Espa?a aprende en su Oxford particular
La Selecci¨®n ha encontrado un libro abierto en esta Eurocopa. Si a sus j¨®venes futbolistas les faltaban cap¨ªtulos que aprender, han tenido a su disposici¨®n un material indispensable para su crecimiento. De los rigores de la pr¨®rroga se ocuparon en el partido con Croacia. Frente a Suiza fue el tratamiento de la pr¨®rroga y los penaltis. Se dudaba de la consistencia de este equipo, pero llega a las semifinales curtido en las dificultades.
Despu¨¦s del racheado encuentro con Croacia, Espa?a jug¨® con m¨¢s moderaci¨®n en los cuartos de final. Suiza ha armado la clase de equipo que incomoda a todo tipo de rivales. A los que presumen de f¨ªsico, como Francia, y a los que se distinguen por la t¨¦cnica, caso de Espa?a. Los suizos, con jugadores procedentes de varias latitudes geogr¨¢ficas, sirven para medir la estatura real de sus adversarios. En la Liga de Naciones le dieron muchos problemas a la Selecci¨®n espa?ola. No fue diferente en esta ocasi¨®n.
Unai Sim¨®n no intervino hasta la tanda de penaltis, que dice menos de los porteros que de la magnitud que alcanzan cuando los detienen. El joven guardameta del Athletic ha girado las agujas en esta Eurocopa. Por un momento, se le apunt¨® como principal v¨ªctima del torneo. Su error en el gol de Croacia garantizaba cr¨ªticas inclementes y heridas dif¨ªciles de cicatrizar. Dicen que es un futbolista tranquilo, con memoria de pez, muy aconsejable para un portero. Termin¨® el partido con dos paradas decisivas de Sim¨®n y la victoria de Espa?a. Cuatro d¨ªas pas¨® de reforzado a heroico. As¨ª de impredecible y salvaje es el f¨²tbol.
El portero representa en su persona todos los pelda?os que la Selecci¨®n ha tenido que ascender. Como Unai Sim¨®n, es un equipo joven, sin trayectoria de ¨¦xitos, con excelente potencial, pero sin el recorrido que convierte las posibilidades en realidades. Desde esta perspectiva, Espa?a ha jugado cinco partidos en Oxford. Cada uno de ellos le ha expuesto problemas de dif¨ªcil soluci¨®n. Ni la goleada a Eslovaquia desmereci¨® en el aprendizaje. Necesitaba ganar, y venci¨®. Lo hizo despu¨¦s de fallar un penalti y cuatro ocasiones clamorosas.
Contra Suiza, jug¨® con control y no recibi¨® remates, pero regres¨® una sensaci¨®n habitual: un poco de los rivales se convierte en una tonelada. Algo en la conexi¨®n Laporte-Pau Torres no acaba de mezclar, quiz¨¢ porque apenas han jugado juntos o porque dos zurdos en el centro de la defensa no es una sociedad frecuente en el f¨²tbol.
Laporte, cuyo magn¨ªfico torneo ha adquirido m¨¢s relevancia a¨²n despu¨¦s del gol de Lewandowski en el segundo partido, se ha elevado sobre Pau Torres, que no ha acabado de soltarse en la Eurocopa. Es una asignatura que Espa?a deber¨¢ aprobar en su pr¨®ximo examen, nada menos que ante Italia, antiguo ogro de la Selecci¨®n.
Se anuncia un duelo apasionante en Wembley. Los m¨¢s veteranos se conocen de ediciones anteriores de la Eurocopa. Los j¨®venes se han enfrentado en la Eurocopa Sub-21. Italia hace disfrutar a sus aficionados y a toda Europa. Juega con altura de miras, sin especular, con clase y al ataque. Es una Italia diferente que pretende olvidar sus recientes decepciones. Espa?a guarda alg¨²n parecido con aquella que entusiasm¨® entre las Eurocopas de 2008 y 2012. En medio queda el enfrentamiento de Wembley, que a su manera es el Oxford del f¨²tbol.