Me enter¨¦ por la prensa
El f¨²tbol representa ya algo tan complejo, t¨¢ctico, inasible y tambi¨¦n ideol¨®gico que hay un City-Atl¨¦tico y decimos que vamos a asistir a un choque de mundos: Guardiola contra Simeone. Es como si los cuartos de final no fuesen m¨¢s que pol¨ªtica internacional, un conflicto para tratar de imponer un determinado orden mundial. Pasan estas cosas cuando alguien es capaz de moldear un equipo a su absoluta semejanza, de tal modo que un d¨ªa, de golpe, los jugadores se apellidan como el entrenador, viven en la misma casa, usan los mismos adjetivos, empiezan a vestirse por la misma prenda de ropa.
Fuera de estas reducciones exageradas, que nos dan la vida, lo cierto es que ser¨¢ emocionante asistir a la colisi¨®n de dos ideas tan poderosas, opuestas, inflamadas, que cada una por su lado ha dado importantes t¨ªtulos a los equipos en los que tanto Guardiola como Simeone han entrenado. Hasta ahora, salvo una ocasi¨®n memorable en unas semifinales de Champions, apenas hemos visto enfrentamientos directos. Sus equipos se han encontrado, fundamentalmente, en la teor¨ªa. Ten¨ªamos que imaginar ese partido. Por fin saltamos de nuevo a la pr¨¢ctica, que es donde suelen descarrilar las genialidades que todos llevamos siempre en la cabeza.
Algunas rivalidades necesitan estar mucho tiempo d¨¢ndose la espalda, casi sin conocerse de nada, para que el d¨ªa que al fin coinciden el punto en el que lo hacen sea un lugar incandescente. Ser¨ªa hermoso ese instante en el que Simeone y Guardiola, despu¨¦s de a?os, coincidiesen en el campo y uno le dijese al otro: "Supe todo este tiempo de ti por la prensa". La vida tiene sus tr¨¢mites. Quiz¨¢ un City-Atl¨¦tico no ahora, sino hace mucho tiempo, habr¨ªa llegado demasiado pronto para que la cita gozase de ¨¦pica. Las rivalidades se forjan en una lentitud por la que resbalan los a?os, mientras se posterga el enfrentamiento indefinidamente, hasta que llega un d¨ªa que te preguntas por qu¨¦ se parecen tan poco fulanito y menganito, y resulta que lo has olvidado. Pero ya ahora nos lo van a recordar.