La URSS entra en liza con el Torpedo
El pa¨ªs sovi¨¦tico no disput¨® la Copa de Europa hasta 1966, once a?os despu¨¦s de que se estrenara el torneo.
La primera Copa de Europa se jug¨® en la 55-56, con 16 naciones participantes. El n¨²mero fue creciendo r¨¢pidamente y para los sesenta ya solo quedaba una ausencia notable: la URSS. Por fin, la federaci¨®n de aquel pa¨ªs se decidi¨® a inscribir a su campe¨®n para la 66-67, justo el a?o en que se cambi¨® el trofeo (el que hasta entonces estaba en juego, con forma de ¨¢nfora romana, se le dio en propiedad al Real Madrid, seis veces ganador) por el actual, la c¨¦lebre orejona.
La URSS englobaba en torno a Rusia a 14 pa¨ªses hoy independientes, y tem¨ªa que su representante quedara mal porque su temporada iba a contrapi¨¦. El duro invierno obligaba a cortar el campeonato en las fechas de los octavos y los cuartos de Copa de Europa. Sin embargo, como su Selecci¨®n gan¨® la primera Eurocopa, (1960), fue finalista en la segunda (1964, que gan¨® Espa?a con el gol de Marcelino) y cuarta en el Mundial 66, por fin se decidieron, en la 66-67, a enviar a su campe¨®n, el Torpedo de Mosc¨². Su entrenador era Nikolai Morozov, tambi¨¦n seleccionador en el Mundial. Aquel Torpedo ten¨ªa tres jugadores muy conocidos: el portero Kavazashvili, que suceder¨ªa a Yashin en la Selecci¨®n, el medio Voronin, un prodigio de t¨¦cnica, colocaci¨®n y sabidur¨ªa, y el delantero Stretslov, el Pel¨¦ ruso, con un pasado estremecedor. En v¨ªsperas del Mundial 58, cuando ten¨ªa 21 a?os, un generalazo les invit¨® a ¨¦l y a otras dos figuras de la Selecci¨®n a su dacha. All¨ª hubo una org¨ªa en la que muri¨® una menor. Le cargaron la culpa y fue enviado al gulag por 12 a?os. Sali¨® a los 6, muy estragado, pero al a?o estaba jugando de nuevo a buen nivel. Ahora ten¨ªa 29.
Hab¨ªa atenci¨®n ante el sorteo para la primera ronda por la curiosidad que despertaba el Torpedo. No tuvo suerte: le cay¨® el Inter de Helenio Herrera, Luis Su¨¢rez, Mazzola, Facchetti y dem¨¢s, campe¨®n de las ediciones 63-64 y 64-65, eliminado en semifinales de la 65-66 por el Madrid ye-y¨¦, luego campe¨®n.
Manten¨ªa a todas sus figuras en perfecta forma y la autoridad y el prestigio de HH eran intachables. El estreno fue el 28 de septiembre, con 70.000 asistentes en San Siro y los ojos de toda Europa puestos en el partido, que se emiti¨® por Eurovisi¨®n a varios pa¨ªses. Lo gan¨® el Inter por 1-0, con suerte, porque un tiro de Mazzola peg¨® precisamente en Voronin y eso descoloc¨® a Kavazashvili.
La vuelta fue el 12 de octubre. Luis Su¨¢rez lo recuerda como un vuelo interminable que le hizo evocar el no viaje con la Selecci¨®n en 1960, cuando la semifinal de Eurocopa Espa?a-URSS fue suspendida porque el R¨¦gimen no quiso que los sovi¨¦ticos jugaran en Espa?a por miedo a manifestaciones procomunistas. ¡°Fue un viaje tranquilo, nos trataron con cordialidad. Las cosas entre Italia y la URSS no eran como entre Espa?a y la URSS, claro¡±.
El ¨¢rbitro fue el navarro Zariquiegui, designado por la UEFA, que pocos a?os antes no pudiera haber ido. (En la Copa de Europa 60-61 al Madrid de baloncesto le toc¨® en semifinales el ASK Riga y el R¨¦gimen se opuso. Saporta consigui¨® que se jugara en Par¨ªs y Praga, indemnizando al ASK con mil d¨®lares. Pero en 1964 se hab¨ªa producido la feliz final de la Eurocopa de f¨²tbol: Espa?a 2, URSS 1, en el Bernab¨¦u. Y la final de la Copa de Europa de baloncesto de la 64-65 que enfrent¨® al Madrid y el TsSKA de Mosc¨² a doble partido pudo jugarse con normalidad).
103.000 espectadores colmaron el Estadio Lenin, hoy Luznikhi. El partido fue un acoso continuo a la meta italiana, como todos los de aquel Inter fuera de casa, donde se encerraba con descarada serenidad. Acab¨® 0-0. La agencia Tass destac¨® a Zariquiegui.
As¨ª de fugaz fue la primera y esperada aparici¨®n de los rusos en la Copa de Europa. Ya se quedaron para siempre, tratando de salvar la pausa invernal con entrenamientos en instalaciones cubiertas o con estancias en zonas c¨¢lidas, frecuentemente en las costas de Andaluc¨ªa o en Canarias. Fue frecuente su presencia en el Torneo de Maspalomas, frente a otros equipos de la Europa fr¨ªa. Los partidos invernales de casa los jugaban generalmente en Georgia, buscando el clima templado del Mar Negro. Aquella exhibici¨®n de Garc¨ªa Rem¨®n en Odessa fue ante el Dinamo de Kiev.
Pero al cabo de tantos a?os ning¨²n equipo sovi¨¦tico ha ganado Copa de Europa o Champions. Ni siquiera han alcanzado una final. Solo tienen una UEFA (Shakhtar Donetsk) y una Recopa (Dinamo de Kiev).