Fiebre amarilla
El Madrid pronto empez¨® a sentir todos los s¨ªntomas: mareos, fatiga muscular, dudas, temblores, cansancio mental, dolor de cabeza. Ve¨ªa manchas amarillas a su alrededor pasando como fantasmas por el c¨¦sped. Nada les sal¨ªa a los de blanco. Y el Chelsea vestido de ese uniforme amarillo parec¨ªa a la vez aquella Juventus del Del Piero de los 90, el Brasil del 70 y el Maccabi Tel Aviv de baloncesto. Porque sus jugadores ganaban todos los duelos. Por alto, por bajo, por el centro, por las bandas. Recuperaban los balones antes que los propios recogepelotas del Bernab¨¦u. Hasta el esp¨ªdico Vinicius parec¨ªa contagiado por cierta par¨¢lisis, como si le hubieran disparado con un dardo narcotizante para tumbar a rinocerontes. Un enjambre de abejas amarillas molestaba y no dejaba alzar el vuelo al Pajarito Valverde. Y yo sent¨ªa que nunca deb¨ªa haberme tomado ese ¨²ltimo caf¨¦ de la tarde.
El equipo ten¨ªa fugas de agua por todos lados. Llegaba tarde siempre. Se complicaba la vida sin querer una y otra vez. Mendy demostraba ser el ornitorrinco de los laterales: un mam¨ªfero que pone huevos. ?nico, misterioso e insondable. A veces parece Maldini, a veces parece Claudemir V¨ªtor. Se fue entre pitos, injustos e inmerecidos, tras casi haber regalado un gol al equipo londinense, empe?ado en demostrar con autoridad su estatus de campe¨®n de Europa.
Parec¨ªa todo insalvable. Entr¨® Camavinga con esa mirada de adolescente al que nada le impresiona. Y cuando ya todo estaba perdido, con Kroos ca¨ªdo en combate y Nacho acalambrado, apareci¨® una vez m¨¢s el exterior de Modric. Ese pie de bailar¨ªn. Se la dej¨® muerta a Rodrygo, que la supo meter con la tranquilidad y la personalidad de jugador de Champions. Y el resto fue sangre, sudor y l¨¢grimas.
El Chelsea, como la Juventus en 2018, hab¨ªa hecho lo m¨¢s complicado. Lo imposible. Ponerse nada menos que 0-3 en el Bernab¨¦u en una eliminatoria que muchos hab¨ªan sentenciado ya en la ida. Pero como dec¨ªa Omar Little: si vienes a por el rey, m¨¢s te vale no fallar. Solo el Madrid puede conseguir cosas imposibles: sobrevivir a un ataque fulminante de fiebre amarilla, hacer sudar a Kant¨¦ o remontar una ¨²ltima vez.