Espa?a, frente a la c芍tedra de Modric
※Ni antes 谷ramos tan malos ni ahora somos tan buenos§. Ese es uno de los t車picos m芍s repetidos en el f迆tbol y siempre surge cuando muta la opini車n sobre un equipo al cambiar los resultados. Ahora, por ejemplo, con la Selecci車n. Pongamos que hay parte de verdad en ello, pero no toda la verdad. No eran tan malos, sino casi buenos, de 芍rea a 芍rea, pero eran malos en las dos 芍reas. Por otra parte, ni siquiera es el mismo equipo. Del que jug車 ante Suecia al que lo hizo ante Eslovaquia hubo cambio de 5 jugadores, la mitad del equipo, descontado el portero. Las dos l赤neas m芍s alteradas fueron justo la defensa y la delantera.
Luis Enrique, al que ya empezaban a llamar Luis &Enroque*, supo rectificar, el equipo marc車 por fin goles y atr芍s no hubo grietas. Una goleada es todo lo que hace falta para cambiar el 芍nimo en torno a un equipo, y como adem芍s el f迆tbol tiende a crear sensaciones exageradas, el esp赤ritu l迆gubre se ha transformado en optimismo. Pero la medida la vamos a tener hoy, ante Croacia. En el teatro dir赤amos que empieza el segundo acto, nudo de la obra. Lo previo ha sido la presentaci車n, desfile de personajes para que imaginemos la trama. De ah赤 venimos como segundos de un grupo facil車n en el que nos toc車 jugar en casa.
Ahora afrontamos a un equipo cuyos hilos maneja Modric, que dicta su clase magistral en cada partido. Por suerte, faltar芍 Perisic, un diablillo del ataque, baja por COVID. Por Espa?a, claro, no sabemos qui谷n saldr芍, pero es razonable suponer que Luis Enrique tirar芍 de los que nos devolvieron la alegr赤a ante Eslovaquia, aunque hay quien no descarta que vuelvan Olmo o Ferran en lugar de Gerard Moreno, al que Luis Enrique no termina de ver en su modelo. En cualquier caso, el partido ser芍 bravo. Visto lo que le pas車 ayer a Holanda m芍s vale atarse bien los machos. Pero en todo caso, estamos mucho mejor que hace una semana.