Nadie conoce al nuevo de la clase
En segundo de la ESO mis padres decidieron cambiarme de colegio. Fue una decisi¨®n meditada durante meses que deriv¨® en una desdicha absoluta durante m¨¢s meses. Todo aquel inicio de curso llegu¨¦ a casa repitiendo lastimosamente la misma frase: "Es que no conozco a nadie". Entonces no ve¨ªa una oportunidad en lo desconocido, el abismo de lo nuevo era sencillamente terror¨ªfico. Estos d¨ªas la frase que m¨¢s he escuchado sobre la Selecci¨®n espa?ola es la misma: "Es que no conozco a nadie". La dice gente que no sigue el f¨²tbol a menudo, pero tambi¨¦n algunos que lo siguen. De pronto, un grupito de nombres cortos y joviales nos ha alejado de los Ramos o Piqu¨¦ de turno, nos ha alejado del confort de lo conocido.
En Twitter encontr¨¦ la mejor definici¨®n posible de lo que est¨¢ pasando en la selecci¨®n, que no tiene tanto que ver con lo nuevo, sino con el conjunto. La dio Alexandre Afonso: "Espa?a es como el tipo blandiendo espadas en Indiana Jones". La m¨ªtica escena en la que Harrison Ford se encuentra por las calles de El Cairo con un espadach¨ªn que despliega todo su arsenal de destrezas tratando de atemorizarlo. Indiana Jones le mira con cara de a "m¨ª me vas t¨² a impresionar", saca su pistola, le dispara y se va como si tal cosa. Eso somos hasta el momento, un grupo de espadachines mostrando el virtuosismo en nuestros pases frente a la definici¨®n eficaz de los rivales. Un 80% de posesi¨®n frente a un disparo certero. Hemos llegado a los pasillos del colegio y nadie parece ya conocernos, y lo que es peor, reconocernos.
Mientras, en el fondo de la clase, siguen cosas que parecen congeladas en el tiempo: la contundencia de Cristiano Ronaldo, la lecci¨®n hist¨®rica de no dar por muerta a Alemania, el virtuos¨ªsimo de Italia, la serenidad de Kroos, el idilio copero de Xherdan Shaquiri, la alegr¨ªa en el ambiente. Y claro, la sensaci¨®n de que podr¨ªamos ser mejores de lo que somos y de que todo ser¨ªa distinto si sigui¨¦semos con los compa?eros de clase de siempre.