Manita en el Camp Nou y p¨®ster ingl¨¦s
Bernab¨¦u celebr¨® como nunca la victoria del Madrid por 1-5 en 1963.
Aquella 62-63 era la tercera temporada del Bar?a sin HH, cuya marcha dej¨® al club sumido en confusi¨®n. Tras dos fallidas, Kubala, reci¨¦n retirado, ocup¨® el cargo de entrenador. El Bar?a fich¨® a dos uruguayos, Cubilla y Silveira, el primero de los cuales hizo poco y el segundo nada. Los ¨²ltimos vestigios del gran Bar?a de HH se iban retirando, o saliendo del club. Evaristo se fue al Madrid, Eulogio Mart¨ªnez al Elche. En la delantera solo quedaban dos delanteros de aquel tiempo glorioso, Kocsis y Villaverde.
Kubala empez¨® el curso perdiendo la final de la Copa de Ferias, arrastrada del a?o anterior, ante el Valencia. En la primera vuelta de la Liga cosech¨® cinco derrotas. Y el Estrella Roja le elimin¨® de la nueva edici¨®n de la Copa de Ferias. Sugiri¨® rehacer su contrato como jugador y volver a vestirse de corto manteni¨¦ndose como entrenador. Llaudet le dijo que no. Eso le sent¨® mal y acabar¨ªa fichando por el Espanyol, con un esc¨¢ndalo may¨²sculo.
Le reemplaz¨® otra vieja gloria del club, Jos¨¦ Gonzalvo, Gonzalvo II para el f¨²tbol. Empez¨® la segunda vuelta con empate, en casa ante el Athletic y en Sevilla ante el Betis. El tercer partido le toc¨® recibir al Madrid, que iba l¨ªder, mientras el Bar?a era s¨¦ptimo. Aunque hab¨ªa ca¨ªdo sorprendentemente en la primera eliminatoria de Copa de Europa ante el Anderlecht, marchaba primero en la Liga, manten¨ªa cuatro de sus vacas sagradas de la gran ¨¦poca, Santamar¨ªa, Di St¨¦fano, Puskas y Gento en buen uso, y hab¨ªa acertado con la contrataci¨®n de dos j¨®venes, uno gallego y otro navarro, Amancio y F¨¦lix Ruiz, que le formaban una buena ala derecha. El entrenador segu¨ªa siendo Miguel Mu?oz, que iba por su quinto a?o, cargado de autoridad y respeto.
El partido, jornada 18 de Liga, se jug¨® el 27 de enero de 1963 tras una curiosa pol¨¦mica: el Bar?a hab¨ªa levantado las porter¨ªas tras el encuentro del 13 ante el Athletic para dar un fuerte repaso al c¨¦sped en el que quedaron borradas las rayas. Alguien se malici¨® que se pretend¨ªa achicar el campo, lo que produjo una gran polvareda. El Art¨ªculo 14 del Reglamento de Competiciones prohib¨ªa eso. El Bar?a neg¨® la intenci¨®n, dijo que se hab¨ªa tratado solo de un ensayo y el jueves 24 se hizo, ante la prensa, con notario y arquitecto, una medici¨®n con las l¨ªneas nuevas que dio 107,2x72 metros. Las medidas de antes.
El partido fue a las ocho de la noche, televisado, arbitrado por Juan Gardeaz¨¢bal (el mejor del momento, y quiz¨¢ de siempre, de nuestro arbitraje) y los equipos formaron as¨ª:
Barcelona: Sadurn¨ª; Foncho, Garay, Eladio; Verg¨¦s, Gensana; Re, Villaverde, Kocsis, Fust¨¦ y Pereda.
Real Madrid: Vicente; Isidro, Santamar¨ªa, Casado; M¨¹ller, Pach¨ªn; Amancio, F¨¦lix Ruiz, Di St¨¦fano, Puskas y Gento.
El Bar?a empieza brioso y pone en apuros a Vicente, cuya respuesta fue espl¨¦ndida. En el 24¡ä, una escapada de Gento es cortada con zancadilla en el ¨¢rea por Foncho. El penalti lo transforma Puskas en el 0-1. El Bar?a no se amilana y en el 34¡ä por fin logra batir a Vicente por medio del paraguayo Re: 1-1. Pero en la jugada del saque de centro Puskas marca en un tiro lejano ?con la derecha! en gran fallo de Sadurn¨ª, 1-2. El Bar?a queda aturdido y se derrumba tras el descanso cuando en el 47¡ä Di St¨¦fano hace el 1-3. En el 67¡ä Gento marca el 1-4 y en el 71¡ä Puskas el 1-5. Hay tambi¨¦n dos goles anulados del Madrid. Es una masacre.
Bernab¨¦u, que siempre ten¨ªa cuentas con el Bar?a, hizo lo que no hab¨ªa hecho nunca tras victorias m¨¢s gloriosas, como las finales de Copa de Europa ganadas, o la de la Intercontinental. Decidi¨® solemnizar ese d¨ªa haciendo una foto-p¨®ster (todav¨ªa en blanco y negro) al estilo ingl¨¦s, con la delantera sentada en un banco y los dos porteros (el suplente siempre viajaba a los partidos de Liga), los tres defensas y los dos medios detr¨¢s, de pie. La foto, en tama?o 66x52 cent¨ªmetros, con las firmas de los jugadores bien visibles sobre el pecho, era servida en un cartucho de cart¨®n.
De la misma foto se hizo luego una versi¨®n espuria. Como el equipo titular cambi¨® durante el curso, pasando Pach¨ªn al puesto de Casado y dejando el suyo a Zoco, se reh¨ªzo con la cabeza de Zoco en lugar de la de Casado. Canta mucho, porque la estatura de Zoco era mucho mayor que la del sustituido. Y adem¨¢s se alteraban las posiciones, que entonces se ten¨ªan muy en cuenta.