Un 'break' a la ciencia
Luis Cerd¨¢ y David Barber¨¢, profesores de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), hablan con AS sobre el incre¨ªble momento de Nadal. La ciencia, a sus pies.
Neurotransmisores, reacciones f¨ªsico-qu¨ªmicas, lateralizaci¨®n, winner effect... Cuando Luis Cerd¨¢ y David Barber¨¢ intentan explicar el ¨¦xito actual de Rafa Nadal se ven obligados a sacar sus mejores golpes. No se guardan nada, como el tenista espa?ol,?que hoy se enfrenta a Reilly Opelka, 17 del mundo, en octavos de final de Indian Wells, donde sigue alargando su mejor inicio de siempre (impoluto, con 17 victorias seguidas). Cerd¨¢, que dedica parte de sus investigaciones a analizar los procesos mentales de los deportistas de ¨¦lite, es codirector del M¨¢ster en Neuromarketing de la International University of La Rioja (UNIR); Barber¨¢, en el mismo centro acad¨¦mico, dirige un posgrado sobre preparaci¨®n f¨ªsica y readaptaci¨®n deportiva. Ambos, como har¨ªa cualquiera, no pueden evitar alejarse de su t¨¦cnico lenguaje para sucumbir a las emociones. Es lo que provoca el manacor¨ª. "?Es un portento, este t¨ªo es un portento!", exclama el profesor Barber¨¢ durante la conversaci¨®n con este peri¨®dico. "Tenemos herramientas que permiten explicar lo explicable...", se resigna, por momentos, su colega Cerd¨¢, que se anima a bromear: "Desde una mirada muy ego¨ªsta, a ver si se retira pronto y se presta para que lo estudiemos como si fuera un rat¨®n de laboratorio...". Tras divertidos instantes de duda, desecha la idea: "No, no, vamos a disfrutarle y a ver hasta d¨®nde llega", rectifica.
Es dif¨ªcil de vaticinar. Incluso para ellos, familiarizados con el Big Data y todas sus posibilidades. Con las matem¨¢ticas escarmentadas tras poner en duda la capacidad heroica de Nadal, adem¨¢s, tampoco parece el mejor momento. El win predictor del Open de Australia, dejando una imagen televisiva para la posteridad, mostr¨® los siguientes porcentajes de victoria en la final que enfrent¨® al balear con Daniil Medvedev: 96%-4% a favor del jugador ruso. Con dos sets abajo y la frialdad del breve n¨²mero uno del mundo, doblemente vencido en Acapulco, nadie puede culpar al algoritmo. El sentido com¨²n dictaminaba el mismo camino; pero no el de Nadal, que tiene poco de corriente. "En mentes como la suya, en ese momento, esos no son los porcentajes presentes: ¨¦l s¨®lo pensaba en que ten¨ªa un 50% de posibilidades de ganar el siguiente punto", empieza a explicar Cerd¨¢. Como en el tercer set frente a Sebastian Korda en Indian Wells, con un 5-2 en contra superado.
El ¨¦xito del 21 veces ganador de Grand Slams, seg¨²n el doctor, se debe analizar desde tres prismas: el biol¨®gico, el psicol¨®gico y el social. De la combinaci¨®n de los tres, se extrae la f¨®rmula que venci¨® a las ecuaciones. "Los logros de Nadal tienen mucho de car¨¢cter mental, pero tambi¨¦n se deben a una serie de reacciones f¨ªsico-qu¨ªmicas que ¨¦l ha potenciado a trav¨¦s del entrenamiento y a una gran capacidad para interpretar el entorno m¨¢s inmediato, para ser emp¨¢tico con ¨¦l", se extiende. Un pr¨®logo necesario para entender el fallo en el sistema australiano: "La inteligencia artificial a¨²n no ha alcanzado la perfecci¨®n en sus modelos en variables como las condiciones ambientales, la incidencia de un aplauso concreto, el clima, etc. O, incluso, en el winner effect. Ese efecto ganador que, a trav¨¦s de un incremento de los niveles de dopamina, puede decantar la balanza en situaciones de todo o nada. Todo muy relacionado con esa empat¨ªa con el entorno que tan desarrollada tiene Nadal", culmina. Match ball, Big Data.
Una mente compleja...
Tocar el piano es una de las actividades m¨¢s exigentes a nivel cerebral. Seg¨²n el neurocient¨ªfico Gottfried Lau, los instrumentos musicales ponen a trabajar a casi todas las ¨¢reas del cerebro de forma simult¨¢nea. Las 88 teclas, en concreto, destacan por encima del resto: se deben coordinar los movimientos de ambas manos y, con ello, incrementa la actividad de los dos hemisferios cerebrales a la vez. Poder hacerlo requiere dedicaci¨®n, pero tiene beneficios demostrados. Nadal, sobre la pista, lleva tocando el piano durante toda su carrera.
"En mentes como la suya s¨®lo se piensa en que hay un 50% de posibilidades de ganar el siguiente punto"
El tenista manacor¨ª es diestro, pero juega con la izquierda. Con ocho a?os, ya pod¨ªa sacar con la zurda y basaba su juego en el golpeo a dos manos. Una mina de oro que su t¨ªo y exentrenador, Toni Nadal, y Jofre Porta, con toda una vida dedicada a la formaci¨®n e investigaci¨®n ten¨ªstica, supieron aprovechar. "Los humanos tenemos hemisferios cruzados. El ojo halc¨®n de los diestros es el izquierdo. Nadal tiene lateralizaci¨®n cruzada. Su hemisferio izquierdo es el m¨¢s activo de origen, pero el derecho no se ha acomodado debido a que juega con la izquierda. Los dos trabajan y eso es una gran ventaja, porque se ampl¨ªa el espectro y la capacidad psicomotriz", explica David Barber¨¢. Sobre la pista, m¨¢s all¨¢ de los beneficios a nivel mental, tiene implicaciones directas. Incluso t¨¦cnicas. "?Y ese rev¨¦s? ?Pero si eso es una derecha!", exclamaba Jos¨¦ Antonio Mielgo durante la final de Acapulco entre el balear y Cameron Norrie, duelo rara avis dada la condici¨®n "zurda" de ambos tenistas. "La lateralizaci¨®n cruzada permite a Nadal, entre otras cosas, ser tan especial en su golpeo de rev¨¦s. Cuando emplea dicha herramienta, m¨¢s all¨¢ de apoyarse en su diestra, tambi¨¦n trabaja desde su hemisferio izquierdo, el te¨®ricamente dominante en su caso", desarrolla Barber¨¢.
Del rev¨¦s a un putt pr¨¢cticamente profesional, pasando por una destreza en el p¨®ker que le ha llevado a retar a la n¨²mero uno del mundo en la materia, Vanessa Selbst. Cada hemisferio cerebral potencia unas habilidades determinadas en el ser humano. El derecho, la inteligencia espacial, la percepci¨®n, la intuici¨®n o la creatividad; el izquierdo, la capacidad de an¨¢lisis, la l¨®gica, la matem¨¢tica o la linealidad. Nadal, con su genuino perfil, mantiene un equilibrio con la llave de muchas puertas. "No todas las personas pueden tener una lateralizaci¨®n tan marcada por mucho entrenamiento que haya. Rafa tiene la suerte de contar con esta capacidad gen¨¦tica", concluye Barber¨¢. Un elegido.
...y un cuerpo sin l¨ªmites
Arrastre con el pie derecho para limpiar la l¨ªnea. Golpe de raqueta en tal¨®n izquierdo y derecho, en este orden. Bola descartada, bola al bolsillo, mano a la parte posterior de los pantalones y, seguidamente, hombro izquierdo, hombro derecho, oreja derecha, oreja izquierda, nariz y de vuelta a la derecha. Todo fan de Nadal tiene este ritual grabado en su subconsciente. Botellas en diagonal, toalla siempre en la misma posici¨®n, cambio de raqueta cada ocho juegos, ducha de agua fr¨ªa, saltos en el t¨²nel... Nada es casualidad. "Ante un partido, las neuronas entran en ebullici¨®n y los niveles de testosterona se elevan, especialmente con el ¨¦xito, que nos hace m¨¢s agresivos. Cuando se pierde, por el contrario, es el cortisol quien sube. Los deportistas de alto nivel tienen muy activo este ciclo. Ahora, se est¨¢ demostrando que el cerebro humano es capaz de intuir, con peque?as se?ales, las reacciones propias y de los contrarios", explica Luis Cerd¨¢. Una forma de poner en alerta al cuerpo, una rutina - "los h¨¢bitos se traducen en conducta", sigue explicando el profesor - en la que resguardarse.
Y llega el saque, cuando el cuerpo echa a correr. En el caso de Rafa, uno que ha soportado tres a?os y medio de lesiones. Uno que, actualmente, debe cohabitar con el s¨ªndrome de M¨¹ller Weiss, una dolencia degenerativa que le lleva a jugar con el hueso escafoides de su pie izquierdo pr¨¢cticamente partido. "Su caso tiene una gran complejidad, porque la edad juega en contra. Pero yo, sinceramente, creo que Rafa podr¨ªa superar cualquier tipo de lesi¨®n", se atreve a asegurar Barber¨¢, sucumbiendo, de nuevo, a la admiraci¨®n. "La mejor forma de mantenerse es cuidar el nivel condicional (fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad) y conocer los l¨ªmites de uno mismo", sigue, ya en modo m¨¢s cient¨ªfico. "El tenis requiere una fuerza r¨¢pida que, con los a?os, va bajando junto a los niveles hormonales, desde los neurotransmisores al sistema neuronal qu¨ªmico. En ese momento la mente va m¨¢s r¨¢pida que el nivel fisiol¨®gico. Es un proceso comprobado y extendido. Con matices, como es el caso de Nadal. Gracias a sus niveles adaptativos y pese a todo... ?est¨¢ como si tuviera 25 a?os!", vuelve a exclamar. Hablando de Rafa, es imposible no hacerlo. Incluso para la ciencia, un break abajo.