El "hip¨®crita" Eric Clapton: acepta las reglas del juego que tanto critica
El m¨²sico brit¨¢nico ha declarado que no tocar¨ªa en lugares en los que se exigiera estar vacunado para acceder, pero est¨¢ de gira por EEUU donde se solicita ese requisito.
Ha sido una de las historias m¨¢s controvertidas de los ¨²ltimos meses en el mundo de la m¨²sica. La postura de Eric Clapton en relaci¨®n al confinamiento o al uso de las vacunas tras su propia experiencia ha hecho correr r¨ªos de tinta y no precisamente para alabar su talante ni sus manifestaciones. No hay nada como una pandemia desbordante para cambiar el estatus de una persona simplemente por el hecho de compartir su opini¨®n.
Tras aliarse con Van Morrison para lanzar dos temas (Stand and Deliver y The Rebel) y sacar otro propio (This Has Gotta Stop) en los que se mostraba en contra del recorte de libertades a consecuencia del confinamiento, y compartir su experiencia y sus dudas con respecto a las vacunas frente a la COVID-19, Eric Clapton ha perdido el aura de intocable y le han atizado desde varios frentes.
¡°Ni que decir tiene que las reacciones -a la vacunaci¨®n- fueron desastrosas, mis manos y pies estaban congelados, entumecidos o ardiendo, y pr¨¢cticamente in¨²tiles durante dos semanas. Pens¨¦ que nunca volver¨ªa a tocar (sufro de neuropat¨ªa perif¨¦rica y nunca deber¨ªa haberme acercado a la aguja), pero la propaganda dec¨ªa que la vacuna era segura para todos¡±, aseguraba ¡®slow hand¡¯ en una carta a la que tuvo acceso la revista Rolling Stones.
Tal fue el aluvi¨®n de cr¨ªticas recibidas que busc¨® un terreno propicio para desahogarse, eligiendo a Oracle Films, una plataforma de cineastas defensora de la libertad de informaci¨®n ¡°frente a la invasi¨®n del gobierno global y la censura de las grandes tecnol¨®gicas¡±. Pero lo que trascendi¨® no fue su arrepentimiento sino un lamento.
"He tratado de acercarme a otros m¨²sicos. Simplemente ya no tengo noticias de ellos. Mi tel¨¦fono no suena muy a menudo. Ya no recibo tantos mensajes de texto y correos electr¨®nicos. Es bastante notable. Me han condenado al ostracismo. Puedo sentirlo en todas partes. Me siento solo¡±, compart¨ªa.
Hace poco m¨¢s de un mes, volv¨ªa a la carga para poner en duda la necesidad de utilizar un pasaporte de vacunaci¨®n para acceder a algunos eventos. ¡°No actuar¨¦ en ning¨²n escenario donde haya una audiencia discriminada presente. A menos que haya una disposici¨®n para que todas las personas asistan, me reservo el derecho de cancelar el espect¨¢culo ¡±, aseguraba.
Pero al menos en este sentido debe haber cambiado su postura ya que, inmerso en un gira por los Estados Unidos, como recoge la revista Rolling Stone, est¨¢ actuando en escenarios y eventos en los que estar vacunado es un requerimiento para acceder. Mejor tragarse sus palabras que renunciar a las fechas comprometidas y a las consiguientes contraprestaciones econ¨®micas. De ¡°hip¨®crita¡± lo tilda la publicaci¨®n norteamericana.
Como de ¡°chiflado¡± lo catalog¨® Brian May hace no demasiado. ¡°Le amo, es mi h¨¦roe, pero tiene puntos de vista muy diferentes de los m¨ªos en muchos sentidos. Los antivacunas est¨¢n chiflados. Hay mucha evidencia que demuestra que la vacunaci¨®n ayuda. Siempre habr¨¢ alg¨²n efecto secundario como sucede en el caso de otros medicamentos, pero de ah¨ª a insinuar que las vacunas son un compl¨® para matarte me parece que solo lo pude decir gente que est¨¦ loca de atar¡±, a?ad¨ªa May, que siempre se ha mostrado a favor de la ciencia. En cualquier caso, lo de Eric Clapton suena un poco a aquello de ¡®estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros¡¯.