La hora de la verdad o no: por qu¨¦ entrenas mejor que compites
Competir: o lo amas, o lo odias. En este art¨ªculo analizamos c¨®mo pasar del bloqueo al disfrute y la mejora del rendimiento deportivo.
Esta semana le damos la vuelta al art¨ªculo: espejito, espejito: ?por qu¨¦ compito mejor cuando me miran? Como si fuera un calcet¨ªn. Por si te lo perdiste, este es el resumen de lo que vimos en una l¨ªnea: hay deportistas que necesitan sentir la pulsi¨®n inequ¨ªvoca de una competici¨®n para rendir al m¨¢ximo. Ese nervio interior, esa presi¨®n y ruido, esa ¡®foto finish¡¯ es lo que m¨¢s desean y lo que m¨¢s les motiva. Otros deportistas, sin embargo, est¨¢n hechos de otra pasta. No necesitan una cuenta atr¨¢s, un dorsal, una medalla, un p¨²blico que act¨²e de juez y parte, una posici¨®n en un ranking. M¨¢s bien buscan todo lo contrario. Una paz que solo encuentran cuando son ellos quienes se enfrentan a su peor enemigo: ellos mismos (y nadie m¨¢s).
Podemos decir que hay quienes disfrutan de la competici¨®n por encima de todas las cosas y hay quienes, por el contrario, la sufren. No renuncian a ella, porque aman (todos lo hacen) su deporte m¨¢s que a nada en el mundo, pero no lo hacen de buen grado. No con la confianza y emoci¨®n que los del primer grupo. Es algo normal y con lo que he trabajado en numerosas ocasiones. Deportistas con marcas fant¨¢sticas en entrenamiento que, a la ¡®hora de la verdad¡¯, se desinflaban por el mero hecho de estar compitiendo. Sus marcas eran notablemente peores. ?Por qu¨¦? ?Es posible cambiar esa mentalidad?
Entrenar siempre tiene un componente de seguridad m¨¢s elevado que competir. El entrenamiento suele desarrollarse en terreno o circunstancias m¨¢s o menos conocidas (lo que no implica que sea f¨¢cil, al contrario), con elementos que decide el deportista y obst¨¢culos que conoce o, de alguna manera, espera. Si ese entrenamiento no sale seg¨²n lo que esperaba, puede volverlo a intentar. Ese entrenamiento no ser¨¢ determinante ni lo dejar¨¢ fuera de unos JJOO o de una clasificaci¨®n importante. Entrenar es un gran ejercicio de autoconocimiento, pero siempre ser¨¢ incompleto.
En primer lugar, debemos partir de una premisa: para crecer sin l¨ªmites a nivel deportivo un deportista debe probarse en todos los contextos posibles y eso incluye la competici¨®n. Debe salir de la zona de confort o, de lo contrario, quedar¨¢ estancado en resultados. En las dificultades surgen los errores y las ¨¢reas de mejora. Es entonces cuando un deportista queda retratado y esa es la buena noticia. Porque con ese retrato puede poner negro sobre blanco: ya puede saber d¨®nde y por qu¨¦ debe mejorar. En ese terreno nuevo y lleno de imprevistos, ruido y m¨¢xima exigencia puede ver que no es realmente perfecto y que hay mucho camino que recorrer para alcanzar una versi¨®n mejorada de s¨ª mismo.
?Es posible pasar de sufrir a disfrutar?
S¨ª, mediante un cambio de mentalidad y foco. Las personas que lo pasan realmente mal en una competici¨®n a menudo se fijan solo en el resultado. El hecho de tener que determinar en un momento ¨²nico su val¨ªa como deportistas les tortura. Saben que solo hay una oportunidad para dar el m¨¢ximo y esa cifra les impide ver m¨¢s all¨¢ de lo que supone competir. Competir es m¨¢s que conseguir un resultado, una posici¨®n, una victoria. Competir est¨¢ por encima de eso y debe ser el motor que los ayude a seguir mejorando. El foco no debe estar en los d¨ªgitos sino en la mejora continua y en la posibilidad de seguir creciendo.
Quienes sufren los estragos de no sentirse a gusto compitiendo ponen excesiva atenci¨®n en el resultado m¨¢s que en el proceso de autoconocimiento que los lleva a crecer como deportistas. Por ello, desde aqu¨ª os reto a hacer ese cambio de mentalidad tan necesario para poder crecer sin l¨ªmites. Para ello, debemos hacer un clic. Entender que cada competici¨®n es una oportunidad m¨¢s de entrenar en nuevo contexto y eso es un atajo para la mejora, que es lo que finalmente buscamos. La victoria es puntual, la mejora es infinita.
?C¨®mo pasar del sufrimiento a la motivaci¨®n?
Lo m¨¢s importante. Reenfoquemos qu¨¦ entendemos por objetivos y c¨®mo sustituimos los resultados que esclavizan por objetivos que liberan. En este punto, la mentalidad es clave. Nuestras emociones cambian al enfocar nuestra mente hacia un objetivo y no hacia un resultado num¨¦rico. Los objetivos entusiasman, los resultados limitan.
Cuando est¨¢s orientado a un objetivo, tu estado de ¨¢nimo cambia por completo: sientes la ilusi¨®n, las ganas, la pasi¨®n por conseguirlo y das lo mejor de ti para lograrlo. Si no lo consigues, habr¨¢s aprendido much¨ªsimo en todo el proceso y estar¨¢s mucho m¨¢s preparado para enfrentar nuevos retos, sean del tipo que sean. Lo veo cada d¨ªa con los deportistas con los que trabajo. Sin embargo, cuando el foco solo est¨¢ en el resultado se generan sentimientos de angustia y preocupaci¨®n ante la posibilidad de no conseguirlo y el estado de ¨¢nimo con que enfrentan los retos genera una enorme presi¨®n.
En este momento, recuerda: el cuerpo hace lo que la mente dice. Sin embargo, aquellas situaciones que no controlamos, como una competici¨®n, pueden generar estr¨¦s, que es la antesala del bloqueo. El estr¨¦s mental ante todo lo que no se puede controlar no solo afecta a nuestro cuerpo f¨ªsico sino tambi¨¦n al rendimiento deportivo. Por eso he preparado este programa de 7 d¨ªas para gestionar el estr¨¦s con consejos, trucos y una rutina de relajaci¨®n.
Especialmente pensada para mentes agobiadas y cuerpos en tensi¨®n que quieren aprender a gestionar el estr¨¦s para rendir al 100%.