Cuando toca nada
Cada vez hay m芍s documentales que nos ense?an las tripas de los sitios en los que siempre quisimos estar. Ya sea el estudio de los Beatles o el vestuario de tu equipo al descanso de una eliminatoria de la Champions. El 迆ltimo ejemplo es la nueva temporada de All or Nothing, sobre la Juventus de Tur赤n. El documental ofrece material in谷dito de charlas en el vestuario, de entrenamientos, de broncas entre compa?eros, del trabajo de la direcci車n deportiva, de la llegada de Pirlo y de conversaciones con Cristiano. Pero lo interesante es que, de manera no intencionada, es un documental sobre el fracaso. El fracaso de una temporada en blanco en un club acostumbrado a ganar. De la frustraci車n que nace al querer siempre m芍s, de la b迆squeda a lo Moby-Dick de esa Champions que se les resiste desde hace m芍s de 20 a?os. Es la cr車nica de un a?o que supondr芍 la salida de Cristiano, la de Pirlo como entrenador, la de Buffon y la del director deportivo. Acostumbrados como estamos a los documentales hagiogr芍ficos sobre figuras del deporte, se agradece un relato que te ense?e que a veces las cosas en la vida, por mucho que las intentes, simplemente no salen. Aunque seas Cristiano.
Uno ve cosas realmente sorprendentes en el documental. Como cuando el fichaje estadounidense Weston McKennie, al poco de llegar a la Juve, le suelta a Chiellini durante un almuerzo que le gusta aderezar la pizza con crema agria. Casi le da un ictus al italiano. O comprobar que la figura de Cristiano es tan grande que Agnelli, Nedved y Pirlo le observan con aut谷ntica y genuina admiraci車n al pasar, tal y como har赤a un ni?o con su 赤dolo.
Con todo, me sigue resultando extra?o ver estos documentales. Supongo que siento cierto pudor al estar viendo cosas que no deber赤a estar viendo, como el que esp赤a a trav谷s del ojo de una cerradura. Esa sensaci車n de un calculado voyeurismo. Nunca he querido ver los documentales sobre las 迆ltimas Copas de Europa del Madrid porque me parece un exceso de informaci車n. Prefiero imaginarme ciertos detalles y quedarme con mis recuerdos. No necesito lo otro porque siento que no me pertenece.
El vestuario para un futbolista es lo mismo que el taburete y la esquina del ring para el boxeador. Ese lugar donde puedes desahogarte sin ser juzgado, el rinc車n para darte una tregua, mostrarte vulnerable y poder mirarte a la cara con tus compa?eros. Es tu embajada, tu refugio, tu intimidad. Este documental de la Juve s赤 sirve para confirmar dos cosas que ya sospechaba: la primera es que hasta el m芍s triunfador a veces se siente profundamente miserable; la segunda es que los italianos llevan mejores camisas que nosotros.