Alonso no es la urgencia de Renault
El ministro de Econom¨ªa de Francia dice que la marca del rombo ¡°puede desaparecer¡±, una crisis que relega a la escuder¨ªa de F¨®rmula 1 a un segundo plano.


El sector del autom¨®vil, como tantos otros, est¨¢ siendo duramente afectado por la pandemia. En Espa?a, donde supone un 10% del PIB y un 9% del empleo, las ventas bajaron en abril un 96,5%. Si ese dato se extrapola a Europa, la ca¨ªda alcanza el 76,3%. Una barbaridad. Esta crisis se ha unido a otras crisis anteriores en un gigante del automotor, Renault, hasta el punto de que Bruno Le Maire, el ministro de Econom¨ªa de Francia, dijo esta semana en varias entrevistas que la empresa ¡°se juega la supervivencia¡± y ¡°puede desaparecer¡±. El estado franc¨¦s, que participa en un 15% en su accionariado, estudia el pr¨¦stamo de 5.000 millones de euros para reflotar la marca del rombo, aunque pide condiciones: la potenciaci¨®n del veh¨ªculo el¨¦ctrico y el aumento de la producci¨®n en su pa¨ªs. El 29 de mayo presentar¨¢ un plan de reestructuraci¨®n, que implicar¨¢ un ahorro de 2.000 millones en tres a?os, con el cierre, entre otras medidas, de tres plantas en suelo franc¨¦s. Ante este negro horizonte, la escuder¨ªa de F¨®rmula 1 no parece su mayor problema. Ni ese volante reservado a Fernando Alonso.
Los recientes movimientos en el mercado de F1, con Sebastian Vettel, Carlos Sainz y Daniel Ricciardo como primeros protagonistas, situaron el nombre de Alonso como serio candidato a suplir al australiano. Ahora hay que ver c¨®mo cuadrar¨ªa esa maniobra en la crisis del fabricante. El fichaje del bicampe¨®n podr¨ªa presentarse como una tabla de salvaci¨®n, como una llegada publicitariamente interesante para relanzar la marca, con la imagen del ¨²nico piloto que ha logrado coronar al rombo en el Mundial. Pero, con realismo, tambi¨¦n puede convertirse en una operaci¨®n irrealizable por las tierras movedizas en las que se ha embarrado el sector de la automoci¨®n y, en concreto, el grupo Renault. Son 48.000 empleados, s¨®lo en Francia. En juego est¨¢ mucho m¨¢s que un coche en la F¨®rmula 1.