El caso Djokovic acab車 en otra cosa
La Corte Federal de Australia decidi車 desestimar el recurso de Novak Djokovic contra la cancelaci車n de su visado, por lo que el n迆mero uno del tenis tuvo que?abandonar el pa赤s y no podr芍 defender t赤tulo en el primer Grand Slam de la temporada. No hay posibilidad de una nueva apelaci車n. Acaba as赤 la pesadilla, el bochorno, el sainete, el show, el esperpento# doce d赤as despu谷s de que Djokovic anunciara su viaje a Melbourne con una exenci車n m谷dica que le permit赤a competir, a pesar de no estar vacunado contra el coronavirus. Se han utilizado muchas palabras para definir este caso, que comenz車 siendo una cosa y ha terminado convirti谷ndose en otra muy diferente. Entre ambas, Nole ha estado seis d赤as detenido, ha tenido dos juicios?y, finalmente,ha salido del Down Under con su reputaci車n triturada.
La deportaci車n de Djokovic fue decidida el viernes por el ministro de Inmigraci車n, Alex Hawke, que hizo uso de su poder excepcional para cancelar unilateralmente visados. Hawke bas車 el dictamen en que el serbio es ※un peligro p迆blico§ para Australia, porque su negativa a vacunarse puede crear tendencia en la poblaci車n, aumentar el riesgo de propagaci車n del virus y producir disturbios sociales. El ministro reconoc赤a, sin embargo, que Djokovic no ten赤a ninguna irregularidad en su visa, que la exenci車n m谷dica que le autorizaba a cruzar la frontera era v芍lida, que no viola ninguna ley australiana, y que no puede contagiar actualmente, una vez que estuvo infectado hace menos de un mes. Es decir, todo lo que aparec赤a como clave en el origen del caso, y que condujo a otro juez, Anthony Kelly, a dar la raz車n al tenista, ha pasado completamente a un segundo plano. Djokovic no ha incumplido ninguna regla, pero el Gobierno de un pa赤s soberano considera que su presencia es un riesgo para la convivencia y le pone de patitas en un avi車n. El juicio se centr車 sobre todo en eso, en demostrar si Djokovic es un l赤der antivacunas o no. Con esa etiqueta sale de Melbourne. Y con un incierto futuro como deportista. Porque habr芍 m芍s fronteras.