LeBron y el l¨ªo del calendario: "Todo es porque yo descanso..."
"Yo decido descansar un par de partidos y se monta este l¨ªo", asegur¨® LeBron en medio de una pol¨¦mica que centra ahora la actualidad NBA. Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 7
Desde que ocup¨® el lugar de David Stern como comisionado, Adam Silver ha solucionado r¨¢pido y bien todos los asuntos delicados que ha tenido encima de la mesa, desde asuntos sociales peliagudos como la pol¨¦mica racista con el anterior due?o de los Clippers, Donald Sterling, a un asunto capital para el presente y el futuro de la NBA como el nuevo convenio colectivo.
Ahora Silver se enfrenta, definitivamente, a una nueva patata caliente : la NBA tiene que encontrar la forma de enhebrar las necesidades competitivas de los equipos con el inter¨¦s comercial de la Regular Season. Por un lado, la liga firm¨® un nuevo contrato televisivo que revolucion¨® (24.000 millones por nueve temporadas) los ingresos y la situaci¨®n econ¨®mica de la NBA. Por otro, los equipos profundizan cada vez m¨¢s en unos estudios cient¨ªficos que aconsejan o incluso definen en muchos casos los ritmos de intensidad y descanso de los jugadores.
Algunos veteranos aseguran que si antes se jugaba todo qu¨¦ es lo que ha cambiado tanto ahora. Pero otros dejan claro que si antes se hubiera sabido todo lo que sabe ahora¡ Mientras, la NBA lleva tiempo trabajando en la reducci¨®n de los back to back y las tandas de cuatro partidos en cinco d¨ªas, pero ahora est¨¢ descubriendo que tiene que hacerlo con la mirada puesta tambi¨¦n en la parrilla televisiva. El dineral que pagan Disney y Turner (ESPN, ABC, TNT) no se sostiene si el partido que antes se jugaba los domingos y ahora se ha reubicado en el prime time del s¨¢bado acaba siendo m¨¢s un problema que una delicada joya de la corona. Y as¨ª ha cuando en dos s¨¢bados seguidos ha habido espantada de estrellas en un Spurs-Warriors y en un Clippers-Cavaliers.
Estas son algunos datos de ese gran partido de los s¨¢bados (ESPN) en los ¨²ltimos meses:
-Cavaliers-Spurs (21 de enero), 3,6 millones
-Warriors-Clippers (28 de enero), 3,3 millones
-Thunder-Warriors (11 de febrero), 6 millones
-Cavaliers-Bulls (25 de febrero), 2,4 millones
-Spurs-Warriors (11 de marzo), 2,4 millones
-Clippers-Cavaliers (18 de marzo), 1,6 millones
El propio Tyronn Lue, t¨¦cnico de los Cavs, asegur¨® que ¨¦l ver¨ªa antes los partidos del March Madness que ese Clippers-Cavs sin LeBron, Kyrie ni Kevin Love. Y Popovich deja claro que entiende el lado empresarial del asunto, que lamenta que haya aficionado que se sientan estafados ante la pantalla o en el pabell¨®n¡ pero que seguir¨¢ siendo ¡°la ciencia¡± y no los propietarios los que le digan a qui¨¦n tiene que poner o a qui¨¦n tiene que sentar. Es la respuesta al aviso por escrito de Silver, que empieza a asumir el ala dura que le corresponde en la gesti¨®n y que pidi¨® a los due?os de los equipos que se impliquen en el reparto de descansos en sus plantillas con un ojo (o los dos) en lo que resulta mejor para la NBA. Al fondo, posibles multas. Y a un lado, la recomendaci¨®n de Doc Rivers, que asegura con buen criterio que la entente pasa por una mayor sensibilidad de los entrenadores pero tambi¨¦n de la liga, que deber¨ªa cuidar esos partidos de los s¨¢bados, por ejemplo, para hacer que ninguno de los implicados tenga otro encuentro el d¨ªa anterior o el siguiente. Es un punto de vista crucial aunque tampoco es f¨¢cil: la Regular Season es un rompecabezas de viajes y fechas muy dif¨ªcil de cuadrar.
Y en todo esto vuelve a aparecer LeBron James, vicepresidente de la Asociaci¨®n de Jugadores y padrino de la liga. Un jugador con un peso tan excepcional que se puede permitir opiniones que otros no expresan o lo hacen pero no son tan tenidas en cuenta. A la NBA le molest¨® especialmente el descanso de los Cavaliers en L.A. porque ni siquiera se respetaron los plazos protocolarios a nivel informativo, algo que s¨ª hicieron una semana antes los Warriors, en San Antonio. Y LeBron, que ya dej¨® claro que ¨¦l quer¨ªa jugar siempre pero que lo m¨¢s importante era llegar en las mejores condiciones posibles a la pelea por el anillo, ha asegurado ahora que tiene la percepci¨®n de que toda esta pol¨¦mica surge sencillamente porque ¨¦l decidi¨® descansar: ¡°Me encanta c¨®mo trabaja Adam Silver y todo lo que est¨¢ haciendo por la NBA pero no entiendo que esto se haya convertido en un asunto tan importante solo¡ ?por qu¨¦, porque yo he decidido descansar un par de partidos? Cuando los periodistas le aseguraron que se trataba de un asunto m¨¢s amplio y de mayor calado, LeBron se ci?¨® a su primera versi¨®n: el problema es ¨¦l. ¡°Es as¨ª, absolutamente esa es la causa del problema. Y lo sab¨¦is todos¡±.
¡°Popovich lo lleva haciendo diez o quince a?os y todo el mundo dice que es lo m¨¢s inteligente que ha hecho en su vida. Pero no todos los entrenadores tienen ese estatus, y ahora no tienen que criticar al nuestro como lo est¨¢n haciendo¡±. Los Spurs, pioneros en la administraci¨®n p¨²blica y nada disimulada de estos descansos, ya recibieron en 2012 una multa de 250.000 d¨®lares. Pero LeBron no quiere ni escuchar que los propietarios pueden tener voz y voto en un tema que considera puramente deportivo: ¡°Pero si hay propietarios que ni est¨¢n al tanto del d¨ªa a d¨ªa del equipo. Algunos est¨¢n ah¨ª solamente porque est¨¢n, ?qu¨¦ sentido tiene?
Los Cavaliers, precisamente, est¨¢n 0-6 en los partidos en los que no ha jugado LeBron. En tres de esos partidos tampoco han jugado Irving y Love. Pero al que el p¨²blico quiere ver es, sobre todo, a ¨¦l. En el Staples, y mientras los Clippers pasaban el rodillo por encima de la versi¨®n B del campe¨®n, la grada coreaba ¡°we want LeBron¡±. La gente quiere a LeBron, en el pabell¨®n o en la tele. Pero cuando ahora viene otro tramo duro de calendario (cuatro partidos en seis d¨ªas que acaban con visita a San Antonio), justo a las puertas de los playoffs, y a LeBron le preguntan si Lue les volver¨¢ a dar descanso, su respuesta no puede ser m¨¢s ir¨®nica ni m¨¢s significativa de c¨®mo est¨¢n ahora mismo las cosas: ¡°Ni idea, preguntad al propietario¡±.