Caballos lentos
Se les conoce como 'caballos lentos' a los esp¨ªas del servicio secreto brit¨¢nico con un pasado glorioso que, bien por edad, bien por haber cometido un error imperdonable, ya no valen para la ¨¦lite y son apartados para que no estorben, enterrados en tediosas labores burocr¨¢ticas con el prop¨®sito de mantenerlos ocupados. As¨ª lo cuenta Mick Herron en su exitosa novela de esp¨ªas, Caballos lentos, ahora convertida en serie.
Podr¨ªamos decir que esta ha sido la Liga de los caballos lentos. Pocos cre¨ªan en ellos. Se les daba por amortizados, ese antip¨¢tico t¨¦rmino que tan de moda se ha puesto ¨²ltimamente para hablar de futbolistas. A Ancelotti se le ten¨ªa por un entra?able abuelo italiano, ya de vuelta de todo. Alguien a quien el f¨²tbol le hab¨ªa pasado por encima y que ven¨ªa de un sospechoso Everton. No se consideraba demasiado serio tampoco que su hijo Davide pudiera ser el segundo entrenador. De Casemiro se dec¨ªa que estaba horrible, pesado, sin sustituto natural. Kroos empez¨® lesionado y retirado de su selecci¨®n: inequ¨ªvocas se?ales de un comienzo de fin de trayecto. Ni el m¨¢s ferviente defensor de Benzema habr¨ªa podido imaginar que la temporada m¨¢s goleadora del nueve (que muchos creyeron diez) fuera a ser esta, la decimotercera. Y de Modric, en fin, tampoco se esperaba que pudiera ser eterno por una cuesti¨®n de seguir creyendo que a¨²n vivimos en un mundo que se rige por ciertas leyes naturales. Eran los caballos lentos, los que se iban a desfondar, los que no serv¨ªan para cruzar el r¨ªo.
A esta n¨®mina de veteranos se sum¨® un joven purasangre brasile?o, Vin¨ªcius J¨²nior, fogoso e indomable, pisando fuerte desde la jornada 1, inasequible al desaliento, con la moral blindada y una sonrisa de ciertas reminiscencias equinas. Y tambi¨¦n un percher¨®n uruguayo: tenaz, voluntarioso, de tranco largo, leal y dispuesto a partirse el lomo con las alforjas del resto de la expedici¨®n. Y con ellos, con una jirafa bajo palos y con un pu?ado de buenos jugadores (menci¨®n especial a la dupla Alaba-Militao, encarando la dif¨ªcil papeleta de suplir a Ramos y Varane), el Madrid pudo dominar la competici¨®n a domicilio y superar peque?os baches sin hacer dramas, dos virtudes que precisamente te da la veteran¨ªa.
Con todo, lo mejor, lo m¨¢s madridista de esta Liga, ha sido poder irse a la cama sabiendo que ma?ana espera otra gran batalla en Europa. Levantarse con ganas de m¨¢s. No s¨¦ qu¨¦ demonios es el ADN blanco. Tampoco el se?or¨ªo. Solo tengo claro que en el Real Madrid, como en las pel¨ªculas de otro conocido esp¨ªa, nunca nada es suficiente y el ma?ana nunca muere.