Muguruza gana y se apunta a la lucha por el n¨²mero uno

Sin alardes, pero con buenas sensaciones y una victoria en dos sets ante la invitada francesa Jessika Ponchet (6-4 y 6-3) que la hizo feliz, Garbi?e Muguruza arranc¨® su participaci¨®n en el Abierto de Australia y pas¨® a segunda ronda. As¨ª que continuar¨¢ en la lucha por el n¨²mero uno con otras cuatro jugadoras que tambi¨¦n ganaron en su estreno en Melbourne y que aspiran a desbancar a la l¨ªder del ranking, Simona Halep. Son Caroline Wozniacki, Elina Svitolina, Karolina Pliskova y Jelena Ostapenko. La rumana tambi¨¦n venci¨® este martes por 7-6 (5) y 6-1 a la australiana Destanee Aiava (otra que jugaba con una wild card), pero tuvo problemas en un primer set en el que estuvo 5-2 abajo y acab¨® con molestias en el pie derecho.?

Garbi?e defiende 100 puntos en el primer Grand Slam del a?o y necesita alcanzar la final para tener opciones. Esto aunque sus rivales vayan cayendo en los pr¨®ximos d¨ªas. Tiene 5.690 puntos y est¨¢ a 795 de Halep (6.485). Por delante tiene ahora mismo tambi¨¦n a Wozniacki (6.035), que debe llegar al menos a semifinales para optar al trono, y a Svitolina (5.725), cuyo chance pasa por meterse tambi¨¦n a la pen¨²ltima ronda. Por detr¨¢s, a Pliskova (5.085) solo le vale ganar este major y, adem¨¢s, depende de otros resultados. Y Ostapenko (4.841) es la que m¨¢s dif¨ªcil lo tiene, porque est¨¢ m¨¢s lejos, tambi¨¦n tendr¨ªa que ser campeona y tampoco depende de s¨ª misma.

A Muguruza no le favoreci¨® el sorteo y por su lado del cuadro podr¨ªa cruzarse, siempre que supere el siguiente escollo, la taipense Su-Wei Hsieh (venci¨® por 0-6, 6-0 y 8-6 a la china Lin Zhu), con Radwanska en tercera ronda, Kerber o Sharapova en octavos, Garcia en cuartos y Halep o Pliskova en semifinales, antes de encarar una hipot¨¦tica final donde se jugar¨ªa el liderato mundial con Wozniacki o Svitolina.

Para aspirar a eso debe mejorar sus prestaciones en el torneo, sentirse cada vez mejor f¨ªsicamente y creer en sus posibilidades como hizo en Wimbledon, porque desde ahora se enfrentar¨¢ con tenistas m¨¢s peligrosas que la entusiasta y poco ortodoxa Ponchet.