Triunfo para Tim Duncan de Pau Gasol (14 rebotes) y los Spurs
Antes del gran homenaje al mejor jugador de su historia, los Spurs se quitan de encima sin problemas a los Pelicans. Gran primer tiempo de Pau.

Era una noche para Tim Duncan. Y para Gregg Popovich, Manu Gin¨®bili y Tony Parker. Para un gestor como RC Buford y un due?o como Peter Holt. Para todos los que han convertido a San Antonio Spurs en un milagro en perpetuo movimiento que constituye una de las m¨¢s incre¨ªbles historias de creaci¨®n y gesti¨®n de cultura ganadora de la historia del deporte mundial. Cultura ganadora: ahora se usan esas dos palabras casi como una coletilla que va perdiendo valor hasta que proyectos (o m¨¢s bien megaconstrucciones) como el de los Spurs las reivindican. Y todo comenz¨® el 25 junio de 1997, en Charlotte, cuando los Spurs le dieron el n¨²mero 1 del draft a Tim Duncan. En realidad comenz¨® antes: cuando Popovich se traslad¨® a s¨ª mismo del despacho al banquillo, cuando el equipo aprovech¨® una lesi¨®n de David Robinson para dejarse ir hasta los brazos de ese fen¨®meno de las Islas V¨ªrgenes que hab¨ªa ense?ado en Wake Forest que era un jugador especial aunque no mucho antes se estuviera preparando para nadar en Barcelona 92 y casi no supiera ni lo que era un bal¨®n de baloncesto.
Todo comenz¨® con Duncan pero el gran objetivo de los Spurs es que todo no termine con Duncan. En eso est¨¢n, aunque su balance de victorias (22-5 ya, todav¨ªa a menos de dos victorias de los Warriors del big four) parezca mejor que sus posibilidades reales de ser campeones. Aunque solo se hable en el Oeste de esa m¨¢quina de matar que madura en Oakland o de esa maravillosa sorpresa que han preparado los nuevos Rockets de Mike D¡¯Antoni. Y de Russell Westbrook, claro. Los Spurs apilan triunfos en silencio mientras enhebran su propio futuro sin Timmy. Y es algo tan propio de los Spurs, sumar y sumar sin dar demasiado que hablar, que al final se vuelve a esas mismas dos palabras que casi se dir¨ªa que inventaron ellos: cultura ganadora.
Para quitarse de encima a los Pelicans (113-100) en su cuarta victoria seguida en su pista (de 4-4 a 8-4), y para no estropear esa fiesta de Duncan que se dej¨® para el pospartido, los Spurs aplicaron su l¨®gica aplastante y casi funcionarial ante un equipo que est¨¢ en el espectro contrario de las cosas: no gana (9-20, a cuatro partidos de unos playoffs para los que ya tiene menos de un 5% de opciones de clasificaci¨®n) y no crea nada, ni con sus pocas victorias ni con sus muchas derrotas. Lo dijo Alvin Gentry, un entrenador casi siempre en la cuerda floja, despu¨¦s del partido: los Pelicans no tienen identidad, no se sabe qu¨¦ tipo de equipo son ni para lo bueno ni para lo malo. Generalmente, solo uno que depende de actuaciones monstruosas de Anthony Davis y al que muchas veces no le vale ni eso: volvi¨® Jrue Holiday y llegaron cuatro victorias seguidas. Desde entonces, 3-10. Esta vez Davis se qued¨® en 12 puntos y 4 rebotes, con un par de air balls que parecieron enmarcar su frustraci¨®n. Despu¨¦s habl¨®: dos semanas, dos y media como mucho. En ese plazo estos Pelicans ser¨¢n aspirante tard¨ªo a playoffs¡ o no ser¨¢n nada en absoluto.
Los Spurs, por su parte, aplicaron su rodillo silencioso en un primer tiempo (61-49) que condujo al 92-71 con el que se cerr¨® el tercer cuarto, ya sin una sola mirada m¨¢s pendiente del partido que de los preparativos de la fiesta (estilo Spurs, pero fiesta) de Duncan. En esa primera parte los texanos descompusieron a su rival a base de rebote de ataque, puntos en segunda oportunidad, buenos tiros¡ acabaron el partido con seis jugadores en dobles figuras de anotaci¨®n, 31 asistencias para 42 canastas y solo 13 p¨¦rdidas. Un corte limpio, una victoria inapelable en la que, un gui?o a Timmy, Tony Parker acab¨® con 12 puntos y 6 asistencias y Gin¨®bili con 17 puntos, su m¨¢xima anotaci¨®n desde los 20 que logr¨® (tambi¨¦n ante los Pelicans¡) el pasado 30 de marzo. Ning¨²n titular tuvo que jugar m¨¢s de 26 minutos, y antes de que Dedmon empezara a culminar alley-oops, LaMarcus Aldridge (22 puntos, 7 rebotes) y Pau Gasol hicieron un trabajo impecable. El espa?ol termin¨® con 7 puntos, 14 rebotes (su tope de la temporada¡ y 12 al descanso) y 4 asistencias en un partido en el que comprimi¨® su aportaci¨®n en la primera parte y pas¨® de puntillas por la segunda. No hac¨ªa falta m¨¢s. Era solo, con el triunfo en el bolsillo, el acto que ejerc¨ªa de telonero de la noche de Tim Ducan. Que no era, en definitiva, otra cosa que la noche de San Antonio Spurs. Lo que fueron, lo que son y lo que no quieren dejar de ser.