Un partido para Sigmund Freud
Seguimos resistiendo. Llega el Espanyol-Real Madrid y mi mirada vuelve a los domingos de gorrillas blancas en los fondos repletos de Sarri¨¤, un recuerdo v¨ªvido, una impresi¨®n ¨²nica de sentirte invadido subrepticiamente en tu propio estadio una vez al a?o. Casa tomada; Partido del club, que se dec¨ªa anta?o, cuando hasta los socios ten¨ªan que pasar por caja como si su aliento no bastase.
Para el Espanyol es un encuentro complejo, revirado, no solo deportivamente, y m¨¢s desde que las abismales diferencias econ¨®micas entre clubes desvirtuaron la competencia; sino psicol¨®gicamente, lleno de recovecos para el hincha: ya no quedan gorrillas como las que inmortaliz¨® Juanito toreando un t¨ªtulo de Liga, pero el espanyolista a¨²n le da muchas vueltas, y se reparten carn¨¦s de fidelidad.
Xavier Fina, mi fil¨®sofo perico de cabecera, blanquiazul sin segundo equipo, lo vive como "el peor partido del a?o". Un d¨ªa inc¨®modo, y lo entiendo. Para otros es el partido m¨¢s tranquilo de la Liga. Y tambi¨¦n es normal. Muchos pericos tienen simpat¨ªa por el Madrid, real o impostada por un enemigo com¨²n. Tantos, ojo, como antimadridistas, un sentimiento creciente por los campos de Espa?a ante el imperialismo de las grandes potencias del f¨²tbol al que no ha sido ajeno la afici¨®n perica, pese al t¨®pico de filial blanco retumbando en alguna caverna.
Mienten a sabiendas quienes dicen que los blanquiazules no se esfuerzan contra el Real Madrid (23% de victorias en su enfrentamientos; 21% contra el Bar?a), rival may¨²sculo, partido hist¨®rico, cl¨¢sico liguero por 86? vez. Ganar al Real Madrid, ganar al m¨¢s grande, es siempre el reto deportivo supremo. Ganar al Bar?a es otra cosa: una cuesti¨®n de identidad, un pulso emocional que afecta a la manera de vivir de los pericos, que tiene que ver con el sentimiento y lo irracional. Para el Espanyol, jugar contra el Bar?a supone enfrentarse a s¨ª mismo. Jugar con el Real Madrid, sin embargo, es salir ah¨ª fuera y desafiar al mundo, medir el estado objetivo de una entidad deportiva que vuelve de las sombras y quiere honrar a su historia. Raz¨®n y sentimiento, seny y rauxa. Espanyol-Real Madrid, un partido freudiano.