Italia, horrorizada por un invento que atenta contra su plato m¨¢s universal
La instalaci¨®n en Roma de una m¨¢quina expendedora de pizzas causa curiosidad y horror a partes iguales entre los ciudadanos italianos, que recelan de un invento que choca con la tradici¨®n.
Raffaele Esposito, napolitano al que se le atribuye la creaci¨®n en el siglo XIX de la receta italiana m¨¢s famosa, no saldr¨ªa de su asombro si hoy se diera un paseo por Roma, donde la instalaci¨®n de una m¨¢quina expendedora de pizzas causa curiosidad y horror: en solo 3 minutos, el invento promete una pizza reci¨¦n cocinada.
Un ¡®overpromise¡¯ si tenemos en cuenta que los propios italianos aseguran que el verdadero secreto para un resultado ¨®ptimo es usar una harina de grano (sin qu¨ªmicos ni artificios), la t¨¦cnica de amasado (sin rodillo y sin acrobacias ni golpes) y utilizar un horno de le?a (de haya y encina). Y no parece que Mr. Go Pizza, as¨ª se llama la m¨¢quina de los horrores, cumpla alguno de esos preceptos.
Quienes deseen probar suerte pueden elegir entre cuatro tipos diferentes de pizzas con un precio que va desde de 4.50 a 6 euros. Por ese precio, la m¨¢quina amasa y completa todo el proceso mientras los clientes pueden ver c¨®mo se cocina la pizza detr¨¢s de una peque?a ventana de vidrio.
Y hay opiniones para todos los gustos; desde aceptable si tienes prisa hasta horror absoluto. "Tiene buena punta, pero es mucho m¨¢s peque?a que en un restaurante y lleva menos ingredientes", asegura a Reuters, Claudio Zampiga, un jubilado.
La tradici¨®n sostiene que Esposito cre¨® el cl¨¢sico ¡®Pizza Margherita¡¯ el 11 de junio de 1889 en honor a la reina consorte, Margarita de Saboya, durante su visita a N¨¢poles con el rey Umberto I. Us¨® tomates, mozzarella y hojas de albahaca para representar los colores de la bandera de Italia: rojo, blanco y verde. De hecho, hay una placa conmemorativa en la ciudad que reza: Aqu¨ª naci¨® la Pizza Margherita".
Sin embargo, Fabrizia Pugliese, de N¨¢poles y estudiante universitaria en Roma, le dio una oportunidad a la pizza hecha a m¨¢quina y el veredicto es claro: ¡°Sabe m¨¢s a piadina -una especie de wrap de pan sin levadura popular en el norte de Italia- y est¨¢ bien, pero no es pizza", asegura Pugliese, que al menos ha hecho el intento.
Y es que, para muchos italianos, la experiencia cl¨¢sica incluye ver a un ¡®pizzaiolo¡¯ (pizzero) amasando y cocinarlo en un horno de ladrillos de le?a a la vista de su mesa. Esposito, quien hizo una pizza digna de una reina hace 132 a?os, probablemente estar¨ªa de acuerdo.