LeBron James ajusticia al Miami Heat con un show de ¨¦poca

El nombre propio de la noche en Miami era LeBron James. Siempre lo es y siempre lo ser¨¢. Y lo fue despu¨¦s de la velada del domingo en el American Airlines Arena, la que fue su fortaleza, su hogar durante cuatro a?os. Siempre hay algo de poes¨ªa en el retorno, la nostalgia, el recuerdo. Tambi¨¦n algo de crueldad, de infortunio. Por supuesto que LeBron no iba a medir sus fuerzas. Cada viaje a Miami, ciudad a la que elev¨® a la cima de la NBA en dos ocasiones, tiene un aroma a redenci¨®n. 51 puntos de redenci¨®n fueron.?

As¨ª te narramos el partido en directo.

La declaraci¨®n de intenciones, de que la noche no iba a ser pl¨¢cida, lleg¨® a los ocho minutos de juego. Para entonces, LeBron ya ten¨ªa dos triples, ya hab¨ªa embocado sus cinco de seis tiros de campo y una clavada atronadora que comprometi¨® la integridad f¨ªsica del aro de pl¨¢stico que lo sufri¨®. Y 12 puntos. S¨®lo oposit¨® a LeBron la habilidad de McGruder (dos triples en la primera manga) y las apariciones furtivas de Winslow. Juntos, armaron la racha de 9-2 que a?adi¨® picante al partido, rebajado r¨¢pidamente por los dos triples consecutivos de Caldwell-Pope, sumados a sus dos viajes de tres al pared¨®n de los tiros libres. Fue Kentavious (19+4) el escudero de 'El Rey' en la noche de Miami.

Con LeBron en recargo de bater¨ªas, (jug¨® 38:28, tres minutos m¨¢s que Ingram, m¨¢s que cualquier 'laker'), Caldwell-Pope y Kuzma remolcaron a Los ?ngeles con juego externo y dominio del medio per¨ªmetro. Kuzma (15+1) emboc¨® dos plegarias mientras Ball y McGee diagramaron dos alley-oops que comienzan a reclamar patente. Sin los controles de Dragic, Spoelstra se encomend¨® al tiro externo de Richardson y Ellington, en vista de que Whiteside se dej¨® la escoba en casa para limpiar la pintura. El mate s¨ªsmico de LeBron, previa recuperaci¨®n de Kuzma, llev¨® el partido al descanso. El bar¨®metro de James ya marcaba 28 y los Lakers superaban el 50% de campo.?

El recital devino en mon¨®logo. LeBron desempac¨® el viol¨ªn, la bater¨ªa, la guitarra y la flauta, el rock y la poes¨ªa. El fadeaway sobre Winslow, la flotadora ante Whiteside, el triple desde el codo y el runr¨²n que exhalaban las gradas del AAArena; el suspiro del asombro y el coraz¨®n roto. "?Por qu¨¦ te fuiste, mi amor?" Los triples de Ellington y Johnson, selectivos para las horas de verdadero apremio, mantuvieron al Heat con respirador artificial. Eso, y el pick&roll de McGruder que ni McGee ni Ingram atinaron a descifrar. Un pornogr¨¢fico pase entre piernas de Wood para Richardson ilustr¨® las verdaderas capacidades del diagrama de Spoelstra. Eso s¨ª, contra LeBron ni la magia es ant¨ªdoto.

El runr¨²n tambi¨¦n fue un electrocardiograma con picos furtivos. Tic, diez segundos de silencio, y tic. El nervio de que a¨²n era temprano para cantar victoria. Ellington, impecable desde la tercera dimensi¨®n (5 de 11; 19 puntos) sigui¨® en su papel de h¨¦roe insospechado, pero la ¨¦pica requiere m¨¢s que apariciones estelares. Desde la esquina derecha, Ellington puso el partido al rojo vivo con diferencia de ocho puntos a falta de dos minutos y medio. Pero Chandler s¨ª despleg¨® la barredora (11 tablas en 23 minutos), y LeBron sentenci¨® con dos dobles largos y un triple de trash-talk: ret¨® con desd¨¦n a McGruder, traz¨® el 'flamenco', tir¨® como quien arroja un papel al cesto de basura y la pelota acarici¨® las redes mientras s¨®lo frunci¨® el ce?o: "Mira, qu¨¦ f¨¢cil fue". 51 puntos. Ocho rebotes. Tres asistencias. No s¨®lo su mejor marca de la temporada (atr¨¢s quedaron los 44 puntos frente a los Timbers, la noche que super¨® a Chambelarin), sino su m¨¢s grande noche frente a Miami, en toda su carrera. Las estad¨ªsticas dan lustre: 85% desde el libre para los Lakers, pero Miami se asoci¨® m¨¢s, con sus 20 asistencias contra las 16 de los angelinos. Pero unos tienen a LeBron, y otros ya no.?