de puntos a cada intento heroico de esos Clippers a los que se les da tan mal ser heroicos. Ingles, Hill, Diaw, Hood¡ los Jazz eran m¨¢s equipo y acabaron ganando por una l¨®gica que, testimonio de su biso?ez competitiva, les llev¨® hasta el s¨¦ptimo partido. Y de ah¨ª a Oakland, al cubil de uno de los mejores equipos de la historia sin tiempo para recuperar ni margen de maniobra. Desde luego, y sin nada que ver, es la hora de los valientes ahora que la temporada ya, con esta serie superada (la primera para la franquicia desde 2010), se ha ganado una muy buena nota final. Pase lo que pase¡