Nadal echa el freno
Rafa Nadal ha decidido echar el freno. Su ausencia en el pr¨®ximo US Open era previsible, sobre todo despu¨¦s de sus renuncias a los Masters 1.000 de Canad¨¢ y Cincinnati, y de haber jugado ¨²nicamente dos partidos en Washington, ambos renqueante, tras el par¨®n que se impuso al t¨¦rmino de Roland Garros y que dej¨® fuera del calendario dos golosinas como Wimbledon y los Juegos Ol¨ªmpicos. Su ausencia ampliada al resto de la temporada 2021 es algo m¨¢s sorprendente, inesperada, aunque entra dentro de la l¨®gica si lo que busca es una soluci¨®n a m¨¢s largo plazo, en lugar de ir poniendo parches. Nadal tiene 35 a?os y lleva jugando al m¨¢ximo nivel desde 2003. Sus interminables lesiones comenzaron en esos inicios, de hecho este pie maltrecho procede de entonces. Si sumamos todos sus periodos de inactividad, Rafa suma la escalofriante cifra de casi cuatro a?os de baja. Es mucho, much¨ªsimo, para un cuerpo exigido al rendimiento extremo. Nadal est¨¢ acostumbrado a competir con dolor, a convivir con lesiones, a un eterno retorno desde el infierno al cielo, y viceversa. Pero cada vez cuesta m¨¢s.
Nadal ha ganado 20 t¨ªtulos de Grand Slam, con alg¨²n r¨¦cord estratosf¨¦rico como esos 13 Roland Garros; tiene 36 victorias en Masters 1.000, plusmarca que comparte con Novak Djokovic; ha sido 209 semanas n¨²mero uno del mundo; ha conquistado dos oros ol¨ªmpicos y ha sido abanderado de Espa?a, se ha coronado cinco veces en la Copa Davis... Rafa lo ha ganado pr¨¢cticamente todo, no necesita demostrar ni demostrarse nada. Si quiere volver arriba es simplemente por el disfrute que le produce su deporte y la competici¨®n. Por eso es l¨®gico que quiera hacerlo bien, ya no le merece la pena arrastrar su dolor por el circuito. Es un caso parecido al de Roger Federer, con la diferencia de que el suizo ha entrado en los 40. Ambos pretenden darse otra oportunidad, pero necesitan tiempo para ello. Aqu¨ª les esperamos con los brazos abiertos.