Solo 40 a?os
Se puede hablar de muchas cosas de un sensacional GP de Hungr¨ªa. De la carambola incomprensible de Bottas en la salida, que condicion¨® toda la carrera. De una parrilla de salida con solo un piloto en ella, todos los dem¨¢s arrancando desde la l¨ªnea de boxes. De la remontada de Hamilton. De la primera victoria de Ocon (grande el chaval) y su escuder¨ªa con la actual denominaci¨®n, Alpine. El segundo puesto de Vettel, que vuelve a exhibir su talento m¨¢s all¨¢ de ese imparable Red Bull que le dio tanta gloria y cuatro t¨ªtulos. Del sensacional cuarto puesto de Sainz. Incluso de un Verstappen que pierde el liderato provisional del Mundial con la cabeza muy alta, peleando en todo momento. Sin embargo, tengo claro el protagonista indiscutible para m¨ª de la competici¨®n de Hungaroring. Un cuarent¨®n, un campe¨®n, un luchador: Fernando Alonso.
El asturiano cruz¨® la meta en quinta posici¨®n, pero eso es lo de menos. Su decena de vueltas aguantando a Hamilton, con un monoplaza y ambiciones muy superiores, resultaron sencillamente antol¨®gicas. Por el talento demostrado, la valent¨ªa, el pundonor y el trabajo para su escuder¨ªa. Ocon gan¨® algo m¨¢s f¨¢cil porque su compa?ero fren¨® m¨¢s de lo previsible a un hurac¨¢n subido sobre un Mecedes. M¨¢s all¨¢ de eso, la defensa de Alonso deja muy claro las razones por las que sigue compitiendo cuando hace apenas tres d¨ªas alcanz¨® la cuarentena. No lo necesita por dinero, palmar¨¦s o fama. Lo desea por ambici¨®n, talento y hambre de triunfo. Ojal¨¢ que Fernando tenga pronto, la temporada pr¨®xima, un monoplaza m¨¢s competitivo. Porque si es as¨ª, no cabe la menor duda de que sus opciones no tendr¨¢n l¨ªmites. Es un campe¨®n. Siempre.