Ganar de v¨ªsperas
El Madrid no supo esperar al partido clave de la temporada, por ahora el del PSG, y opt¨® por demostrar qui¨¦n es en un recital por adelantado, contra la Real Sociedad. Bueno... No es necesariamente malo. Por qu¨¦ no dejar claro que eres este y no otro. De hecho, ser uno mismo se vuelve dificil¨ªsimo la mayor¨ªa de las veces, cuando tienes que acabar siendo otra cosa, incluso no siendo nada. El Madrid, pues, dio unos golpes de pecho magn¨ªficos y grit¨® "Yo soy el Madrid", en lugar de proclamar, por ejemplo, "Yo soy Emma Bovary" o "Yo soy aquel que cada noche te persigue", como en la canci¨®n de Raphael.
Nunca pierdas la oportunidad de hacer algo grande, aunque no sirva para nada, le o¨ª decir a un se?or que ya est¨¢ muerto. Es una filosof¨ªa de vida exigente, no vamos a enga?arnos, que demanda esfuerzos quiz¨¢ bald¨ªos. Tengo una amiga, Tet¨¦, que el d¨ªa antes de correrse una buena fiesta, porque al fin se va a reunir la pandilla, se corre una a¨²n m¨¢s grande, por si acaso. Tiene una extraordinaria fe en las v¨ªsperas. "Siempre pasan cosas bonitas el d¨ªa anterior", suele decir. Tal vez porque no tienes expectativas, las v¨ªsperas te ofrecen mucho m¨¢s de lo que esperas. Es habitual que el d¨ªa importante Tet¨¦ se lo pase detallando todo lo asombroso que ocurri¨® la noche pasada. Ya dec¨ªa Borges que las jornadas realmente decisivas de la historia son fechas secretas, y no las que creemos, conocidas por todos. ?Y si el d¨ªa esperado los planes no salen como esperabas? Puede que al final, entre unas cosas y otras, no tengas nada. ?Ni las v¨ªsperas!
Todos sabemos que uno de los mejores momentos en f¨²tbol es el que sigue a un buen partido, pero a¨²n no llega el siguiente, el del choque crucial. En ese ¨ªnterin la mar de confortable todo es posible, en especial la haza?a. Uno se instala en una especie de felicidad congelada, como la merluza, de calidad media, pero que alienta. La felicidad remite al entretanto, mientras esperas a la dichosa hora de la verdad, que tal vez solo sea la de tu muerte.