Allen Iverson quiso jugar con Garnett en los Wolves: la NBA moderna podr¨ªa haber sido otra
Lo explica Billy King, el general manager de los Sixers a finales de 2006: "Minnesota, AI quer¨ªa ir a jugar con Kevin Garnett".
Cada vez son menos los supervivientes de la d¨¦cada de los 90 en la NBA. Dos jugadores que hicieron su aparici¨®n en la Liga en aquellos a?os son Allen Iverson y Kevin Garnett. El primero disput¨® su ¨²ltimo partido NBA en febrero de 2010, mientras que The Big Ticket contin¨²a en activo a d¨ªa de hoy y espera seguir ¡ªsi las rodillas se lo permiten¡ª esta temporada, la cual dar¨¢ su pistolezo de salida a partir del pr¨®ximo 25 de octubre. De momento, lo ¨²nico sabemos con certeza es que disput¨® su ¨²ltimo encuentro el pasado 23 de enero. Ambos tienen en com¨²n un car¨¢cter fuerte y ganador. Dos estrellas sobre el parqu¨¦ que trascendieron al deporte para convertise en iconos culturales. Pero no es ese el motivo que nos ocupa en este art¨ªculo. El motivo por el que hoy ha hablamos de estos dos hombres que marcaron una ¨¦poca es uno bien distinto. ?Se imaginan que hubieran llegado a jugar juntos?
Un supuesto que nunca ocurri¨®, pero que pudo llegar a hacerse realidad. As¨ª lo ha reconocido ahora Billy King, el ex general manager de los Sixers ¡ªel primer equipo NBA de Iverson¡ª en el podcast de Adrian Wojnarowski ('The Vertical'): "Me dio una lista de equipos. Denver era uno de ellos . Los Clippers otro. Y hab¨ªa alguno m¨¢s... Minnesota, quer¨ªa ir a jugar con Kevin Garnett". El momento que King describe lo situamos a finales de 2006. El desenlace lo conocemos de sobra. The Answer acab¨® aterrizando en los Nuggets tras promediar 28,1 puntos por noche durante las algo m¨¢s de diez temporadas que permaneci¨® en Philadelphia. Es m¨¢s, parece que nunca existi¨® la posibilidad real de que ambos compartieran vestuario en la g¨¦lida Minneapolis. "No es cierto que no me guste. Pero no hubiese funcionado", lleg¨® a comentar por aquel entonces Glen Taylor, el propietario de los Timberwolves.
Sin embargo, conviene no pasar por alto la disposici¨®n de Iverson a formar un t¨¢ndem de enuse?o con Garnett. Sobra resaltar la magnitud que ambos jugadores alcanzaban entonces. AI ven¨ªa de firmar 33 puntos y 7,4 asistencias de media en la 2005-06. Unos n¨²meros a los que sumar los 21,8 tantos y 12,7 rebotes de Garnett. Pese a ello, y dado el bajo nivel de los Wolves en la 2006-07 (KG al margen, sus dos m¨¢ximos anotadores eran Ricky Davis y Mark Blount), resulta complicado proyectar a aquel equipo como contender (candidato al anillo) nada m¨¢s producirse el desembarco del base-escolta. Quiz¨¢ en unos a?os habr¨ªan podido luchar por el t¨ªtulo con garant¨ªas. O quiz¨¢ no. Aunque eso s¨ª, contar con Iverson y Garnett habr¨ªa hecho de un mercado peque?o como Minnesota ¡ªjam¨¢s han disputado las Finales y llevan la friolera de 12 cursos sin pisar siquiera los Playoffs¡ª uno bastante m¨¢s atractivo de cara a atraer otros jugadores renombre. Pero todo eso no son m¨¢s que conjeturas.
Por el contrario, s¨ª que podr¨ªamos pr¨¢cticamente dar por supuesto los cambios que habr¨ªa sufrido la Liga. Dado que Iverson s¨ª abandon¨® en los d¨ªas que nos ocupan su franquicia de toda la vida (con unas consecuencias que apenas alteraron el panorama de fuerzas), toca centrarse en la figura del ala-p¨ªvot. Para los m¨¢s despistados, al t¨¦rmino de dicha temporada 2006-07), The Big Ticket opt¨® por abandonar Minnesota con destino Boston. Tras alcanzar la final de la Conferencia Oeste en 2004, sus Timberwolves fueron perdiendo fuerza competitiva de manera continuada. Llegado el verano de 2007, su traspaso a los Celtics revolucion¨® el mapa de la NBA moderna. Con ¨¦l ya en n¨®mina, los orgullosos verdes completaban as¨ª su ¨²ltimo gran Big Thrre (con Allen ¡ªquien aterriz¨® semanas antes que el ala-p¨ªvot¡ª, Pierce y Garnett). Aquel equipo entrenado por Doc Rivers pas¨® entonces a acaparar de inmediato todos los focos. En junio de 2008, conquistaron su decimos¨¦ptimo anillo, el primero en 22 a?os. En solo una campa?a en Massachusetts, KG logr¨® lo que no pudo conseguir en sus 12 primeros a?os en Minneapolis. En 2010, volvieron a repetir duelo por el campeonato ante los Lakers. En dicha ocasi¨®n, la cara fue para los angelinos. En los ¨²ltimos a?os de la primera d¨¦cada del siglo XXI disfrutamos, como en los 80, de dos Finales entre las dos franquicias m¨¢s legendarias de la NBA. Cuesta pensar que hubiera sido as¨ª si a finales de 2006 Iverson hubiera recalado junto a The Big Ticket en los Wolves.