La Vuelta se reconcilia con Barcelona
Hay una foto ic¨®nica del deporte espa?ol en la que se ve a Jos¨¦ P¨¦rez Franc¨¦s escapado por las calles de Barcelona, a punto de encarar Montju?c, por la Plaza de Espa?a, con las Torres Venecianas al fondo, rodeado de un gent¨ªo que se estima que aquel d¨ªa, en la calurosa tarde del 2 de julio de 1965, sumaba un mill¨®n de personas que alentaban a su hijo adoptivo en la 11? etapa del Tour de Francia, en la que obtuvo una hist¨®rica victoria tras 210 kil¨®metros de galopada en solitario. Barcelona volvi¨® a integrar el recorrido de la Grande Boucle en 2009. Y tambi¨¦n ha celebrado dos Mundiales. La Ciudad Condal siempre ha estado unida al ciclismo. De hecho, es una de las cunas de este deporte. De all¨ª parti¨® en 1911 la primera Volta a Catalunya, la carrera por etapas m¨¢s antigua de Espa?a, la cuarta de Europa. Por supuesto, su relaci¨®n tambi¨¦n ha sido estrecha con La Vuelta desde sus inicios en 1935, aunque en los tiempos recientes andaba un poco deteriorada, con una ¨²nica visita, en 2012, en lo que va de siglo XXI. El anuncio de ayer rescata el idilio: Barcelona lanzar¨¢ la ronda en 2023.
Que Barcelona albergue la salida de la Vuelta a Espa?a el pr¨®ximo a?o beneficia a ambas partes. A la carrera, porque partir¨¢ de uno de los lugares m¨¢s emblem¨¢ticos del mundo, una plaza con sello internacional. A la ciudad, porque hay pocos veh¨ªculos de promoci¨®n tur¨ªstica mejores que una grande del ciclismo. Se podr¨ªa profundizar en las razones que condujeron al distanciamiento, como aquel plante del pelot¨®n en el circuito de Montju?c en 1999 u otros condicionantes de ¨ªndole pol¨ªtico, pero merece m¨¢s la pena mirar al futuro. El regreso a la capital catalana, once a?os despu¨¦s de la ¨²ltima vez, es una gran noticia que devuelve a Barcelona y a La Vuelta a su sitio natural. Las mejores competiciones deportivas tienen que estar presentes en las ciudades m¨¢s relevantes. Y viceversa.