Espa?a, Suecia y Grecia dependen de s¨ª mismas
La victoria en Pristina despeja el panorama para Espa?a, que vuelve a depender de s¨ª misma porque Suecia no gan¨® en Grecia, sino que perdi¨®. De modo que Espa?a vuelve a depender de s¨ª misma, s¨®lo que no es la ¨²nica. Porque Suecia tambi¨¦n depende de s¨ª misma; pasar¨ªa, como nosotros, ganando todo lo que le queda. Y de repente est¨¢ en la misma situaci¨®n Grecia, que con su victoria de ayer se coloca inesperadamente bien. No olvidemos que nos empataron aqu¨ª. En todo caso, las cosas est¨¢n para nosotros mejor de lo que estaban, aunque quedan dos fechas decisivas: nuestra visita a Grecia y el ¨²ltimo d¨ªa, cuando Suecia nos visite en el cierre del grupo.
Y centr¨¢ndonos en nuestro partido de Pristina, digamos que es para estar, como dec¨ªa Luis Aragon¨¦s en parecidas ocasiones, ¡°contentos, pero sin presumir¡±. Ganamos, que siempre es bueno, y por dos goles, que es mejor, ambos excelentes, uno en cada tiempo. El primero vino de un bal¨®n bien adelantado por Laporte, que toc¨® Carlos Soler para Morata y ¨¦ste para Fornals, que solt¨® un gran zurriagazo de media vuelta. Un gol precioso, con toques de gran calidad, indefendible, Y ya cerca del final, un lanzamiento a Ferran lo aprovech¨® ¨¦ste con carrera, quiebro y ca?onazo. Hubo intriga, porque lo examin¨® el sexador de pollos, pero lo aprob¨®.
Ese fue el lado bueno. Los goles. El lado oscuro fue, otra vez, el entramado defensivo. Concedimos media docena de ocasiones claras exhibiendo un cat¨¢logo de errores defensivos, de car¨¢cter colectivo o individual. Felizmente, los dos kosovares de arriba, Rashica y Muriqi, no son gente muy de temer. En especial Rashica, que tuvo tres llegadas claras, mano a mano con Unai, que desperdici¨® de distintas maneras. Tan malos como fuimos nosotros defendiendo fueron ellos en la definici¨®n, y cuando hizo falta, ah¨ª estuvo Unai, as¨ª que al final no se rompi¨® nada. Pero hay algo que le falla clamorosamente a este equipo: seriedad defensiva.